LA MALA CONCIENCIA
Artículo de César Alonso DE LOS RÍOS en “ABC” del 25/07/2004
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
VEINTITRÉS
de julio. Viernes tarde. Oigo en un programa de radio que el PSOE podría
demandar judicialmente a Aznar por haber conseguido la Medalla del Congreso
norteamericano gracias a la campaña de relaciones públicas montada por un
«lobby». Me llama mi amigo.
-Están en el linchamiento de Aznar. Como locos. ¿Por qué si el enemigo a batir
hoy debería ser Rajoy?
-Te equivocas. Los socialistas saben que la fuerza de Rajoy viene de Aznar y por
lo mismo la liquidación de aquél sólo puede hacerse a través de la de éste.
Piensa que no les valió de nada que Aznar anunciara su retirada de la política.
-Parece que eso les excitó aún más.
-Porque lo peor que podía sucederles es que se fuera de rositas. Podría
convertirse en un mito.
-Sobre todo cuando se hacía la comparación con González. Mientras que éste había
terminado su carrera envuelto en los escándalos de la corrupción económica y del
terrorismo de Estado, Aznar pasaba a la Historia como un modelo.
-Tienes razón, pero lo más grave no era el problema que planteaba el paralelismo
de los dos líderes, sino lo que se deducía para las fuerzas que éstos
representaban. Al caer el prestigio de González y subir el de Aznar, la
izquierda perdía la conciencia de superioridad moral en la que siempre ha estado
instalada.
-Ese salto de lo personal a lo colectivo que señalas es muy importante y por ahí
es por donde se produce la mala conciencia de toda la izquierda, incluida la
comunista. Ahora bien, para librarse de ella entienden que más que reponer la
fama de González hay que liquidar la de Aznar. La demonización de Aznar les
liberará de los demonios propios.
AUN cuando se retirara de la carrera presidencial. El hecho es que no podía
pasar a la Historia con una imagen aceptable. Si fuera así, el descrédito no
sólo afectaría a González, sino a todos los que le habían votado y defendido sin
ningún tipo de reservas. Todos habían sido Galindo. Todos habían sido Roldán.
Todos habían sido González. Incluso el diputado -silente- Zapatero.
-Convendría estudiar mejor los efectos que produce la identificación de las
masas con sus líderes y las direcciones de los partidos en los casos de
corrupción. Los seguidores acríticos interiorizan los fallos de sus líderes
hasta el punto de sentirse más cerca de éstos que antes de que se diera este
vínculo perverso.
-Y supongo que ese efecto de adhesión en el Mal tiene su efecto inverso en
relación con quienes dicen representar el Bien. Así que el Gal y la corrupción
económica sirvieron de cohesión en el PSOE y de rechazo en contra del PP
precisamente porque denunciaba los excesos.
SE crea una mala conciencia en los seguidores que les lleva curiosamente a la
solidaridad con aquellos a los que deberían haber abandonado.
-Quizá por eso la corrupción desgasta menos de lo que generalmente creemos.
-Incluso obliga a apretar las filas.
-Es la solidaridad en el error.
-En el crimen, incluso.
-Es un proceso muy peligroso.
-El peor de todos. Puede conducir a nuevos tipos de fascismo.
-Según eso, los hechos que estamos viviendo desde el 11 de marzo pueden servir
como consolidación de la izquierda.
-Por supuesto. Cuanto más evidente sea la utilización electoral de la masacre
-autorías aparte- que hizo el PSOE, mayor será la mala conciencia de quienes lo
votaron el 14 de marzo. Y cuanto mayor sea esa mala conciencia, más fuerte será
la solidaridad con Zapatero y mayor el odio a Aznar.
-Hasta mañana.
-Hasta mañana.