ESCUDO HUMANO

 

 

 Artículo de Alfonso Rojo en “ABC” del 04.08.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

La frase es de un galés genial, cuyos retratos de los sufrientes civiles vietnamitas son un documento estremecedor. Se llama Philip Jones Griffiths y solía decir: «Tu oficio consiste en registrar la historia; es imposible no sentirte implicado, pero no tiene sentido llorar, porque no se puede enfocar con lágrimas en los ojos».

Lo escuché por primera vez en Sarajevo, en junio de 1992, de un tipo llamado Steve, que antes de hacerse reportero había sido nueve años soldado profesional. Acababa de comenzar la carnicería y por la sitiada ciudad sólo deambulábamos media docena de periodistas. Fue en un profundo y húmedo búnker, donde permanecían, recluidos como ratas, los niños del colegio de subnormales a los que no habían recogido sus padres y quedaron abandonados en medio del tiroteo.

Me acordé de la frase de Griffiths este lunes, escuchando a los tertulianos en las emisoras de radio y leyendo columnas sobre la masacre de Qana.

Nadie con dos dedos de frente y una pizca de corazón, puede ser insensible a la tragedia de esos 54 inocentes -27 de ellos críos- muertos por un bombardeo israelí. No hay nada más estremecedor que la muerte de un niño. No imagino un dolor más grande que la pérdida de uno de mis hijos. Es algo que violenta la naturaleza, porque lo lógico, lo normal, es que fallezcamos antes que ellos.

Las cadáveres infantiles de Qana nos han dejado a todos un nudo en la garganta. Lo que no deben hacer, es colocarnos un velo ante los ojos. Si eres periodista y tienes que contar las cosas, o político y debes valorarlas para buscar soluciones, no puedes permitir que las lágrimas empañen tu capacidad de análisis. Sobre Qana hay crónicas emocionantes. Se ha escrito que muchas mujeres abrazaron a sus hijos para protegerles. Que se apretaron contra los muros y que todo, hasta su llanto, resultó irrisorio cuando las bombas guiadas por láser impactaron contra el muro.

Lo que no he leído es que Hizbolá utilizaba el inmueble para esconder rampas lanzacohetes. ¿Han visto ustedes los videos? ¿Han echado un vistazo a las filmaciones que día tras otro registran los drones israelíes?

Algunas de las imágenes, que circulan por Internet y que no salen en los telediarios, corresponden a la ciudad de Qana. Son grisáceas, filmadas con infrarrojos desde esos aviones guiados por control remoto y muestran como los terroristas de Hizbolá esconden sus camiones lanzadera en hospitales, escuelas y casas. Como disparan desde los mismos lugares donde se refugian sus civiles.

Lo ocurrido en Qana es espantoso, pero estoy seguro de que Israel no hubiera atacado el edificio si hubiera sabido que en el sótano, se apiñaban decenas de desventurados. Los terroristas lo sabían y los usaban como escudos humanos.