EL QUÉ Y EL CÓMO
Artículo
de Aleix Vidal-Quadras
en “La
Gaceta” del 1-12-10
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El
desplome socialista en las elecciones catalanas prefigura la victoria del Partido
Popular en las próximas elecciones generales. Ya todo el mundo sabe, incluso el
propio Zapatero, que no existe la mínima posibilidad de que se produzca un
cambio en la situación económica en los próximos meses, sino más bien todo lo
contrario: las cosas van a empeorar y mucho. Por consiguiente, el relevo de ZP
por Mariano Rajoy es un hecho que no admite discusión.
A
partir de este dato, el enfoque de la principal fuerza de la oposición ha de
ser el propio de un futuro gobierno, lo que determina un cambio de actitud, de
discurso y de línea de acción. Hasta hoy, la preocupación central del equipo
residente de Génova 13 era cómo llegar a La Moncloa, desde este momento su
quehacer constante debe consistir en preparar y sobre todo explicar qué hará
una vez empuñe las palancas del Estado.
La
tentación de esperar a que la alternancia caiga cual fruta madura manteniendo
sus planes en una calculada ambigüedad con el fin de no asumir riesgos resulta
fuera de lugar en las presentes circunstancias de posible quiebra de nuestra
deuda soberana y subsiguiente intervención de nuestro país por parte de la
Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. El líder de la oposición es
percibido por la sociedad española y por la opinión pública internacional como
el sucesor del actual jefe del Ejecutivo en una etapa de nuestro devenir
colectivo en la que la amenaza de ruina es seria, lo que implica que las
esperanzas depositadas en él son tan grandes como nuestras dificultades.
Nuestro
principal objetivo es recuperar la confianza de los inversores en España y de
España en sí misma y esto se consigue ofreciendo un horizonte de certidumbre
basado en la firme voluntad de llevar adelante las reformas necesarias y de
demostrar la capacidad de realizar los sacrificios requeridos. En otras
palabras, el presidente del PP está obligado a actuar con celeridad exponiendo
su proyecto para sacar a España del marasmo en el que se encuentra sumida, y
hacerlo de manera completa, clara e integrada.
El
desgranamiento de propuestas específicas en este o aquél ámbito, la crítica
concreta a errores gubernamentales en asuntos determinados o la celebración de
éxitos electorales parciales sin duda son útiles y gratos, pero no bastan. Los
tiempos demandan un planteamiento de altos vuelos, ambicioso y valiente, que
levante la desfalleciente moral de nuestros conciudadanos y cierre la herida de
temor y angustia por la que nos desangramos.