ETA, BATASUNA Y LA POLÉMICA SOCIALISTA



 Artículo de Lorenzo Contreras en “La Estrella Digital” del 05.05.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Hay problema en el sector femenino del Partido Socialista de Euskadi (PSE), que se remonta a las disidencias o desencuentros personales de Rosa Díez con la dirección de Patxi López en torno al Plan Ibarretxe, los contactos con el llamado Partido Comunista de las Tierras Vascas y luego la aproximación del propio PSE a la propuesta batasuna sobre la Mesa de Partidos, que sería para el antiguo brazo político de ETA una puerta de reingreso en la legalidad por el patio trasero. Estos disentimientos críticos le han costado a Rosa Díez un cambio de comisión en el Parlamento Europeo. Posteriormente, las posiciones adoptadas por la camarada Gemma Zabaleta, propicia al entendimiento con Batasuna, han enrarecido el clima de convivencia política socialista, siempre con Rosa Díez en un plano de crítica que ha culminado con lo manifestado por ella misma contra Zabaleta, a la que ha acusado, en una pagina web de Basta Ya, de “relativismo moral que no puedo soportar”.

Con anterioridad, Rosa Díez, cercana a Mayte Pagazaurtundua en sentimientos y mentalidad, ya se expresó de manera abundante sobre los giros y la marcha del partido de Euskadi. Gemma Zabaleta ya fue desautorizada por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y por Patxi López, en términos de amable reconvención. A fin de cuentas, la predisposición a culminar “el proceso” de normalización política vasca ha encontrado en el propio Zapatero un cierto “amparo”, que desde las actuales posiciones como Defensor del Pueblo y antiguo dirigente del PSOE, sin actual militancia, pero con autoridad moral, ha motivado la reacción de Enrique Múgica cuando ha venido a pedir que Zapatero no se dé prisa en defender la legalización de Batasuna mientras ETA no entregue las armas.

Rosa Díez ha publicado cartas abiertas a Zapatero y a Patxi López, que como secretario general del PSE ha tenido que acusar recibo mental y anímico, nunca carente de consecuencias para la persona remitente. Nada digamos de Zapatero mismo, que siempre habrá venido siendo el principal destinatario.

A raíz del comunicado en el que la banda anunció un alto el fuego de carácter “permanente”, pero hasta ahora no absolutamente comprobado ni garantizado, la eurodiputada socialista rehuyó en declaraciones a una revista de izquierda cualquier referencia comprometedora a la tregua etarra como fruto de una negociación secreta con el Gobierno, pero dijo algo que no suele reconocerse y seguramente está en el origen del frenazo relativo de ETA a la utilización de la violencia. Porque, aparte de defender la influencia del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, y además del efecto de la Ley de Partidos, Rosa Díez subrayó que los atentados del 11M pusieron difíciles las cosas a ETA “desde su propio entorno social”.

En relación con la aplicación de criterios de “generosidad” con los etarras en términos judiciales y penitenciarios, la eurodiputada sostuvo que cualquier gesto de clemencia “nunca podrá representar ningún tipo de concesiones políticas, ya que eso no sería ser generoso sino imbécil”. Rosa Díez cree que el PSE jamás debería sentarse en una mesa política con Batasuna “al margen del Parlamento”. De lo contrario, la mesa en sí, como elemento de negociación o por el simple hecho de constituirse con la participación socialista, sería “el primer pago político tras la declaración del alto el fuego”.

La eurodiputada insiste que, para Zapatero, lo más urgente debería ser recuperar el espíritu del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. O sea, lo que Mariano Rajoy viene reclamando hasta ahora. De ahí que Rosa Díez considere sumamente importante “un gran acuerdo entre el PP y el PSOE, que a su juicio enviaría a ETA, con toda claridad, el mensaje de que está definitivamente derrotada”.

Habrá quien se pregunte qué papel “moral” se reserva en todo esto un hombre de la auctoritas de Felipe González dentro del PSOE. Según revela el suplemento de aniversario de El País, González mantuvo hace unos días “un largo paseo a solas” con Zapatero y hablaron “casi exclusivamente” sobre el “proceso de paz que se abre”. Sin embargo, preguntado el ex presidente del Gobierno sobre si habla de política con Zapatero, aparte de este episodio, González ha dicho que “de política hablamos escasamente”. Y añadido: “A veces pasan meses y meses sin hablar”. El propio ex presidente se autopregunta si Zapatero podría utilizarle “para hacer las cosas que hace”, y se responde: “La respuesta es sí. Le diría más, también podría haberlo hecho Aznar”.

Lastima, parece decir González. “No cuentan con mi experiencia”, ¿verdad?