MARIANO"

Noticia en "El Confidencial.com" del 27-9-02

Aquel día del mes de junio en el que Adolfo Suárez, rodeado de periodistas como en los viejos tiempos, dijo en el Congreso de los Diputados que Rodrigo Rato era un soberbio, no podía imaginar el flaco favor que estaba haciendo a la nominación de Jaime Mayor Oreja como sucesor de Aznar, siendo su intención justamente la contraria.

Las afirmaciones del Duque, gloria bendita para democristianos y ex dirigentes de la UCD que ahora nutren las filas populares, fueron el aldabonazo para un adormecido núcleo duro del partido, el que hizo la travesía del desierto antes del triunfo electoral de 1996, que entonó entonces un estruendoso `basta ya´. El encendido elogio de Suárez a Mayor Oreja sirvió para dirigentes como Álvarez Cascos, Federico Trillo o Loyola de Palacio decidieran hacer causa común con el patrón Manuel Fraga en su intento de impedir que "los democristianos se queden con el partido", dicho en palabras de un ex diputado nacional del PP y estrecho colaborador del presidente de la Xunta.

Según aseguró a este diario el dirigente antes citado, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos y el vicepresidente económico Rodrigo Rato mantuvieron el pasado mes de agosto un discreto encuentro en Gijón, en el que se abordó la sucesión de Aznar. El encuentro sirvió, también, para acercar a ambos personajes, cuyas relaciones habían atravesado un periodo semiglaciar.

"Si tú no puedes ser por tu situación personal, habrá que pensar en Mariano (Rajoy)". Con estas palabras Cascos, cuyos enfrentamientos con Javier Arenas le han convertido en la bestia negra de los democristianos, sellaba su alianza contra Mayor Oreja. La respuesta de Rato, según los interlocutores de elconfidencial.com, derrochó pragmatismo: "Ése (Rajoy) no nos viene mal".

Fraga fue informado del encuentro. El presidente de la Xunta habría manifestado su decisión de apoyar a Rajoy "como mal menor", en el supuesto de que Rato acabara por tirar la toalla, algo a lo que el vicepresidente no parece estar dispuesto.

La situación del PP se asemeja actualmente a un polvorín. Dirigentes de la vieja guardia y antiguos militantes no han cesado de transmitir sus quejas y temores a Fraga ante la posibilidad de que el ala democristiana termine por hacerse con las riendas del PP. El propio Fraga, tal y como dio cuenta elconfidencial.com, quiso hacer público un comunicado contra "los incendiarios de la UCD", iniciativa de la que tuvo que ser disuadido por el propio presidente del Gobierno. Aznar estaría también al corriente de un malestar que presagia una crisis interna de gran calado.