LOS TONTOS ÚTILES DE AL QAIDA

 

 

  Artículo de César ALONSO DE LOS RÍOS en “ABC” del 20.05.2003

Todos los políticos del mundo conocían la existencia del comunicado de Al Qaida en el que se llama a los musulmanes a «liberarse del yugo de regímenes apóstatas, sometidos a América». Todos, menos Zapatero y Llamazares según parece.

Todos sabíamos también a qué países hacía referencia Ben Laden: «Entre los países -decía el texto- que deberían ser liberados figuran Jordania, Marruecos, Nigeria, Pakistán, el país de las dos mezquitas santas (o sea Arabia Saudí) y el Yemen». Los únicos que no se habían enterado eran Zapatero, Llamazares y quienes aceptan sin pestañear las siniestras ocurrencias de éstos.

Todos los ciudadanos que componen eso que damos en llamar la opinión pública mundial pudieron comprobar con horror que con los tres atentados en Arabia Saudí -34 muertes- Al Qaida comenzaba a cumplir su anunciada guerra de «liberación». Todos, menos Zapatero, Llamazares y los suyos.

Así que cuando, a los cuatro días, saltó la noticia del atentado en Casablanca ¿quién podía ser tan ciego para no ver que Marruecos era la segunda víctima, el segundo de los países «heréticos» que los buenos musulmanes deben «liberar»? Zapatero y Llamazares han sido así de ciegos. Los dos han escapado a la evidencia y se han empeñado en considerar las explosiones de tres coches en Casablanca -24 muertes- como una consecuencia de la injusta, criminal e ilegal guerra de Irak. De ese modo Zapatero y Llamazares han acusado de autoría indirecta a Bush, Blair y Aznar y han justificado -explicado, al menos- las razones de Al Qaida. Como si estos atentados de ahora no fueran la continuación de la guerra que comenzó el 11 de Septiembre. Y es que a Zapatero y Llamazares lo único que les importa es desautorizar la estrategia occidental, al primero porque está representada por su competidor Aznar, al segundo porque es la respuesta capitalista. El hecho es que ambos coinciden en explicar las tensiones mundiales a partir de una división demagógica entre pobres árabes y ricos occidentales, el Imperio y la periferia, cultura hegemónica y religión dominada. Una traslación, en el fondo, del problema nacional. La «palestinización del País Vasco».

Lo que está sucediendo en el Partido Socialista y en Izquierda Unida en relación con los problemas internacionales y de forma muy especial con el terrorismo es muy grave y no sólo porque puedan dañar sin causa justificada al partido del gobierno o porque puedan sacar provecho político de forma inmerecida o incluso condenable sino porque de este modo están debilitando la estrategia occidental en favor de la paz «real» y están colaborando con el enemigo más peligroso que tiene en estos momentos el orden mundial. Fueron los mejores colaboradores del criminal Sadam Husein cuando comparaban su maldad con la de Bush (cuántos lo dijeron a nuestro alrededor), son los mejores del terrorismo islamista ahora al considerar los atentados de Al Qaida como una respuesta lógica a la guerra de Irak.

Zapatero y Llamazares eran ya un peligro a causa de sus posiciones en el País Vasco, alentadoras del diálogo y la «paz» en el primero de los casos, activamente colaboradores en el segundo. Desde la crisis de Irak lo están siendo a escala europea por una similar actitud ante el terrorismo internacional. En un momento de la Historia en la que el fundamentalismo islamista amenaza con una guerra sin fronteras y unos métodos clandestinos, el candidato a La Moncloa responsabiliza de los crímenes de Al Qaida a los Gobiernos americano, británico y español. ¿Tendrá que triunfar el islamismo a unos kilómetros de nuestras costas, en Marruecos, para que Zapatero sea consciente de la situación? (Porque Llamazares es útil pero no tonto)