EL BARADEI Y LA ONU: CON ESTOS MIMBRES

 

 Artículo de GEES  en “Libertad Digital” del 25.10.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Con un breve comentario al final:

 

NO SE QUE ESTAMOS HACIENDO (L. B.-B., 25-10-06, 22:30)

 

El secretario general de la Agencia Internacional para la Energía Atómica, una las agencias especializadas del sistema de Naciones Unidas, está de viaje oficial en Estados Unidos. Tras visitar a la secretario Rice ha hecho unas interesantes declaraciones. En plena crisis norcoreana, el funcionario de más alto rango en la lucha contra la no proliferación ha comentado que las sanciones contra Corea del Norte no funcionarán, porque el castigo no es la vía de resolver sus ansiedades. A su juicio hay que abandonar esa estrategia y negociar directamente con los norcoreanos, tratando de dar satisfacción a sus demandas.

Un ciudadano de a pie puede preguntarse si la función de un funcionario de Naciones Unidas es hacer declaraciones criticando las resoluciones del Consejo de Seguridad. Desde el GEES hemos analizado negativamente la Resolución 1718 por inoperante. Nos parece normal que otros piensen lo mismo, pero consideramos fuera de lugar que los funcionarios de Naciones Unidas asuman funciones que no les corresponden. Pagamos el sueldo al señor El Baradei para que ejecute las políticas que los órganos competentes aprueben, no para que actúe como si de un estado miembro se tratara.

El hecho de que las declaraciones hayan sido realizadas tras la entrevista con Rice dice mucho de las maneras diplomáticas, o de pura educación, del personaje.

Pero lo más interesante ha sido su petición para que se abra una negociación bilateral cuya clave sea ceder ante las demandas norcoreanas. Todos sabemos que la mesa a seis es la consecuencia del fracaso de la negociación bilateral. Estados Unidos ya trató cara a cara con los norcoreanos, ya dio satisfacción a sus injustificadas demandas, ya firmó un acuerdo en 1994 y ya fue engañado. Ante ese fracaso se fue a una mesa a seis donde otros estados se comprometerían a tratar de buscar una solución diplomática. ¿Por qué las demandas norcoreanas están justificadas? ¿Es culpa nuestra que se sientan aislados e inseguros? El régimen comunista de Pyongyang se ha aislado porque ha querido, porque ha llegado a la conclusión que esa situación le favorece. ¿Acaso podría sobrevivir en un ambiente de normalidad?

El Baradei es perfectamente consciente de todo esto. Su opción es, sencillamente, otro ejemplo de irresponsabilidad. Como garante del régimen de no proliferación está dispuesto a realizar cuantas concesiones sean necesarias para evitar crisis mayores con estados que violan el sistema. Como alto representante del sistema de Naciones Unidas no duda en desautorizar las resoluciones del Consejo cuando éstas afectan a estados que se sitúan en posiciones anti-occidentales. Si desde el GEES criticamos una Resolución recibimos inmediatamente acusaciones de ir en contra de Naciones Unidas. Cuando lo hace El Baradei es una prueba de auténtico multilateralismo y de fidelidad al régimen de no proliferación.

Si con estos mimbres hay que trenzar el cesto del nuevo orden internacional podemos estar tranquilos. Todo aquello que considerábamos pilares de un mundo más seguro se desmontará poco a poco al servicio de lo realmente importante, combatir la democracia y el libre mercado con nuestro propio dinero.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

 

Breve comentario final:

 

NO SE QUE ESTAMOS HACIENDO (L. B.-B., 25-10-06, 22:30)

 

Estos días he explicado un tema sobre el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y he tenido que terminarlo diciéndoles a los alumnos que no sabía sacar más que dos conclusiones, después de comentar la Carta de las Naciones Unidas, el ius ad bellum y los acontecimientos mundiales referentes a este asunto: una primera es la de que ni la Carta ni las Naciones Unidas funcionan, aunque todo el ámbito de las relaciones internacionales está abarrotado de funcionarios de las NNUU, las OIG y las ONG. Una segunda conclusión es la de que  se hace lo que digan las grandes potencias si se ponen de acuerdo, o lo que resulte de una interacción entre ellas según el olfato y los intereses de sus líderes en cada ocasión.

 

Es decir, que por una parte van los hechos y por otra las instituciones y el personal adscrito a ellas, acompañadas de los comentarios supuestamente técnicos de los especialistas y defensores del gran papel positivo  y normativo del Derecho Internacional.

 

La conclusión es que los Estados se mueven por intereses y cálculos mientras que el Derecho se queda en su hornacina y sus operadores defienden algo así como un idealismo interesado, superficial o de boquilla, destacando el gran papel del Derecho Internacional en las relaciones internacionales.

 

A algunos le puede resultar demasiado radical esta conclusión, pero uno está harto de la inoperancia e hipocresía de muchos actores de las instituciones internacionales y necesita plantearse si no es necesario refundar todo de nuevo. Así que me formulo unas preguntas retóricas para que Vds. se las contesten: ¿no debería crearse un club político de democracias que complementara e influyera en la acción de las Naciones Unidas? Si el Consejo de Seguridad es inoperante desde su fundación, y además la reforma de la ONU es imposible, ¿por qué no crear algún organismo que lo reoriente desde fuera sin que las democracias y el Mundo tenga que estar funcionando o no funcionando a expensas de lo que digan unas cuantas dictaduras?

 

¿Ahora que la OTAN se ha extendido en sus funciones hasta alcanzar un ámbito supracontinental, por qué no construir una institución paralela y más amplia de carácter político y rango mundial, que de momento no puede sustituir el foro de desahogo y desbrave en que consisten  las NNUU, pero que sería más fiable y efectiva?

 

Lo que a uno le resulta evidente es que una perspectiva realista, sea conservadora o progresista, no puede continuar subordinada a un idealismo pacifista procedente de principios del siglo XX que pone el Mundo en manos de dictaduras, corrupción e intereses cínicos cortoplacistas de algunos Estados.

 

La defensa de la libertad y la democracia a nivel mundial exige ya de una vez que se pongan las cosas claras, e iniciar una nueva institucionalización, con prudencia pero con firmeza.

 

En síntesis, todo está muy viejo e inoperante, incrustado de intereses y corrupción que anquilosan las relaciones internacionales, y deberíamos avanzar de una vez. No sé sacar otra conclusión que ésta, para explicársela a los alumnos.