OBAMA BUSCA LA REELECCIÓN CON LA PROMESA DE SUBIR IMPUESTOS A LOS RICOS

 

 

Noticia en "ABC", del 25-1-12

Por su interés y relevancia he seleccionado la noticia que sigue para incluirla en este sitio web.

 

 

El presidente estadounidense asegura que «es tiempo de aplicar las mismas reglas desde arriba hasta abajo» ​Los republicanos creen que pedir más a las rentas más altas perjudicará a la economía estadounidense

 

Barack Obama puso ayer en el discurso del Estado de la Unión las bases de lo que será su estrategia para la reelección: evitar que las presidenciales del 6 de noviembre se conviertan en un referéndum sobre su gestión de la crisis económica y conseguir que los ciudadanos dirijan su mirada crítica al bloqueo político que vive el Congreso y a la creciente desigualdad de ingresos entre ricos y clase media. De estas dos últimas cosas culpó a los republicanos.

 

«Nunca lo olvidemos», dijo en la tradicional aparición anual ante las dos Cámaras del Congreso, «millones de americanos que trabajan duro y juegan de acuerdo con las reglas cada día merecen un Gobierno y un sistema financiero que haga lo mismo. Es tiempo de aplicar las mismas reglas desde arriba hasta abajo». Una de las principales propuestas que Obama anunció fue la subida de impuestos a los ricos. El presidente ya la lanzó hace meses y la ha reiterado en diversas ocasiones, pero se encuentra con el bloqueo de los republicanos en la Cámara de Representantes, donde cuentan con mayoría. Los republicanos consideran que esa subida restaría incentivo inversor a las clases pudientes y perjudicaría a la economía.

 

Con los republicanos en la punta de mira, declaró: «Mientras sea presidente, trabajaré con todo el mundo en esta Cámara, pero tengo la intención de combatir la obstrucción con la acción y me opondré a cualquier esfuerzo que quiera volver a las mismas políticas llevaron a esta crisis económica». Con ello, repetía un estribillo ya entonado a lo largo de todo el último año y que los republicanos han denunciado por demagógico.

 

Antes de detallar sus iniciativas, el presidente estadounidense manifestó su propósito de dejar a un lado «la mala deuda y los falsos provechos financieros». «Esta noche quiero que nos movamos hacia adelante y proponer un proyecto para una economía construida para durar», aseguró. Entre sus prioridades destacó las manufacturas, la energía, la formación de los trabajadores y la renovación de valores.

 

La mayor presión fiscal sobre las grandes fortunas se hará de dos formas, indicó. Una es dando por acabadas las rebajas fiscales introducidas por Bush y prorrogadas por el propio Obama. Sobre este punto demócratas y republicanos llevan tiempo discutiendo sin ponerse de acuerdo. De momento, el Congreso ha aprobado una nueva prórroga de unos meses a la espera de un acuerdo más general.

 

La otra vía es la llamada «regla Buffett». El millonario inversor Warren Buffett, alineado con los demócratas, denuncia que no tiene sentido que él pague menos impuestos que su secretaria. Él cotiza alrededor del 15% porque casi todos sus ingresos provienen de rentas del capital (es el caso también del candidato republicano Mitt Romney), mientras que su secretaria cotiza por encima del 30% debido a que solo tiene el sueldo como ingreso. Precisamente la secretaria se encontraba en el palco de Michelle Obama, entre otros invitados de ésta, como la viuda de Steve Jobs.

 

La propuesta sería establecer un mínimo de impuestos para los que ganen más de un millón de dólares. Pero esto puede ser otro brindis al sol, dada la poca predisposición republicana, contraria a subidas de impuestos desde el triunfo del Tea Party, que de eso hace su gran dogma.

 

Desigualdad de ingresos

 

Incidir en la desigualdad de ingresos e impuestos es lo que permite a Obama articular un mensaje populista, orientado a la clase media. De ello hará el eje de la campaña electoral. Obama quiere que la campaña se centre sobre el futuro de la clase media, evitando que se convierta en un referéndum sobre su gestión al frente de la crisis económica. La peor nota de

 

Obama en su nivel de aceptación precisamente se refiere a su falta de actuación efectiva en el campo económico (un 26%, frente al 43% de la aceptación general, según Gallup). Otras iniciativas que Obama desgranó anoche fueron la promoción del sector de las manufacturas y programas para lograr el regreso de puestos de trabajo que empresas estadounidenses han trasladado al extranjero. La Casa Blanca subraya que durante el actual mandato el sector manufacturero ha conocido un crecimiento por primera vez en quince años. A ello ha ayudado la producción de la industria automovilística, a la que Obama destinó un importante estímulo al comienzo de la crisis. La mayoría de estas ideas ya fueron expuestas en el lanzamiento de planes previos, como el de empleo. Novedades, en cambio, son la puesta en marcha de un programa de formación para los soldados veteranos, entre los que el desempleo alcanza el 12,1% frente al 8,5% general