BUSH ACUSA A SIRIA E IRÁN DE ESTAR DETRÁS DE LOS ATAQUES DE HEZBOLÁ CONTRA ISRAEL

 

El presidente estadounidense sostiene que la milicia chií ha sido la perdedora en el conflicto de Oriente Próximo.-Olmert afirma que Israel perseguirá a la milicia chií "cuando sea y donde sea"

 

AGENCIAS  -  Jerusalén / Estocolmo/Washington

 Reportaje en “El País” del 15.08.06 

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el reportaje que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El presidente de Estados Unidos, George W.Bush, ha declarado que las guerrillas de Hezbolá fueron derrotadas por Israel durante el mes de ataques dirigidos al sur de Líbano, desde donde antes este grupo extremista lanzaba sus proyectiles hacia el país vecino y donde ahora, según Bush, "va a prevalecer un nuevo poder". El presidente estadounidense ha declarado también que la guerra en Líbano formó parte de la lucha entre la libertad y el terror y que esa lucha también juegan un papel importante a los que definió como "estados patrocinadores" de Hezbolá y del terrorismo en general, en alusión a Siria e Irán.

En el caso de Irán, Bush volvió a acusar al régimen de ese país de apoyar a grupos terroristas en Líbano y también en Irak. "En esos dos países, Irán está respaldando a grupos armados con la esperanza de impedir que la democracia eche raíces", y ha afirmado además que "sólo podemos imaginarnos lo muy peligroso que sería este conflicto si Irán consiguiese las armas nucleares que pretende tener".

Bush también ha acusado a Siria de permitir el traslado, a través de su territorio, de armamento iraní con destino a Hezbolá y de dar apoyo político a la guerrilla libanesa. "Siria apoya a Hizbulá porque quiere debilitar al Gobierno democrático libanés y recuperar su posición dominante en ese país", ha dico Bush, quien afirmó que eso sería una "gran tragedia", no sólo para el pueblo libanés sino también para la causa de la libertad en Oriente Medio.

En declaraciones a la prensa tras reunirse con miembros de su gabinete y con varios de sus asesores, Bush ha manifestado su deseo de que se mantenga la tregua y de que el Gobierno libanés pueda actuar con libertad. "Líbano no puede ser una democracia fuerte cuando hay un Estado dentro del Estado, y eso es Hezbolá". A su juicio, la resolución de la ONU que ha permitido la entrada en vigor de una tregua la pasada madrugada, supone "un paso importante hacia adelante que ayudará a poner fin a la violencia" y ha declarado que la milicia libanesa fue la que empezó todo y sobre ella debe recaer "la responsabilidad de este sufrimiento" .

Posturas enfrentadas

A pesar de la nueva situación en la zona, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó ayer que Israel perseguirá a Hezbolá "cuando sea y donde sea", horas después de la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y la milicia libanesa. Olmert ha asumido ante el parlamento toda la responsabilidad por la ofensiva israelí sobre Líbano y ha asegurado que la resolución 1701 de la ONU supone "una victoria diplomática" para Tel Aviv. Por su parte, el líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, ha reivindicado una victoria "estratégica e histórica" para Líbano tras el fin de los combates con Israel. Por primera vez ante el pleno del Parlamento israelí desde que comenzara la crisis, Olmert ha asegurado que el Ejército ha asestado un "duro golpe" a Hezbolá, "a su enorme armamento y a su infraestructura", y que Israel se reserva el derecho de seguir combatiendo a la milicia libanesa.

Por su parte, el jefe del partido-milicia Hezbolá, Hasan Nasralá, ha asegurado que el fin de los combates con Israel supone una "victoria histórica" para todos los libaneses. A pesar de que Hezbolá dio su apoyo a la resolución 1701 de la ONU aprobada el pasado viernes, Hasan Nasralá ha rechazado que su milicia se desarme, como pide el texto, "de forma precipitada" y "bajo presión". La resolucion 1701 prevé el desarme de la milicia chií libanesa después del despliegue del Ejército de Líbano hasta la frontera con Israel.

En este sentido, Ehud Olmert se ha comprometido ante la Knesset a "supervisar el cumplimiento puntual" de la 1701 "en el terreno", una de cuyas exigencias es prohibir la presencia de Hezbolá al sur del rio Litani, a unos 20 kilómetros de las frontera norte de Israel.