COMO LOS JUDÍOS BAJO LOS NAZIS  

  Artículo de Luis María ANSON,de la Real Academia Española en “La Razón” del 27.01.2004 

El Príncipe de Asturias inauguró ayer el Congreso sobre víctimas del terrorismo con palabras certeras. La denuncia de la situación en el País Vasco, acorralado bajo la dictadura del miedo, es un ejemplo significativo del vendaval terrorista internacional que sacude al mundo de un extremo a otro.
   A Ibarreche debería caérsele la cara de vergüenza. Habla de democracia y libertad y todos los concejales del PSOE y del PP y su entorno en las provincias vascongadas viven en permanente zozobra, rodeados de escoltas y medidas de seguridad. Mientras no solucione esta situación, Ibarreche no tiene autoridad moral para proponer nada ni para decir nada, aunque se entienda con Carod-Rovira que se ha permitido hace unas semanas negociar solapadamente con los asesinos, disparando así un torpedo sobre la misma línea de flotación de Zapatero. Maragall está en la obligación moral de romper la relación con su jefe de Gobierno, que ha negociado que se mate a unos ciudadanos, sí, y a unos ciudadanos, no, a cambio de hacer concesiones a ETA, a cambio de dar cobertura política a los terroristas. La bajeza moral de Carod-Rovira le excluye de cualquier alianza política decente.
   Los concejales del PP y del PSOE y su entorno en el País Vasco padecen, cosa que sabe muy bien el conseller en cap de la Generalitat, una situación casi idéntica a la de los judíos bajo la opresión nazi. Se sienten acosados porque se les acosa. Viven amenazados, marginados, situados en la picota y en el punto de mira de Eta. En el resto de España no tenemos idea cabal de lo que está padeciendo una parte del pueblo vasco sometido a la opresión y a la vergüenza por no compartir las ideas del nazismo dominante. Cuando uno habla con un concejal vasco del PSOE, con una concejala del PP, se produce el anonadamiento por lo que cuentan, por lo que sufren, por lo que van a sufrir, por el trato social que reciben, igual que los judíos bajo el dominio nazi. Con una cobardía moral y física deleznable, Ibarreche y sus cómplices hacen a los terroristas de Eta todas las concesiones necesarias para que los concejales del PNV no se sientan ni acosados ni amenazados ni marginados. El «sálvese el que pueda» del Gobierno vasco es una de las páginas más miserables de la historia contemporánea de España. El amigo de Ibarreche, socio a la vez del PSOE catalán, Carod-Rovira, ha cometido una villanía paralela y ha tratado de pactar con ETA que mate a los vascos no nacionalistas, pero que no roce a los ciudadanos catalanes.