SI GANA BUSH
Artículo de
Fermin Bocos en “Diario
Directo” del 26/10/2004
Por su interés y relevancia,
he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L.
B.-B.)
Si dentro de siete días los norteamericanos refrendan a George W. Bush como
presidente, el mundo entrará en una etapa inquietante, porque el resultado de
las urnas querrá decir que el pueblo norteamericano habrá legitimado la política
de agresión que los EE.UU han venido practicando bajo su mandato. Inquietante y
perverso una vez sabido, como hoy sabemos, que Sadam Husein (un tirano regional
como lo son o han sido tantos aliados de Washington) ni poseía armas de
destrucción masiva ni mantenía lazos con la organización terrorista Al Queda
-lo que psicológicamente es más significativo, pues en la mente del americano
medio permanece anclado el miedo inoculado por los atentados del 11-S.
Si triunfa Bush, ante los ojos del mundo será tanto como decir que América ya no
defiende causas justas, sino que, como dicen sus detractores: solo defiende
intereses políticos y económicos. Los gobiernos de todos los países practican
una doble moral, pero en este caso la situación sería mucho más grave al darse
la circunstancia de que la perversión ha desembocado en tragedia.
Y no hablo sólo de Iraq, porque a la vista está que el Iraq ocupado es un país
devastado cuyos habitantes sufren más que cuando les gobernaba el tirano
derrocado. Pienso, también, en todo el mundo árabe, lleno de odio y psicológica
y socialmente más lejos que nunca de Occidente. La política de Bush ha reforzado
a dictaduras injustificables como la del general Musharraf en Pakistán o
regímenes medievales como el de Arabia Saudí (cuna, por cierto, del
fundamentalismo 'wahabita'), el gran caudal de islamismo radical en uno
de cuyos afluentes navega el multimillonario Bin Laden, hijo del contratista del
régimen de Riad. Ha reforzado a los regímenes más reaccionarios y corruptos del
mundo musulmán, sin encender un sola luz de esperanza en relación con el
conflicto que enfrenta a israelíes y palestinos. Peor aún, la llamada Hoja de
ruta es un recuerdo melancólico y la supuesta mediación para que Sharon moderara
sus planes expansionistas a cosa de los palestinos, se ha quedado en nada.
Eso en política, porque en economía el señor Bush no ha desaprovechado la
ocasión para zaherir y desestabilizar a la vieja Europa, conscientes sus
asesores -como sin duda lo están- de que una Europa con cuatrocientos millones
de ciudadanos podría llegar a ser por una parte un lago de prosperidad y por
otra un baluarte de defensa de los Derechos Humanos. Esos Derechos Humanos que
tanto incomodan a los 'neocons' que justifican Guantánamo.
Dicho lo cual, me apresuro a consignar que, pese al apoyo explícito del
'Washington Post' al candidato John Kerry y el no menos ditirámbico que le
otorga el 'New York Times', lo cierto es que es George Bush quien va por
delante en las encuestas.
Caído el Muro y desaparecida la Unión Soviética, la historia no es el camino de
rosas que nos habían prometido; en realidad va camino de comportarse de manera
tan contradictoria como, a veces, lo es la propia vida; ésa que según el decir
del genial Eugenio D'Ors es como la escalera de un gallinero: corta pero llena
de mierda.