LA NEGOCIACIÓN CON ETA ESTÁ SERVIDA

 

 Informe de  de Jesús María ZULOAGA en  “La Razón” del 22/04/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 Madrid-«La negociación entre el Gobierno y ETA está servida». Expertos antiterroristas y observadores de

la realidad vasca, coinciden en que estamos ante un nuevo proceso de conversaciones, cuyo calendario y

alcance se desconocen por el momento, y que ha exigido una serie de contactos informales, directos o través

de mediadores, para que se haya llegado a este escenario.

Las fuentes consultadas subrayan el «sutil» intercambio de mensajes que, de manera pública, han realizado

el Gobierno y ETA, y cuya consecuencia ha sido que la candidatura del Partido Comunista de las Tierras

Vascas (PCTV) pudiera presentarse a las elecciones vascas. Se trataba de la condición sin cuyo cumplimiento

no hubiera sido posible la apertura del proceso negociador.

 

Frente institucional. La banda consideraba de vital importancia, para no perder de forma definitiva su

«frente institucional», que una candidatura que representara a la llamada izquierda abertzale, su brazo

político, pudiera estar presente en los comicios vascos.

Así lo ponía de manifiesto en su boletín interno, el «Zutabe 107», que pese a tener una circulación

clandestina tarda poco en ser interceptado por las Fuerzas de Seguridad, en este caso la Guardia Civil.

En la publicación, fechada en marzo, la banda daba como seguro que iba a tener una candidatura que

vendría a romper «el ciclo electoral de la ilegalización». La seguridad de los pistoleros respondía, según las

citadas fuentes, a que alguien les había garantizado que iba a ser así. Por si acaso, lanzaban el mensaje, cuyo

último destinatario era, sin duda, el Gobierno, de que ETA daba por sentado que no habría problemas.

El 2 de abril, en una entrevista publicada en el diario «Berria», cuando la candidatura de Aukera Guztiak había sido ya invalidada por el Tribunal Supremo, representantes de ETA volvían a la carga y señalaban

que era necesario que la izquierda abertzale saliera fortalecida de las elecciones. «Eso es principalmente

lo que está en juego. Y para ello es necesario el garantizar la presencia electoral de la izquierda abertzale, darle el voto».

Y a cambio, ¿qué ofrecían los terroristas? En la misma entrevista, los pistoleros anunciaban que estaban

intentado abrir una vía de negociación con el Gobierno aunque los contactos no habían comenzado. Es

cierto que los pistoleros planteaban, sin la menor rebaja, sus conocidas exigencias de amnistía para los presos

y la salida de las Fuerzas Armadas y de Seguridad del País Vasco, así como la «desactivación» de la

Ertzaintza como «fuerza represiva».

El mensaje era, nuevamente, claro: estamos dispuestos a negociar. ETA había enseñado sus cartas y

ahora faltaba la respuesta del Gobierno. Si algo le gusta a ETA es que, de alguna manera, se escenifiquen

las contestaciones a sus mensajes. Y como ha ocurrido en ocasiones anteriores, fue el propio presidente del Gobierno el que, de manera pública, se encargó de dar cumplida respuesta a los planteamientos de los terroristas.

El 12 de julio, José Luis Rodríguez Zapatero, sentenció que no puede haber «ilegalizaciones preventivas», en referencia al Partido Comunista de las Tierras Vascas y aseguró que los servicios jurídicos del Estado no habían encontrado elementos que permitieran una acción ante los tribunales. (Desde hacía dos días, el Ejecutivo tenía en sus manos el informe de la Guardia Civil en el que se aportaban numerosos indicios que avalaban que la candidatura del PCTV había sido «absorbida» por Batasuna y que servía a sus intereses). El presidente del Ejecutivo contestaba a la exigencia etarra.

Y el pasado lunes, el mismo Zapatero respondía a la oferta de negociación de los terroristas: anunció que llegaría hasta el final y sería generoso para conseguir la paz en el País Vasco.

Existen datos, publicados en su día por LA RAZÓN, de los contactos «informales» entre mediadores del Gobierno y ETA que han permitido llegar a esta situación, en la que se puede afirmar, insisten las fuentes

consultadas, que la «negociación está servida».

 

De fracaso en fracaso. ¿Que puede ocurrir ahora? Anteriores experiencias demuestran que las conversaciones con los terroristas de ETA han sido un completo fracaso. Además, la banda no está en la situación tan debilitada que permitiría afrontar unas conversaciones por parte del Gobierno desde una posición de fuerza, la única que, en opinión de los expertos, es factible en este tipo de contactos. No hace mucho tiempo, ETA ha tenido transitando por España a dos de sus células «itinerantes ».

Uno de los cabecillas de la organización criminal pedía el mes pasado a sus «comandos» que perpetraran

asesinatos para poner muertos encima de la mesa «cuanto antes». ¿De qué mesa hablaba el terrorista?