SARKOZY SE ENFRENTA A LOS "PROGRES"

Reseña hecha por Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del   29 de mayo de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado la reseña que sigue para incluirla en este sitio web.

 

El Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, no parece que sea un cobarde. Llegó al Eliseo porque llamó a las cosas por su nombre y cogió el toro por los cuernos. Ahora se ha enfrentado a la amenaza que representan los "progres", tipos franceses parecidos a Zapatero y su camada. Sus declaraciones, pronunciadas después de ganarles una votación, son ejemplares, aclaran muchas mentiras de la izquierda y merecen ser tratadas con respeto y admiración en este blog de demócratas.
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"Hoy hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. De esos que el pensamiento único es el del que lo sabe todo y que condena la política mientras la practica. Desde hoy no permitiremos mercantilizar un mundo en el que no quede lugar para la cultura: Desde 1968 no se podía hablar de moral.


Nos impusieron el relativismo: la idea de que todo es igual, lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.


Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta, que las buenas maneras habían terminado, que no había nada sagrado, nada admirable. El slogan era VIVIR SIN OBLIGACIONES Y GOZAR SIN TRABAS.


Quisieron terminar con la escuela de excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor.

Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder. La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Hay que rehabilitar la cultura del trabajo.


Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: se ha abierto una fosa entre la policía y la juventud: los vándalos son buenos y la policía es mala. Como si la sociedad fuera siempre culpable y el delincuente inocente.

Defienden los servicios públicos pero jamás usan transporte colectivo. Aman mucho a la escuela pública pero mandan a sus hijos a colegios privados. Adoran la periferia pero jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún ocupa, pero no aceptan que se instalen en su casa.


Son esos que han renunciado al mérito y al esfuerzo y que atizan el odio a la familia, a la sociedad, a la religión y a la República.

Hoy debemos volver a los antiguos valores del respeto, de la educación, de la cultura y de las obligaciones antes que los derechos. Estos se ganarán haciendo valer y respetar los anteriores".


Nicolás Sarkozy