MAR DE FONDO

 

Artículo de Aleix Vidal-Quadras en “La Razón” del 25.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Un Rajoy victorioso propondría un acuerdo a la nueva cúpula socialista

 

Ante la noticia de que Rosa Díez y un grupo de representantes de asociaciones cívicas vascas han comenzado a explorar la posibilidad de lanzar una nueva opción política de dimensión nacional de cara a las próximas elecciones generales, se han producido diversas reacciones, unas de expectante interés, otras de indiferencia y algunas de menosprecio.

Las declaraciones más inteligentes han venido del portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, que ha invitado a estos sectores de la izquierda, indignados por la irresponsable ejecutoria de Zapatero, a una alianza temporal con el PP con el fi n de derrotar al actual secretario general del PSOE en 2008 y provocar así un cambio de dirección en dicho partido. Aunque Zaplana no lo ha dicho explícitamente, se desprende de su planteamiento que un Rajoy victorioso propondría un acuerdo de largo alcance a la nueva cúpula socialista para neutralizar la ofensiva nacionalista y emprender con una abrumadora mayoría en las Cortes una reforma constitucional en profundidad que permitiera a España volver a la senda de la unidad y la cohesión. Este segundo aviso de que en la sociedad española hay mar de fondo –el primero lo dio la irrupción de Ciutadans en el Parlamento de Cataluña– debería llevar a los máximos responsables del PP a la conclusión de que admitir como hipótesis de trabajo un posible pacto con los nacionalistas tras las legislativas del año que viene es, simplemente, una contradicción insuperable. Tal como Zaplana ha comprendido y la valiente decisión de Rosa Díez de liarse la manta a la cabeza demuestra, el PP no puede bajo ningún concepto asumir la agenda nacionalista como ha hecho Zapatero, salvo que desee repetir los disparates del presidente insolvente. Y los nacionalistas ya han advertido a los populares que si les necesitan en el futuro, que se preparen para tragarse crudo el Estatut inconstitucional y el Plan Ibarretxe bis.

Cuanto antes estas realidades se reflejen  en el discurso público del PP, mejor para conseguir un buen resultado dentro de nueve meses y evitar la aparición de iniciativas tan desesperadas como perturbadoras.