EL PSOE EN EL DESIERTO

 

 Artículo de  Aleix Vidal-Quadras en "La Gaceta" del 18-11-11

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

O bien la izquierda se reinventa a sí misma o surgen nuevos dirigentes sensatos.

 

 

 

Es difícil imaginar un fracaso mayor que el del PSOE al confiar sus siglas centenarias a un grupito de indocumentados de los que sólo queda la duda de si su ignorancia ha sido superior a su irresponsabilidad. La derrota en las urnas que se anuncia será mayúscula y el 21 de noviembre por la mañana los socialistas españoles se levantarán con una pregunta: Y ahora, ¿qué? La campaña realizada por Rubalcaba y su equipo consiste en ocultar a Zapatero, en agitar patéticamente el miedo a una derecha inventada y en sacar a pasear en silla de ruedas a los espectros de un pasado remoto que también terminó en desastre. Después de su inminente hundimiento electoral, al PSOE no le quedarán, pues, cartuchos visibles en la recámara. El zapaterismo habrá sido eliminado para siempre envuelto en el ridículo y el oprobio y el clan de la tortilla, apagados los focos de su función homenaje, es biológicamente irrecuperable. No se vislumbra quién tomará el relevo. Se habla de que Carmen Chacón afila sus armas de mujer, pero tras la pirueta ZP, volver a los juegos con champán sería absurdamente suicida. Chacón, que al igual que su jefe hoy desaparecido, jamás ha hecho nada útil antes de entrar en política, pertenece a un partido particularista que aspira a convertir España en una confederación dispersa y carece de todas las cualidades necesarias para ponerse al timón de un país de la envergadura del nuestro. Al PSOE no lo sacará de su postración un Zapatero con faldas y a lo que salga. Nuestro sistema político, al igual que el existente en otros Estados de nuestro entorno, se basa en la alternancia en el poder de dos grandes formaciones, una de centro-derecha y otra de centro-izquierda, con el aditamento perturbador, en nuestro caso, de unos nacionalismos periféricos empeñados en liquidar el proyecto común. Si una de las dos principales piezas de la máquina falla, la que queda en pie se verá obligada a sostener ella sola la nación, empresa que en las circunstancias presentes, incluso respaldada por una amplia mayoría parlamentaria, entrañará considerables dificultades. Por tanto, o bien la izquierda se reinventa a sí misma mediante la sustitución del PSOE por UPyD o surge del interior de la organización fundada por Pablo Iglesias una nueva generación hasta ahora inédita de dirigentes sensatos, capaces y patriotas. La verdad es que en estos momentos no se vislumbra tal relevo ,porque la labor de destrucción de cualquier asomo de calidad llevada a cabo durante la etapa zapateril ha sido tremendamente eficiente. La travesía del desierto que le aguarda al PSOE se prefigura larga y dolorosa y de su desenlace depende en buena medida el futuro de España. El Gobierno de centro-derecha deberá añadir a sus tareas de reconstrucción la de velar por que en el espacio ideológico rival vuelva a reinar la cordura y la solvencia. Lo que le faltaba.