¿QUÉ HABRÍA DICHO?

Editorial de "El País" del 3-12-02

Con un muy breve comentario al final (L. B.-B.)

 

¿Qué habría dicho Aznar cuando era jefe de la oposición si se hubiera producido una catástrofe del calibre de la que sufre ahora Galicia y el presidente de la comunidad autónoma afectada y el ministro responsable de la marina mercante hubieran aliviado la tensión yéndose de caza? La referencia de Aznar al "carroñerismo" de los socialistas por pedir explicaciones sobre la gestión de la crisis del Prestige revela una incomprensión absoluta del papel de la oposición, pero también graves fallos de memoria respecto al estilo con que la ejerció hasta 1996: un estilo, impropio de un gobernante, que ayer mismo resucitó Álvarez Cascos al responder airadamente a las críticas socialistas diciendo que él nunca ha pertenecido a un Gobierno que haya "organizado grupos para pegar tiros en la nuca y enterrar en cal viva".

El Gobierno parece empeñado en demostrar que ha perdido los papeles e incluso algo más. El jueves pasado Aznar respondió a la presencia en Galicia del líder de la oposición acusándole de estar sólo preocupado por "hacerse la foto". ¿La presencia del alcalde Giuliani entre las ruinas de las Torres Gemelas era sólo un gesto demagógico para salir en las fotos? ¿La de Schröder en las zonas más afectadas por las inundaciones del verano pasado en Alemania era una forma de rehuir su responsabilidad o de ejercerla demostrando su proximidad con las víctimas de la desgracia?

El político ejerce también una función representativa que implica dar la cara incluso cuando hay riesgo de que se la rompan. A Zapatero le abuchearon y le arrojaron huevos en la manifestación del domingo en Santiago, pero estaba allí. La ocurrencia de Aznar de que los políticos que se desplazaron a Galicia sólo buscaban la foto la han repetido luego otros ministros como si les acabase de venir a la cabeza. Es injusta y especialmente desafortunada después de que el propio Aznar anunciase que el Rey iba a acercarse al escenario del desastre -lo que ocurrió ayer-, mientras que él sólo lo haría con "soluciones bajo el brazo".

Aznar expuso ayer ante el primer ministro danés (que ejerce la presidencia europea) las iniciativas de su Gobierno en el ámbito de la UE, todas ellas necesarias. Pero durante largos días el Ejecutivo pareció más interesado en minimizar los efectos de la desgracia y en justificar su falta de previsión que en organizar la respuesta. Desgracia más imprevisión provoca improvisación, y eso, junto a una constante falta de información, fue lo que ocurrió. Que se le exijan explicaciones no es carroñerismo, sino la obligación de la oposición. Y puede dar gracias de que la actual no la ejerza con la ferocidad con que él lo hizo.

MUY BREVE COMENTARIO (L. B.-B.)

 

¡O sinto moito, hirmáns! Después de la muerte de mi madre en Galicia, hace ya tres años,  no había vuelto a sentir una congoja tan fuerte como estos días. Duele enormemente ver un paisaje puro arrasado de esa manera tan horrenda.¡ Outra Nai desfeita!.

Duele hondamente pensar en qué situación quedan "mariñeiros" y "marisqueiros", que tan duramente han trabajado el mar durante siglos. La Unión Europea y España deben poner todos los medios para resarcirlos de esta catástrofe.

Dicen que los gallegos estamos siempre quejándonos, pero se equivocan de medio a medio. "O galego non chora, emigra". Lo que sí les puedo asegurar es que en el carácter gallego hay una mezcla bastante dosificada de fortaleza y de fatalismo, lo que nos conduce a una cautela característica de nuestro comportamiento. Los gallegos son ---somos--- como el granito pulido por siglos de duro oleaje atlántico. Por el oleaje de la desidia, que ha vuelto a golpear estos días. Llama la atención la imprevisión,  la lentitud y la falta de coordinación en las reacciones de las autoridades ante esta catástrofe. Y eso hay que criticarlo de raíz, para conseguir que no vuelva a suceder nunca más,  y para romper el círculo vicioso de desidia y fatalismo en que se encuentra inmerso el sistema social gallego.

Y ante las críticas, las autoridades deben responder con un comportamiento más humilde y honesto. No se puede acusar a la oposición por cumplir su función, que esto es una democracia, ¡a ver si nos enteramos! Uno siente verguenza ajena ante las reacciones del Gobierno y algunas personalidades del partido mayoritario. Se acusa a la oposición de buscar votos a costa de la miseria ajena, y lo único que parece es que algunos dirigentes confunden el comportamiento de los demás con el propio. Nuestro señor Coces particular ha acusado al Partido Socialista de todos los crímenes imaginables, aunque creo que se le ha olvidado el asesinato de Calvo Sotelo. ¡De pena! La democracia española aún tiene que pasar su última reválida: que la derecha ---no sé cuando- aprenda a perder. Que no vuelva a repetir el comportamiento miserable que mantuvo en la oposición cuando pierda las elecciones algún lustro de estos.

Dejo muchas líneas de espacio antes de continuar, para separar bien las cosas que quiero comentar ahora:

 

 

Llama la atención, por inusitado, el comentario del Rey sobre las fotos demagógicas. No sé exactamente a qué puede haberse referido, pero resulta inoportuno decirlo sin precisiones, un día después de que la oposición --- Rodríguez Zapatero y Llamazares--- se hayan desplazado a  Galicia. Y esto es inusitado porque el Rey suele ser muy cuidadoso y "fino" en su comportamiento, sin incurrir en estos errrores.

En fin, hoy  el fuel comienza a entrar en Arosa, Pontevedra y Vigo. La catástrofe va a ser total.