RECUPERACIÓN DEL PP

 

 

 Editorial de  “ABC” del 29.08.2003

 

EL barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas correspondiente al mes de julio confirma una espectacular recuperación del PP en intención de voto. Aventaja en seis puntos al PSOE (41,2 por ciento frente al 35,2). En abril, el PSOE aventajaba al PP en 2,2 puntos. Es decir, los populares han remontado 8,2 puntos sobre el primer partido de la oposición. IU y CiU permanecen igual y el PNV sufre un ligerísimo descenso. En intención directa de voto, el PSOE conserva por muy escaso margen su ventaja sobre el PP. Desde el punto de vista de la sucesión de Aznar, los ministros mejor valorados son Rajoy y Rato, seguidos de Acebes, Arenas y Zaplana, aunque cabe recordar que el sucesor no ha de ser necesariamente ministro del actual Gobierno.

Al margen de las cautelas que toda consulta de esta naturaleza pueda merecer, se trata de unos resultados más que alentadores para el PP. Hay que recordar que la encuesta se realizó en medio de la crisis de la Asamblea de Madrid y de la posguerra de Irak, y no mucho después de la huelga general y del accidente del «Prestige». La distancia entre los dos principales partidos vuelve a ser la misma que hace un año, inmediatamente antes de la huelga general. Los datos confirman los errores de la estrategia de oposición del PSOE, que habría desperdiciado hechos, aparentemente tan desfavorables para el Gobierno, como la convocatoria de una huelga general, el hundimiento del «Prestige» y la guerra de Irak. Un año más tarde, la distancia se mantiene, después de que el PSOE llegara a aventajar al PP en el pasado abril por primera vez desde que los populares ganaran sus primeras elecciones generales. No les faltan motivos para la reflexión y la autocrítica al primer partido de la oposición y a su secretario general, a pesar de ser el líder más valorado con 4,93 puntos frente a los 4,46 de Aznar. Dilapidar una coyuntura tan favorable, que es poco menos que inverosímil que vuelva a producirse, sólo puede sembrar las dudas sobre las posibilidades electorales del PSOE para 2004.

Desde estas páginas hemos venido reiterando los errores de la estrategia socialista, tanto desde el punto de vista del fondo como de la forma. El PSOE ha sucumbido a los cantos de sirena populistas y ha buscado más el efectismo radical que el cuidado de los programas y de las alternativas. Todos los expertos coinciden en destacar que, desde la recuperación de la democracia, las elecciones se han ganado siempre desde la moderación y el centro. El PSOE, al menos en los últimos meses, se ha obstinado en recurrir a la demagogia y a la alianza con la izquierda radical, pensando quizá que la relativa soledad de un Gobierno con mayoría absoluta era su mejor patrimonio, y abandonando a su rival el decisivo botín electoral moderado. El clamor de la calle puede ser engañoso. Por muchos que sean los manifestantes son siempre más los votantes que no se manifiestan sino a la hora de votar. Y éstos terminan por decidir. Son más las nueces electorales que el ruido callejero. Las voces más sensatas y libres del socialismo español no han dejado de reconocerlo. Tampoco deben faltar en el PSOE quienes esperen, con cierta complacencia, el fracaso electoral del actual e inexperto equipo directivo. No obstante, lo que puede ser una buena noticia para el PP no lo es necesariamente para la democracia española, que necesita una alternativa de izquierda moderada equiparable a la socialdemocracia europea.