UN INFORME OPORTUNO

 

 Artículo de Florentino Portero en “La Razón” del 16.11.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

  

España ha pasado de ser una nación puntera en la resolución de los grandes problemas de Occidente a ensimismarse en temas que creíamos superados.

FAES ha tenido el buen criterio de estar presente en un gran debate atlántico y hoy presenta un informe

sobre la reforma de la Alianza Atlántica. La OTAN está en crisis. El todavía canciller Schröder lo reconoció,

al denunciar que las grandes cuestiones estratégicas ya no se discutían en el seno de la Alianza.

Primero fue un problema de capacidades: los europeos no gastábamos lo sufi ciente en defensa y nuestros

ejércitos estaban perdiendo «interoperabilidad» con los norte americanos.

Luego fue un problema de voluntad: ante la Guerra contra el Terror Europa se partió. Los europeos no somos capaces de ponernos de acuerdo sobre si estamos o no en guerra y quién es nuestro enemigo.

En estas circunstancias la cohesión de la Alianza se ha visto gravemente afectada y su futuro como sistema

de defensa parece incierto.

Centros de análisis a ambas orillas del Atlántico irán publicando sus propuestas. FAES lo ha hecho ya. El informe trata de recuperar su espíritu fundacional. Ahora, como entonces, se trata de establecer un acuerdo entre democracias a favor de la propia libertad. No se actúa contra algo, sino a favor de unos valores comunes. Unos valores que están siendo amenazados por la acción violenta de grupos islamistas.

El terrorismo islamista rompe la clásica división entre seguridad exterior y seguridad interior. Una organización establecida en un lugar lejano ataca a una democracia utilizando ciudadanos del propio país.

Esta convergencia exige de la OTAN la incorporación de los ministros del Interior, con los cambios

organizativos necesarios, incluyendo un marco institucional más desarrollado para la coordinación de los

servicios de inteligencia. La seguridad ya no se garantiza con la victoria militar. Sólo la estabilización y la

democratización crearán las condiciones para que el radicalismo quede arrinconado en el seno del islam. No hay mejor vacuna que la libertad y el progreso. La Guerra Fría tenía su geografía. Hoy la amenaza es mucho más global y las democracias deben actuar conjuntamente.

La ampliación de la OTAN tiene que ir más allá incorporando a estados como Japón, Australia o Israel, cuyo compromiso en la Guerra contra el Terror es tan innegable como necesario.