EL DETONANTE

 

 

 Artículo de José María Carrascal  en “La Razón” del 13/06/2004

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Se les están cayendo los palos del sombrajo y tratan desesperadamente de sostenerlo con los brazos. Contaban con que no habría resolución de la ONU sobre Iraq, y la ha habido. Creían que franceses, alemanes y norteamericanos continuarían peleados, y se han reamigado. Pensaban que París y Berlín les pagarían su alejamiento de Washington cediéndoles poder en Europa, y le han contestado lo que aquel caballero a la dama que le pedía dineros tras el acto: «Amor con amor se paga». Creyeron que Bush se achantaría ante su desplante, y ha firmado un acuerdo con Marruecos. Dieron por buena la falsa traducción de una agencia, como si en Exteriores no se supiera inglés, y han tenido que pedir disculpas. ¿Qué imprevisión! ¿Qué infantilismo! ¿Qué atolondramiento! ¿Qué autocomplacencia! ¿Qué espectáculo ante el mundo!
   Yo sé cómo va a salir de este berenjenal el presidente Zapatero: cediendo ante Marruecos en la cuestión del Sahara. Cambiando 180 grados la política, no ya del PSOE, sino de España hacia ese contencioso. Dejando caer la tesis de que debe solucionarse según las resoluciones de la ONU, para dar paso a otra que lo mete en su marco regional. O sea, la tesis de Marruecos. La sostuvo ya Maragall en su última visita a Rabat y la avaló Zapatero posteriormente en Casablanca. Incluso Moratinos anda haciendo ya gestiones por esas cancillerías para sacar adelante lo que él llama «Plan integral para el Magreb». Si yo fuera saharaui andaría preocupadísimo, pues intenta quitárseles la cobertura de la ONU para dejarles a merced de sus poderosos vecinos. Por cierto, ¿qué va a decir a ello Chaves, su máximo valedor en España? Bueno, Chaves está demasiado ocupado en gastarse los millones que le han dado.
   Pero si Zapatero y Moratinos creen que Marruecos va a contentarse con ese favor vuelven a demostrar que son unos pardillos. Al revés, sólo le abrirá el apetito. Una vez asegurado su frente sur, se dirigirá hacia el norte, que nunca ha olvidado. ¿Qué vamos a hacer ante una marcha verde sobre Melilla? ¿Disparar contra las mujeres y niños que la encabezarán? ¿Pedir ayuda a Francia, tradicional protectora de Marruecos? ¿A la Unión Europea, que es incapaz de solucionar los conflictos en Europa? ¿A Estados Unidos, tal vez, como cuando lo de Perejil? Serían capaces. Lo que ya dudamos es que Estados Unidos les hiciese caso.
   En fin, que Moratinos tenía la razón al decir que la retirada de nuestras tropas de Iraq ha sido el detonante de cuanto ha ocurrido después. En lo que se equivocaba era dónde. Ese detonante estaba justo debajo de nuestra silla. Es lo que suele ocurrir cuando se unen demagogia, improvisación e inexperiencia. Gracias a estos nuevos señores que nos gobiernan, España vuelve a estar donde estaba: en ningún sitio. Otra cosa es que los españoles lo vean.