EFECTOS COLATERALES EN LA POLITICA VASCA

 Las municipales confirman que, sin Batasuna, el nacionalismo pierde la mayoría en el Parlamento e IU pasa a ser clave

Informe de CARLES CASTRO   en “La Vanguardia” del 6-7-03


La ilegalización de las distintas variantes de Batasuna y el comportamiento electoral de los vascos en las últimas elecciones municipales confirman que la prohibición de la formación abertzale tiene como principal efecto añadido la pérdida de la actual mayoría absoluta nacionalista en la Cámara vasca. En concreto, la proyección de los resultados del 25 de mayo sobre unas elecciones autonómicas otorgaría 35 escaños a la coalición PNV-EA, sobre los 75 que componen el Parlamento vasco y que sitúan la mayoría absoluta en 38. Ahora, en cambio, PNV, EA y los herederos de Batasuna suman 40 asientos.

Eso sí, de repetirse en las autonómicas el resultado de las locales, la coalición entre nacionalistas e IU que actualmente gobierna Euskadi se haría con la mayoría absoluta de la Cámara. En concreto, ambas fuerzas reunirían 39 escaños en el Parlamento de Vitoria: uno por encima de la mayoría. Por su parte, los partidos del denominado “bloque constitucionalista” sumarían un escaño más que los nacionalistas (36), pero quedarían dos por debajo de la mayoría absoluta.

El cambio que ese eventual desenlace supondría con respecto a la situación actual es doble. Por un lado, la coalición PNV-EA perdería la ventaja de un escaño que disfruta en la actual Cámara sobre el PP y el PSE, ya que en los comicios del 2001 los nacionalistas obtuvieron 33 escaños, mientras que populares (19) y socialistas (13) sumaron 32.

Por otra parte, la eventual mayoría absoluta de PNV-EA e IU-EB supondría un cambio sustancial no sólo respecto a su actual influencia –ya que ahora ambos grupos suman sólo 36 escaños– sino con relación a la llave de la gobernabilidad, que dejaría de estar en manos de los abertzales para pasar a manos de Izquierda Unida. En consecuencia, si se confirmasen las tendencias expresadas el 25 de mayo, los firmantes del pacto de Lizarra dominarían la Cámara vasca sin necesidad de apoyos contaminados por la violencia.

En cualquier caso, lo más significativo de los resultados de las últimas municipales es que su proyección reproduciría un mapa muy similar al que habrían generado las autonómicas del 2001 de haberse excluido a Batasuna de la contienda electoral. En ese supuesto, la coalición PNV-EA obtendría también 35 escaños y sumaría una mayoría absoluta raspada con los tres diputados de IU. Por su parte, PP (21) y PSE (16) lograrían un total de 37.