ISLAMISMO: EN BABIA
Artículo de GEES en “Libertad Digital” del 11.11.06
Por su interés y relevancia he seleccionado
el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Con una apostilla a pie de título:
BABIA, BATUECAS,
INOPIA, HIGUERA... TODA EUROPA, CON LA EXCEPCION DE GRAN BRETAÑA, ESTA EN
ALGUN SITIO DISTINTO DE DONDE DEBERIA ESTAR (L. B.-B., 11-11-06)
La Directora del Servicio de Inteligencia Interior (MI-5) del
Reino Unido, Eliza Manningham-Buller, aceptó una invitación del catedrático de
Historia Contemporánea del Queen Mary College para participar en una sesión del
Mile End Group, una unidad de investigación, y reflexionar junto con un grupo
de profesores y jóvenes investigadores sobre la amenaza islamista. La directora
es una funcionaria de la comunidad de inteligencia británica, con una
experiencia de 32 años en este particular negocio. Nadie duda de su
cualificación profesional, como tampoco está en duda que el MI-5 es una de las
agencias de inteligencia más importantes del mundo.
En un ambiente académico la directora ha hecho una reflexión
metódica y clara, que no deja dudas sobre la gravedad de la amenaza. Desde los
atentados del 7 de julio el reclutamiento de islamistas dispuestos a realizar
actos terroristas se ha incrementado. Los jóvenes son el objetivo, todo ello
bajo la presión de familiares y amigos. En estos momentos en el Reino Unido
están bajo observación unas doscientas redes, con la implicación de unas 1700
personas. Los continuos viajes de los miembros de la comunidad anglo-pakistaní
a su país de origen proporciona a Al Qaeda una oportunidad para mantener la
comunicación y para reclutar a jóvenes británicos durante su estancia en la
tierra de sus mayores.
¿Cómo hacer frente a este incremento de candidatos a terroristas?
La inteligencia británica ha apostado siempre por la inteligencia humana, a
diferencia de sus "primos" norteamericanos. Se han preocupado por
tener agentes preparados para trabajar en culturas y lenguas distintas. Su
éxito en Irak ha sido evidente, sobre todo en contraste con otros servicios
allí presentes. Sin embargo, la afuencia de islamistas desborda sus
capacidades. Hasta la fecha, según ella misma reconoce, sólo el 6% de los
agentes del MI-5 procede de minorías arraigadas en la sociedad británica. Se
está intentando compensar esta situación, aunque estos cambios sólo tendrán
efecto en el medio plazo. Este último año el 14% de los recién incorporados
pertenece a estas minorías.
Mucho se ha hablado durante los últimos meses sobre la
dependencia o no de las nuevas células en Europa, Estados Unidos y Canadá
respecto al mando central de Al Qaeda. A menudo hemos encontrado referencias al
sirio-español Setmarian, en la actualidad disfrutando de un merecido descanso
en el enclave caribeño de Guantánamo, quien, en su condición de miembro del
mando central del grupo terrorista, diseñó la estrategia de supervivencia para
el caso en el que Ben Laden y sus colaboradores no pudieran ejercer plenamente
el control de la organización. Ejemplos de esa estrategia fueron los atentados
del 7-J en Londres, así como otros posteriores desarticulados tanto en el Reino
Unido como en Canadá. A pesar de ello la Directora afirma que en el caso de la
comunidad anglo-pakistaní nos encontramos con una dependencia directa del mando
central de Al Qaeda, lo que no quita que se produzcan actos terroristas
derivados de la acción de grupos islamistas inspirados por la propaganda de Al
Qaeda.
Eliza Manningham-Buller ha destacado también el interés de las
nuevas células por hacerse con armamento de destrucción masivo, en especial de
los tres tipos más asequibles: químico, biológico y radiológico. No descarta,
sino todo lo contrario, que en cierto tiempo un atentado de estas
características se produzca en el Reino Unido. Como hiciera el políticamente
difunto Rumsfeld tras los atentados del 11-S, la directora ha recordado a los
académicos que la amenaza no sólo está creciendo, sino que permanecerá mucho
tiempo con nosotros. Por último, subrayó algunas cosas que no por obvias
conviene recordar ante las peculiares interpretaciones que podemos encontrar en
los medios de comunicación. El primer atentado de Al Qaeda en el Reino Unido
fue anterior a la Guerra de Irak, a la de Afganistán y al 11-S. El Reino Unido
no es el único objetivo. La directora cita cuatro estados como objetivos
fundamentales de la Organización que son, por este orden, España, Francia,
Canadá y Alemania.
Mientras tanto, ¿qué ocurre en España? ¿Cómo estamos reaccionando
ante una amenaza tan directa, por lo menos a los ojos de la jefa del MI-5? Ya
sabemos que nuestro director de inteligencia no es profesional de la materia.
Que por no saber no sabe ni inglés, lo que le imposibilita hablar cara a cara,
sin intermediarios, con sus equivalentes, algo fundamental en ese mundo. Que lo
suyo son los patos y el formar parte del clan Bono. También sabemos que la
amenaza islamista no va con nosotros, porque como nos explicó Rubalcaba el 11-M
se debía a la presencia de España en Irak. Ya no estamos en Irak, luego ya no
tenemos de que preocuparnos. Sin embargo, no acabamos de entender porqué
entonces un grupo de magrebíes quiso volar la Audiencia Nacional, ni la causa
de que otro grupo, esta vez de paquistaníes, quisiera hacer lo mismo con algún
edificio de la Ciudad Olímpica barcelonesa. Tampoco llegamos a comprender por
qué otras células han llegado a formarse y, afortunadamente, han podido ser
desactivadas en una fase inicial.
De lo que no tenemos duda es de la estrategia seguida por nuestro
presidente de Gobierno. En compañía del islamista Erdogan pregona a los cuatro
vientos que nosotros respetamos al Islam, que no somos un enemigo, que estamos
dispuestos a realizar muchas concesiones, económicas y de todo tipo, y por
ende, que lo lógico es que apunten en otra dirección. Es lo que tiene el
antinorteamericanismo, y todo lo que ello implica: ceguera. Los islamistas no
nos atacan por enviar soldados, sino por existir. Nuestra influencia, directa e
indirecta, sobre el mundo musulmán resulta para ellos intolerable. Si a eso
añadimos que estamos pisando tierra del Islam, al Andalus; que hemos mancillado
sus templos; que nuestro modelo corrompe a los pueblos árabes vecinos; y que
nuestra cultura es un pésimo ejemplo, cuando no una ofensa, para los musulmanes
que voluntariamente se han instalado en España tendremos una panorámica más
realista de cuál es la perspectiva que los islamistas tienen de nosotros y, por
lo tanto, de cuál puede ser la efectividad real de la estrategia zapateril.
La presencia española en Líbano y Afganistán resulta inaceptable
para Al Qaeda. Por muchas seguridades que la administración Zapatero les dé
sobre nuestras intenciones allí, con ese tipo de manifestaciones sólo
conseguiremos molestar aún más a nuestros aliados –si es que todavía podemos
utilizar ese término– sin lograr como contrapartida una garantía de seguridad.
La España del matrimonio homosexual, del multiculturalismo y del todo vale
molesta a los islamistas tanto como la defensora de los valores
judeo-cristianos, pero con una diferencia: a Zapatero lo perciben mucho más
débil y manejable y por lo tanto como candidato a todo tipo de chantajes.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.