LOS HERMANOS MUSULMANES DESAFÍAN A MUBARAK

 

La última fase de las elecciones egipcias puede consolidar el ascenso de los islamistas, que ya cuentan con 76 escaños y cobran fuerza como alternativa política

 

 Reportaje de Rosa Meneses, enviada especial, en “El Mundo” del 30.11.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el  reportaje que sigue para incluirlo en este sitio web.


El Cairo.- Nada hace pensar en la capital egipcia que el país se encuentre inmerso en el proceso electoral más importante del último medio siglo. Los carteles electorales no abundan y la gente continúa su rutina en las caóticas calles de El Cairo.«La vida aquí es dura y el dinero para sobrevivir, escaso», dice Hasan, padre de familia que trabaja como conductor.

Pero, pese al tedio que domina la esfera política egipcia, ésta se enfrenta a uno de sus mayores desafíos. El gobernante Partido Nacional Democrático (PND), que lidera el propio presidente, Hosni Mubarak, y la formación islamista Hermanos Musulmanes están inmersos en un crucial duelo en las elecciones parlamentarias que comenzaron el pasado 9 de noviembre y que se celebran en varias fases en el país árabe más poblado del mundo.

La última ronda electoral, que comenzará mañana en nueve circunscripciones, puede confirmar el fuerte ascenso de la Hermandad, que ya ha conquistado 76 escaños (el 16%) en la Asamblea Popular y amenaza el hasta ahora incontestable poder del PND tras catapultarse como una fuerte alternativa política. Y todo a pesar de que la formación es ilegal -la Consitución egipcia prohíbe los partidos religiosos- y de no haber renovado sus ideales desde que fue creada por el imam Hasan al Banna, en 1928.

«Las elecciones parlamentarias tienen a Mubarak atrapado entre la decisión de contentar a EEUU, demostrando que sus reformas marchan bien y que se celebran elecciones transparentes, y el deseo de querer seguir controlando el Parlamento como ha hecho siempre», comenta George Joffe, especialista en Oriente Próximo de la Universidad de Cambridge.

Trayectoria ascendente

Aunque el PND se empeñe en minimizar el rol de los islamistas, la Hermandad ha quintuplicado su presencia en el Parlamento.En la anterior legislatura tenía 17 diputados. Si la trayectoria ascendente de los islamistas se confirma mañana, la cofradía formará el grupo de oposición más numeroso en la nueva Asamblea.El PND ha conquistado por ahora el 70% de los escaños y es seguro que conservará su mayoría. En parte, porque los Hermanos Musulmanes han querido ser cautos y sólo se han presentado a un tercio de los asientos en juego.

De los 444 diputados que son elegidos democráticamente, los ijuan aspiran a lograr un total de 120. «No tienen motivos para temernos.Nuestro éxito no debe asustar a nadie: respetamos los derechos de todos los grupos religiosos y políticos. El despotismo y la corrupción han hecho mucho más daño al país durante el último siglo», ha apuntado el vicepresidente de la cofradía, Jairat el Shatir.

Desde que sus actividades fueran prohibidas en 1954 por Gamal Abdel Nasser, los Hermanos Musulmanes juegan un rol político importante por primera vez. La cofradía sigue ilegalizada como partido político, pero ha eludido la clandestinidad presentando a sus candidatos como independientes, aprovechando la tímida apertura del régimen, que le ha permitido organizar una verdadera campaña electoral.

Los grandes derrotados serán los grupos de oposición secular, que sólo pueden aspirar ya a un puñado de escaños. «Es muy interesante advertir que los partidos de oposición como Al Ghad o el bloque Kifaya no están teniendo buenos resultados. Esto se debe a que el egipcio medio no ha visto estos movimientos como representativos de sus intereses y los percibe como formaciones elitistas y prooccidentales».El propio líder de Al Ghad, Ayman Nour, que le disputó la Presidencia a Mubarak el pasado 7 de septiembre, ha vuelto a ser derrotado.En la primera etapa de las legislativas perdió su escaño parlamentario.La lectura que en los medios locales se hace de este descalabro es que, más allá de la Hermandad, no hay una oposición real en Egipto. El mensaje de los Hermanos Musulmanes, que ha hecho campaña con el lema «El islam es la solución», ha calado hondo entre los marginados, que buscan una solución a los problemas de cada día: el paro, la pobreza y la falta de oportunidades.