NO USARÁS EL NOMBRE DE BLIX EN VANO

Por Inocencio F. Arias. Embajador de España ante la ONU, en "ABC" del 2-2-03

Con un breve comentario al final (L. B.-B.)

No me gustaría estos días estar en la piel de Hans Blix, el Inspector Jefe de la ONU en Irak. A sus suspiros se les saca punta interesada en un tema de enorme gravedad. Si dice que no hay que precipitarse, varios se cargan de razón. Si afirma que Sadam sigue sin cooperar adecuadamente, da poderosos argumentos a otros.

Blix es consciente, y lo repite, que él no puede dictaminar si Sadam Husein está incurriendo en «violación sustancial» de numerosas resoluciones de la ONU. Eso le compete a los gobiernos y al Consejo. Su papel es constatar si Irak sigue teniendo armas de destrucción masiva, contra la prohibición de la ONU, y si Sadam Husein colabora para que él pueda dar esa certificación. Tres cuestiones cruciales emanan del Informe de Blix presentado hace días:

1. ¿ Tiene armas de destrucción masiva, nucleares, bombas químicas...Irak? 2. ¿Está cooperando Irak como le ha ordenado el Consejo de Seguridad? 3. Si lo hace insatisfactoriamente, ¿deben continuar las inspecciones?

1. El inspector despacha la primera de un plumazo: No lo sabe. No puede decir que Sadam haya guardado las armas prohibidas ni tampoco que ya no las tiene.

2. ¿Coopera sinceramente Irak? Blix es menos rotundo, pero la lectura de su Informe es inequívoca. Sadam Huseim sigue incumpliendo lo que esta obligado a hacer. Nada menos que en veinte ocasiones a lo largo del Informe se señala la falta de cooperación o el comportamiento ilegal. Irak, se dice, «ha importado ilegalmente productos químicos y componentes para misiles», «la cooperación en temas sustanciales es deficiente», las declaraciones insuficientes, etc. La preocupante letanía es larga... En ella encuentro tres denuncias significativas por su gravedad: a) Irak no informa del paradero de 6,500 armas químicas. Seis mil quinientas, pienso yo, la cifra aturde y asusta. b) Hay «fuertes indicaciones de que Irak ha producido más ántrax del declarado». Tampoco muy tranquilizador. ¿Recuerdan el pánico colectivo en Estados Unidos por el envío de sólo cinco cartas con ántrax? c) Ninguna de las entrevistas de los inspectores con los científicos o funcionarios iraquíes se ha podido hacer a solas, sin la presencia de un «carabina» del gobierno. ¿Es concebible que en un régimen como el iraquí una persona admita espontáneamente algo serio enfrente de alguien del gobierno?

La cooperación de Irak es, pues, pasiva. El matiz es vital; no es lo que dijo, ordenó, el Consejo. No se trata de que la ONU haga el papel de Mortadelo y Filemón en un país del tamaño de Francia y que ha estado sin inspecciones 4 años. Resulta, que la reciente resolución 1441, la que le da a Sadam la última oportunidad, impone a Irak la obligación de colaborar con la ONU «irrestricta y activamente». No lo viene haciendo, por enésima vez, y a pesar de la última advertencia de la 1441 aprobada por unanimidad.

3. ¿Deben continuar las inspecciones? Blix dice que no tiene nada en contra, pero que se ha «abstenido de pedirlo» porque no quiere levantar falsas expectativas, no puede asegurar que producirán algo, «a no ser que cambie la actitud iraquí».

En resumen, Blix dice que con sus medios no puede certificar que Sadam haya destruido las armas prohibidas ni tampoco que las conserve, que el dirigente iraquí sigue incumpliendo sus obligaciones con la ONU (yo dije gráficamente, al comentar el Informe, que a los 12 años de meternos en este lío nos sigue tomando el pelo) y que, si no cambia la actitud del régimen, él es enormemente escéptico de que las inspecciones puedan dar algo. Por eso, él no pide que continúen.

Lo que nos deja en una encrucijada bastante torturante dado lo que está en juego y con el Consejo dividido. ¿Cambiará Sadam Husein con el mantenimiento de los inspectores durante semanas o meses? Archidudoso. ¿Qué le puede hacer «cambiar de actitud» a los 12 años de sistemáticamente camelear y torear a la ONU y cuando se le ha indicado, no sólo Estados Unidos sino la ONU, que ésta era su última oportunidad? Me temo que muy poco. Una vez más, el dirigente iraquí, por su maquiavelismo y megalomanía, nos ha metido en un embrollo de importantes consecuencias.

BREVE COMENTARIO

Luis Bouza-Brey (2-2-03)

 

Para el que quiera ver, la cosa está clara: Irak hace doce años que incumple las resoluciones de las NNUU, y en este plazo renovado que se le ha concedido las ha seguido incumpliendo; es un régimen tiránico y residual, que se mantiene en situación precaria gracias a la represión, al terror y al "síndrome numantino"; su perdurabilidad constituye una amenaza para la comunidad internacional, por sus armas de destrucción masiva; implica un peligro de colusión con los grupos terroristas globales, y constituye un enemigo real, por su apoyo demostrado al terrorismo fundamentalista palestino.

Además de ello, "Iraq has been and remains in material breach of its obligations under relevant resolutions, ...(and) false statements or omissions in the declarations submitted by Iraq pursuant to this resolution and failure by Iraq at any time to comply with, and cooperate fully in the implementation of this resolution shall constitute a further material breach of Iraq's obligations and will be reported to the Council for assessment in accordance with paragraphs 11 and or 12 below;... (and) the Council has repeatedly warned Iraq that it will face serious consequences as a result of its continued violations of its obligations;" (Resolución 1441 de las NNUU

).

Por todo ello, no se puede estar dilatando más la acción coercitiva sobre el régimen de Hussein. Es un régimen que debe ser derrocado por la fuerza: por su incumplimiento reiterado de las obligaciones internacionales, su comportamiento tiránico y hostil y su amenaza para la seguridad y la paz internacional.

En contra de esta conclusión se esgrimen argumentos morales, jurídicos y prácticos. Las argumentaciones morales parecen enormemente idealistas: se dice que hay que defender los ideales de cooperación, libertad y derechos humanos y actuar de acuerdo con ellos.  No se tiene en cuenta que la moral y el derecho, a nivel internacional, constituyen metas, y no realidades. Se apoya el "deber ser" kantiano y se rechaza el realismo "hobbesiano", sin tener en cuenta los dos siglos que median entre uno y otro y la analogía que existe entre el hoy a nivel internacional y el ayer del orden estatal. Hoy hace falta un "Leviatán" internacional que imponga orden y seguridad. Si los líderes europeos, Rusia y China, son sensibles, ese Leviatán emergerá sometido a control; si no, emergerá con características más absolutistas, y con más costos en tensiones y conflictos   para la Humanidad.

Los argumentos jurídicos se relacionan con los anteriores: se pretende defender que no hay bases jurídicas actualmente para actuar coercitivamente contra Irak, pues no está probado que posea armas de destrucción masiva. Lo que sí está probado es que esas armas existieron, y lo que no, es que se hayan destruido. Pero además, el comportamiento reiterado de Saddam Hussein durante toda su vida, así como su hostilidad hacia el mundo occidental, aportan indicios suficientes de que esas armas están ocultas en algún sitio.

Los argumentos prácticos constituyen el último reducto para oponerse a la intervención de la comunidad internacional en Irak: se dice que se debe dejar más tiempo a los inspectores de las NNUU para que puedan acreditar la existencia de armas, pero no se tiene en cuenta que la comunidad internacional viene siendo toreada por su debilidad y falta de firmeza durante doce años, por lo que la rueda de la indecisión, las prórrogas y la evasión podría continuar rodando de nuevo indefinidamente. Y eso tiene que terminar. La debilidad de la ONU y la desunión del  mundo occidental agravan enormemente el peligro frente al fundamentalismo islámico en el Oriente Próximo y en Asia, y crean un estímulo para la emergencia y consolidación de regímenes hostiles a la libertad en ambas zonas.

El segundo argumento práctico se refiere a la duración del plazo que se debería dar a los inspectores, hasta que haya evidencias más fuertes contra el régimen de Saddam Hussein, y se pueda aprobar una resolución de las NNUU que autoricen el uso de la fuerza. Lo que no se puede admitir, por las razones mencionadas anteriormente, es la prórroga repetida de la situación actual, ni confiar en que los inspectores puedan encontrar evidencias más firmes gracias a nuevos plazos. Las NNUU ya tienen evidencias suficientes, si quieren leerlas, de los peligros sobrevenidos e incumplimientos producidos por la situación actual de Irak. No se debe prolongar la situación varios meses más. Si las NNUU quieren, deben aprobar una nueva resolución inmediatamente. Si no, se estará malogrando su autoridad y su funcionalidad para el nuevo orden internacional que debe surgir de esta crisis.

Existe una última serie de argumentaciones, de tipo más político, que  aunque no merece comentario muy detallado, al menos conviene mencionar: el asunto de los "intereses",  el petróleo y la codicia de EEUU, resulta alicorto. Todos tenemos "interés" en que el petróleo siga fluyendo, y los EEUU no pueden apropiarse de los pozos petrolíferos de Iraq, ni aún dejándoles las manos libres por inacción del resto de las potencias, como está sucediendo actualmente.

Resulta también enormemente obsoleta la argumentación de que EEUU quiere establecer a Israel como gendarme del Oriente Próximo. Esta es una argumentación propia de la guerra fría ---de hace ya algún tiempo, ¿no les parece?---: Israel ya tiene suficiente trabajo con defenderse, como para provocar por añadidura la  hostilidad del mundo árabe.

Un tercer argumento es el del seguidismo de los países europeos, que no quieren seguir a Alemania y Francia y prefieren apoyar a EEUU en la situación actual. ¿No les parece también bastante burda esta argumentación? ¿A quién se debe seguir, a los que se limitan a cruzarse de brazos o a los que afrontan los peligros de la crisis mundial?