LA LETRA CON ESFUERZO ENTRA

 

 Artículo de XAVIER BRU DE SALA  en “La Vanguardia” del  11/12/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)


Marta Cid, consellera de Enseyament, merece un sobresaliente en este progresismop edagógico catalanista que tanto mal sigue haciendo. Nuestros alumnos están en la parte baja de la tabla mundial en matemáticas y comprensión lectora, lo que es un escándalo mayúsculo, y la consellera sale respondiendo que entre las escuelas catalanas hay pocas diferencias y casi todos sus alumnos están en la parte media (o sea la baja de la OCDE), sin lumbreras ni rezagados. No arrastrar tontos es un gran qué, pero que los más inteligentes no destaquen es gravísimo.

Queriendo tapar un agujero con una medalla, la consellera ha puesto al descubierto otro fallo del sistemae ducativo. El razonamiento correcto debería ser: ya que el nivel medio es tan extraordinariamente bajo -¡en la avanzadilla de la renovación pedagógica!-, por lo menos preparemos bien a los que la naturaleza ha dotado con mayores capacidades. Pero no. La consigna catalana es ni un tonto de remate ni un superdotado.Por esos dos caminos tenemos asegurado un presente de medio tontos y un futuro de tontos de remate. Lo que no sube, baja. Lo que no mejora, empeora.

Si la pregunta fuera: ¿Ha introducido o piensa introducir el Govern cambios estratégicos para mejorar el rendimiento escolar en las dos materias clave?, la respuesta sería un no indignado y rotundo. Ni Cid ni sus antecesoras/es creen de verdad que tengamos un problema muy serio encima de la mesa colectiva. El grueso de artículos y libros dedicados a acotarlo y apuntar soluciones es ya considerable, pero pocos pedagogos profesionales intervienen en él, como no sea para defender la situación actual y atacar por entrometidos, eso es, por incompetentes, a los que, desde otros campos, aportan sus conocimientos e ideas. La primera evidencia contra la que luchar es que en términos generales nuestros pedagogos están satisfechos de su labor. Por más que los resultados descalifiquen las orientaciones generales, aún mitificamos a los capdavanters de un movimiento que partió de premisas equivocadas, como la bondad de la infancia o que para aprender no hay que esforzarse, sino estar motivado y dispuesto a pasarlo bien.

¿Cómo quieren corregir un problema si sus responsables están convencidos de que no lo hay, si hasta un buen número de escritores de fama, destacados periodistas y conductores de programas literarios apelan día sí día también a esa inmensa tontería del placer de la lectura? Por las vías exclusivas o principales del placer como estrategia lectora, la cultura dejaría de existir. Muy al contrario, y como proclamaba Leopardi, el placer en la lectura está al final de un camino lleno de asperezas. Incluso voy más allá, no merece la pena una lectura que no suponga un reto a nuestras capacidades de asimilación, a nuestras seguridades y conocimientos, que no lleve aparejadas notables dosis de concentración, hasta angustia y despliegue de nuestras capacidades. Buscar sólo placer o ante todo placer en la lectura es una equivocación que incapacita para leer los mejores libros. El placer de leer estriba en coronar cimas no sin exprimirse las neuronas y, en algún caso, descender luego por las pendientes conquistadas peldaño a peldaño. Cierto es que puede subirse en alas, pero no en helicóptero, sólo en las propias alas, las alas que le han salido a uno a copia de intentar levantar el vuelo como lector. El informe de la OCDE no es el primero, ni el último. Pero cae como los anteriores en el saco roto de unos profesionales y responsables del ramo educador convencidos de acertar en los grandes parámetros.Yno es así. Lo dicho para la lectura vale para los números. Todos nacemos con facultades para articular lenguaje y distinguir dos manzanas de cuatro. Incluso mamá cuervo cuenta sin haber ido a la escuela, y no se aleja de su GALLARDO nido si han pasado siete observadores y vuelven seis. Pero para extraer capacidades de abstracción y cálculo a partir de esas facultades naturales hay que acudir a centros de aprendizaje forzado, ¿qué otra cosa es una escuela?, y ser convenientemente estimulado a un esfuerzo mental continuo, al principio y a menudo desagradable. Sin abdicar del civilizado valor que procura una infancia feliz, es imprescindible acompañar los estímulos con amenazas y privaciones. La comprensión lectora o lectoescriptura y las matemáticas son los dos pilares de la capacidad de razonar de todo el sistema de aprendizaje, no las manualidades, los videojuegos o las diversiones extraescolares, y ni la asimilación de fraternidades y solidaridades servirá de nada en analfabetos funcionales incapaces de cálculo y abstracción mental.El día en que la consellera de Ensenyament responda anunciando o explicando cambios en profundidad, no maquillaje para mejorar en comprensión lectora y matemáticas, donde los estudios comparativos señalan los peores fallos, empezaré a creer que ser niño catalán hoy equivale a ser ciudadano mañana del país endreçat soñado por nuestros abuelos.