"QUÉ NOS DEPARA PAKISTÁN"

 

 Artículo de Florentino Portero en “ABC” del 15.05.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

La crisis política en Pakistán es un problema de enorme magnitud y como tal debemos tratarlo. A diferencia de lo ocurrido en la India, donde a pesar de las extremas dificultades la democracia ha ido enraizando hasta convertirse en la base que proporciona estabilidad al impresionante desarrollo económico y social que esta gran nación está viviendo, en Pakistán la democracia ha sufrido fracaso tras fracaso. Golpes de estado militares eran recibidos con alivio para acabar resultando un problema por su incapacidad para evolucionar hacia una situación aceptable. Los períodos de supuesta normalidad constitucional se convertían en tiempo de escándalo, permitiendo el florecimiento de la corrupción y la arbitrariedad. Mientras tanto, las corrientes fundamentalistas ganaban terreno, aprovechando la generalizada sensación de frustración.

Hoy vemos a la dictadura del general Musharraf como un régimen amigo en la lucha contra el terrorismo, dada su colaboración en el conflicto afgano. Sin embargo, la inteligencia militar paquistaní ha apoyado a los talibanes y promovido la «bomba islámica», el esfuerzo por propagar la tecnología nuclear entre los estados musulmanes para asegurar su superioridad en la tensión con Occidente. El fatídico Dr.Kahn, con el conocimiento de los altos cargos militares, distribuyó información y tecnología nuclear a Irak, Irán o Libia. El apoyo era interesado y, por lo tanto, de vida corta. En cuanto percibieron que Estados Unidos se empantanaba en Irak dejaron de poner trabas a los talibanes y los resultados están a la vista, con riesgo para nuestras propias tropas.

El declive de Musharraf es evidente. Para sostenerse se ha sentido forzado a cesar al presidente del Tribunal Supremo, lo que ha provocado disturbios y muertes. Tras él, ¿qué nos espera? Sea cual sea la opción, el nuevo gobierno dispondrá de armamento nuclear y tendrá que tomar una posición ante sus inquilinos talibanes y de Al Qaida. ¿Se imaginan lo que podría ocurrir si tras el final de la dictadura militar unas elecciones dieran paso a un gobierno islamista?