IBARRETXE SE ENFRENTA A UN SECTOR DEL PNV POR ELABORAR SU PROYECTO SOBERANISTA SIN CONTAR CON EL PARTIDO

 

Dirigentes del PNV denuncian que la «bicefalia tradicional en el partido se ha deteriorado» con la iniciativa del lendakari

 

 

J. M. en “ABC” del 15.09.2003

 

Este sector ha confeccionado una lista de agravios que se resume en que Ibarretxe y los cargos públicos deben someterse al «descargo» ante la organización

MADRID/BILBAO. Pintan bastos para Juan José Ibarretxe. Un sector importante del PNV, concentrado sobre todo en Vizcaya y, en menor medida, en Álava, ha lanzado fortísimas críticas al lendakari por la forma y el fondo de plantear su iniciativa soberanista. El pasado viernes, el presidente del Gobierno vasco impulsó la convocatoria de la Asamblea Nacional del PNV -diferente a la Asamblea General que se celebrará en enero y que será la cuarta de estas características- para evitar que las críticas alcanzasen más virulencia, reclamar del partido el máximo apoyo a su plan y desmentir que, al hilo de su iniciativa, se esté propiciando, como algunos sospechan, una alternativa interna a la actual dirección encabezada por Xabier Arzalluz.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo no obtuvo los resultados esperados. La declaración del portavoz del PNV, Joseba Egibar, y al que en Vizcaya se le quiere apartar de cualquier posibilidad de suceder a Arzalluz, según la cual el Plan Ibarretxe es una iniciativa del Gobierno tripartito pero no como tal del PNV, ha desbaratado el planteamiento de Ajuria Enea.

Según las fuentes consultadas por ABC -las mismas que permitieron a este periódico adelantar los pasados días 5 y 12 de este mes la crisis del Plan Ibarretxe y las fuertes tensiones en el partido por la sucesión de Arzalluz- aseguraron que «el lendakari no ha hecho bien las cosas porque es verdad que en mayo de 2001 (las elecciones autonómicas) creció mucho, pero las elecciones las ganó el PNV, no él». Estas mismas fuentes sostienen «que el Plan está frenado, no habrá texto articulado el día 26, tampoco consulta popular y, seguramente, habrá que reformular la política de estos meses calculando sus consecuencias».

Los sectores que ahora se enfrentan al plan del lendakari lo hacen, no tanto porque no coincidan con sus tesis de fondo, sino, sobre todo, porque «ha roto las formas y nos ha metido en un lío, alterando un principio esencial: las grandes decisiones políticas las marca el Euskadi Buru Batzar y el Gobierno las ejecuta». Este sector del PNV ha confeccionado una lista de agravios muy prolija que se puede resumir así, según las fuentes consultadas por ABC: Ibarretxe y todos los cargos públicos deben someterse al trámite del «descargo» ante los órganos del partido y, en particular, ante la Asamblea Nacional; el texto articulado que apareció publicado íntegramente en ABC el pasado 23 de julio y el informe posterior sobre el procedimiento, también publicado en estas páginas el lunes día ocho de septiembre, era desconocido para la mayoría de los dirigentes del PNV y no había sido discutido ni aprobado por la Ejecutiva Nacional; en el texto articulado, la disposición final deroga el Estatuto de Guernica que fue negociado, entre otros, por Xabier Arzalluz, lo que supondría un «revisionismo fuera de lugar»; no han sido consultados los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa cuando el plan les afecta de lleno y altera el sentido de pacto entre las tres provincias, olvidándose de que Álava «nos puede crear un grave problema en el futuro»; en los órganos del gobierno del PNV no se conoce a los autores ni del texto articulado ni del informe de procedimiento; Ibarretxe no se ha garantizado el apoyo completo y total de Izquierda Unida y de Eusko Alkartasuna que ahora plantean alternativas que «no puede aceptar el partido» y, por fin, se «manipula» sin que el EBB ni la Ejecutiva vizcaína de la que depende directamente lo hayan autorizado, al presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa -tampoco consultado- para que propicie una «resolución de la presidencia del Parlamento» sin debate, sin atenerse a mayoría alguna y de forma unilateral.

Momento clave

«El lendakari ha ido muy lejos» insisten las fuentes consultadas que plantean ahora este malestar -«viene de atrás», puntualizan- porque «estamos en un momento clave, la sucesión de Arzalluz». Estos sectores son los perdedores en la pelea por mantener en la Diputación Foral de Vizcaya a Josu Bergara, próximo a Arzalluz, en la que Urkullu, presidente del Bizkai Buru Batzar -Ejecutiva de Vizcaya- situó a José Luis Bilbao. La salida de la BBK de José Ignacio Berroeta, sustituido por Xabier Irala, ha dejado un poso de «nostalgia, porque Berroeta era un buen profesional en el que confiaba el EBB, siempre ha sido discreto y ha hecho lo que tenía que hacer».

También preocupa en Sabin Etxea, sede central del PNV en Bilbao, que «el cambio en la dirección, sin Arzalluz, provoque un vuelco en las listas a las generales de marzo y se lleven por delante a Anasagasti, después de haber colocado a José Juan González de Txabarri en la presidencia de la Diputación Foral de Guipúzcoa». Hoy deben conocerse las listas de candidatos a cargos públicos, pero el proceso electoral interno y la situación de cambio de ciclo en el PNV, en el que se ha insertado el Plan Ibarretxe,augura un largo e indefinido compás de espera a cualquier iniciativa que altere el «statu quo» de la Comunidad Autónoma Vasca. «Además -insisten las fuentes consultadas- hay hitos que serán importantes, como lo que pase en Cataluña y lo que dé de sí el PSOE». La consigna es rebajar la tensión, ajustar cuentas dentro y, si como parece, las posibilidades del Plan Ibarretxe disminuyen día a día, «tomar el rumbo más correcto».