EL REY TAMBIÉN SE HARTA DE ZAPATERO
Artículo de Joaquín Vila en “El Imparcial” del 15 de febrero de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
Hasta
ahora, el Rey se había tragado muchos sapos de Zapatero. En sus últimos
discursos, le había colado morcillas para que pareciera que apoyaba las medidas
del Gobierno en cuestiones de terrorismo, de política internacional y sobre la
crisis económica. Ya se sabe, que la agenda oficial de Don Juan Carlos y el
texto de los discursos oficiales pasan siempre por Moncloa. Pero muchos
españoles piensan que los movimientos del Rey son controlados, en exceso y cada
día más, por el poder político. Y muchos españoles también echaban de menos
algún gesto del jefe del Estado ante la situación política y económica de los
últimos años. El Rey ha debido de hartarse y ha puesto la Constitución encima
de la mesa para recordar a Zapatero, pero también a Rajoy, que tiene asignado
el papel de "arbitrar y moderar" en las crisis y ante la actual, la
económica "lleva dos años reclamando un pacto entre las fuerzas
políticas". El Rey se ha hartado de Zapatero.
El
viernes, Zarzuela reconoció que el Rey había intervenido para intentar ayudar a
cerrar ese pacto ante la crisis entre todas las fuerzas políticas y sociales.
Sabe como todos los españoles, y ahora también los extranjeros, que las
gestiones de Zapatero ante la crisis económica han sido hasta
contraproducentes. Sólo le han servido a él para convencer a algunos pocos que
estaba afrontando la situación con gran éxito. Y Don Juan Carlos se ha dado
cuenta, también como muchos españoles y extranjeros, que el presidente termina
de arruinar a España si sigue unos años más en La Moncloa. Y ha dado un
puñetazo en la mesa. Y ha exigido al Gobierno que acelere ese pacto social.
La
vicepresidenta no se lo podía creer. Y el viernes, tras el Consejo de Ministros
respondía a la Zarzuela que "abordar pactos forma parte de la
responsabilidad del Gobierno". Le dijo, en fin, al Rey que no se
entrometiera. Al PP tampoco pareció gustarle la intervención de Don Juan
Carlos. De Cospedal dijo que "no ha habido
contactos con Zarzuela... ni se le espera". Pero el Rey no se ha quedado
quieto. Y ha contestado con firmeza con esos comentarios sobre su papel de
arbitrar y moderar, realizados por un alto funcionario de la Casa del Rey,
recogidos por El Mundo.
Y
ahora el Rey se va a Washington a su encuentro en la Casa Blanca con Obama. Y no tiene que rezar. Sólo tiene que convencer al
presidente americano de que España es un país que, a pesar de Zapatero, tiene
fuerzas para salir de la crisis. Pues tendrá que rezar si quiere convencerle.