REFLEXIONES ESTRATEGICAS SOBRE LA SITUACION INTERNACIONAL Y LAS POLITICAS ANTITERRORISTAS

Luis Bouza-Brey, 23-9-01

"Alea iacta est". El discurso de Bush del día 21 establece el hito de la puesta en acción inmediata de una estrategia frente al terrorismo que va a ser muy compleja, difícil y duradera en su aplicación. ¿Cuáles son sus elementos constitutivos y rasgos?

El objetivo básico es la destrucción de las redes terroristas internacionales, instaladas difusamente en diversos países cuyos regímenes las fomentan o toleran; o colaboran con ellas. Dos enemigos, por tanto: organizaciones terroristas y regímenes desleales con la comunidad internacional.

Se hace preciso también investigar las causas o factores explicativos del terrorismo internacional, sin que este análisis de las causas sirva bajo ningún concepto como excusa para la justificación, o  pasividad, o complacencia con el terrorismo. Estados Unidos, la libertad y la democracia necesitan una reacción contundente e inmediata de respuesta a las acciones terroristas.

 ¿Cuáles son las causas del terrorismo internacional? El rechazo de un sector del mundo islámico a la modernización occidental y a la globalización incontrolada; el fundamentalismo ---islámico y judío---; el enquistamiento del conflicto palestino-israelí; los residuos de la política exterior norteamericana aplicada durante la guerra fría frente a la URSS, que activó integrismos islámicos en diversas partes del mundo ---Balcanes  Cáucaso y Asia Central, principalmente---.

¿Cuál puede ser la estrategia? Parece estar en fase de diseño, debido a su dificultad y complejidad. La tarea es muy difícil, por lo que es recomendable el máximo de prudencia, la amplitud de los apoyos y la parsimonia en la selección de objetivos y en su escalonamiento a lo largo del tiempo.

El primer objetivo parece ser la destrucción de la red de Bin Laden en Afganistán, la captura de su jefe,  y la sustitución del régimen talibán por otro no hostil a la comunidad internacional.

 El objetivo de la destrucción de la red de Bin Laden puede llevar a acciones en otros países además de Afganistan, por lo que se hace preciso hilar muy fino acerca de los medios de acción inmediatos sobre los regímenes que apoyan esta red en concreto. Presiones diplomáticas, económicas, ¿militares? ¿masivas o concentradas? ¿con qué secuencia y ritmo?

El objetivo a más largo plazo debería ser conseguir una situación en la que el apoyo al terrorismo internacional por parte de los regímenes que quieran formar parte íntegramente de la comunidad internacional desaparezca. Y eso exigirá unas políticas de largo alcance, prolongadas en el tiempo, y que han de ser muy cuidadosas en la selección de objetivos y medios, con el fin de evitar una desestabilización generalizada de la situación en el mundo islámico. Y esas políticas, además de ir dirigidas al desmantelamiento de las organizaciones terroristas y la reducción o desaparición de sus apoyos, deberían orientarse también a eliminar los factores mencionados al principio de este comentario, que impulsan a un sector del mundo musulmán hacia el fundamentalismo islámico.

Por último, parece que los medios a utilizar, en una política de tal envergadura, deben ser muy afinados por lo que se refiere a conseguir legitimación amplia a través de la ONU y mantener los  apoyos generalizados obtenidos estos días entre la comunidad internacional.