DESFACHATEZ ELEVADA AL CUBO

 

  Artículo de Luis María ANSON, de la Real Academia Española, en “La Razón” del 28.01.2004

 

Maragall no podía enfrentarse con la opinión pública y menos aún con el Secretario General de su partido. Tampoco podía chocar con Carod-Rovira, que es el que manda en el Gobierno catalán y el árbitro de la situación. Así es que, a costa del crédito de Zapatero, ha hecho una chapuza que a nadie engaña. Ha querido nadar y guardar la barretina. Y ha dejado las cosas como estaban. Carod-Rovira sigue en el Gobierno ciscándose en la voluntad expresa de Zapatero y de los notables del PSOE, en la opinión pública indignada y en las víctimas del terrorismo, muchas de las cuales eran y son militantes del PSOE. Lo que ha hecho Maragall es como si el Rey, después de su intervención en televisión el 23-F, hubiera nombrado ministro de Defensa a Milans.
   Carod-Rovira es un mural de preuniversitario. La utopía, la provocación, la marginación, el grito, el aspaviento, la vociferación, la guerra sucia contra el orden social reinante, forman parte de su ideología y de su acción. Con eso es con lo que ha pactado el PSOE para instalarse en el Gobierno catalán. El encuentro entre Carod-Rovira y los asesinos de Eta es lo que se podía esperar. Vendrán otras muchas atrocidades. La desfachatez del conseller sin cartera es supina. No ha pronunciado una palabra de arrepentimiento. Su mundo es ese. Se entiende y se entenderá con toda la marginación europea e iberoamericana. Siempre aspiró a ser el emperador del Paralelo, el de los «jóvenes bárbaros de hoy, entrad a saco en la civilización decadente y miserable de este país sin ventura; destruid sus templos, acabad con sus dioses, alzad el velo de las novicias y elevadlas a la categoría de madres para virilizar la historia; penetrad en los registros de propiedad y haced hogueras con sus papeles; no os detengáis ni ante los sepulcros ni ante los altares, destruid la Iglesia, luchad, matad». Nihil novum sub sole, en fin. Estas son las ideas tan moderadas y democráticas con las que se entusiasmaba en su juventud Carod-Rovira, el cual proyecta presentarse a las generales para decir, a poco que le voten, que tiene el respaldo de Cataluña.
   Zapatero, que firmó un comunicado modelo, no ha sido capaz de doblarle el pulso al líder de Esquerra. Ha perdido. Ha sido derrotado y escarnecido por el conseller. Ha recibido, además, una puñalada trapera de Maragall. Parecía que la prudencia se iba a imponer hasta después de elecciones. Pero a Carod-Rovira le tiene todo sin cuidado. El torpedo de su entrevista con Josu Ternera ha estallado en la misma línea de flotación de Zapatero. Rajoy se frota las manos.