APOCALIPSIS FORESTAL EN GALICIA 

 

Los satélites de la NASA descubren 175.000 hectáreas calcinadas, el

seis por ciento de la comunidad

 

 

  Editorial de   “La Razón” del 15.08.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

A medida que se disipa el humo y los fuegos parecen ceder, se comprende mejor que la Xunta de Galicia y el Gobierno hayan sometido a un apagón informativo los datos que permitieran oficializar la magnitud de la debacle originada por la ola de incendios. A falta de informaciones o estimaciones públicas, LA RAZÓN adelantaba que la extensión del territorio calcinado era de más de 60.000 hectáreas tras una semana de incendios, aunque precisaba que la cifra podía ser mayor, como efectivamente así parece ser. El Partido Popular informó ayer de que los precisos satélites de la NASA, a través de su servicio «Rapid Fire» para Europa, habían realizado un seguimiento de la situación en Galicia hasta concluir que la extensión quemada había alcanzado las 175.000 hectáreas en siete días. Esa cifra representa el seis por ciento del territorio de la comunidad

autónoma, lo que da una idea de la magnitud de la tragedia que ya casi podría ser tachada de una especie de apocalipsis forestal. Para enmarcar aún más la dimensión de la devastación, hay que compararla con las 450.000 hectáreas que ardieron en España durante todo el año 1994, el peor de la historia reciente. Lo calcinado en Galicia representa el 40 por ciento de esa cifra sólo en una semana.

Esta dramática realidad no puede ser achacada al infortunio, el viento, el calor y ni siquiera a las oscuras tramas denunciadas, que ayer volvieron a quedar en evidencia con la detención de un presunto pirómano que fue candidato del PSOE en una localidad de Pontevedra en las elecciones de 1999. Lo que ha habido sencillamente ha sido una gestión disparatada y un despropósito descomunal al actuar sectariamente contra todos los dispositivos y operativos que la administración del PP había dispuesto durante años para prevenir y luchar contra los fuegos. Ayer, el presidente de la Xunta gallega, Emilio Pérez Touriño, prometió ayudas a las víctimas y denuncia un «acoso incendiario». Ni una autocrítica, sino más bien todo lo contrario. Los socialistas han jugado con fuego y se han quemado, aunque muchos responsables sigan de vacaciones o  desaparecidos. Es hora de asumir responsabilidades.