BATASUNA SE AHORCA

 

 Artículo de FLORENCIO DOMÍNGUEZ en “El Correo” del 14/02/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

 Arnaldo Otegi anunció ayer que Batasuna presentará candidaturas a las próximas elecciones autonómicas pero, en realidad, lo que estaba diciendo es que Batasuna no va a concurrir a esos comicios porque la ley no se lo va a permitir. Ellos, los de la izquierda abertzale, harán el teatrillo de presentar unas listas, intentarán buscar las contradicciones del PNV, volverán a pedir el voto nulo a los suyos y, finalmente, tendremos un nuevo Parlamento autonómico sin Batasuna. Este partido termina como empezó en 1980: ausente de la Cámara vasca. Entonces fue por no querer reconocer la legalidad, ahora por no acatarla.

Las instituciones del Estado estaban estudiando medidas para atajar las posibles maniobras a las que podía recurrir Batasuna para intentar presentarse subrepticiamente a las elecciones. Se hablaba de 'listas blancas' con personas no significadas o del uso de siglas de conveniencia, pero, al final, ni lo uno ni lo otro. Batasuna ha optado por embestir contra la ley con sus propios cuernos, lo que constituye la forma más segura de ahorcarse políticamente.

La renuncia de Batasuna a cualquier esfuerzo posibilista coincide con el aumento de la intensidad de los atentados de ETA en las últimas semanas. Todo hace sospechar que algo no ha funcionado en ese ambiente de sombras en el que se movían socialistas y batasunos, ese ambiente de contactos insinuados, pero no confirmados, de tacto de codos y roce de manos bajo la mesa. Rota la ensoñación, la izquierda abertzale, ETA y Batasuna, al alimón, vuelven a la realidad y preparan su defensa ante el PNV, que les puede robar los votos, y su ataque ante los socialistas, culpables de mantener al partido de Otegi al margen de la legalidad. Roto el idilio contra natura que había reflejado algunos días la prensa, las casas del pueblo están más expuestas que nunca.

Tras la crisis de los últimos años, ETA y Batasuna están convencidos de que se ha detenido la fuga de votos hacia las listas de PNV y de EA y, en menor medida, hacia Aralar. Creen que ya han tocado suelo, que todos los que podían irse desde sus filas ya se han ido y que los quedan -cien mil votos nulos o poco más- aguantarán hasta el final. El último trimestre ha estado cargado de protagonismo de la izquierda abertzale -Anoeta, el voto al plan Ibarretxe, la carta abierta a Zapatero, los comunicados equívocos de ETA, los contactos con los socialistas...- y ello puede reactivar la ilusión resistente del núcleo incondicional de seguidores dispuestos a taparse los oídos con cera para no oír los cantos de sirena del nacionalismo institucional y no dejarse arrastrar por el encantamiento del lehendakari.

La noche del 17 de abril, sin embargo, el capitán Otegi y el resto de la marinería abertzale serán echados por la borda del barco parlamentario y convertidos en náufragos a la deriva.