TREGUA TRAMPA CONTRA CATALUNYA

 Artículo de LLUÍS FOIX    en “La Vanguardia” del 18/02/2004
ETA ha jugado con Carod-Rovira, le ha engañado y le ha destruido políticamente. También ha depositado una bomba política en Catalunya, ha perjudicado a su gobierno y ha tensionado todavía más las relaciones entre los gobiernos de Barcelona y Madrid.

Fue un grave error la entrevista de Carod con la cúpula etarra provocando una crisis que se resolvió en falso. Es una inmoralidad que los encapuchados que leyeron el comunicado acabaran su declaración de tregua exclusiva para Catalunya con vivas a los dos etarras que atentaron contra el cuartel de la Guardia Civil en Vic. La exhibición de la bandera catalana en la mesa de los etarras es una burla nauseabunda.

Si aceptamos la fecha del primero de enero como la de la filmación del comunicado de la tregua estaríamos ante una consumación de la trampa que ETA tendió a Carod y al gobierno catalán. No sabemos el contenido de la reunión de Carod con los etarras pero podemos deducir que mientras el líder republicano hablaba con los terroristas el comunicado estaba grabado tres días antes. Pero ¿qué pensaba Carod de unos personajes que han distorsionado a cuantos han podido y que han utilizado la mentira para hacer prevalecer exclusivamente sus tesis basadas en el terror? Qué ingenuidad.

Carod pagó cara su iniciativa ejecutada en solitario y en secreto. Perdió su cargo en el gobierno catalán y anunció su candidatura a las elecciones generales del mes de marzo. Emplazó a los catalanes a que le votaran para demostrar la resistencia a la ofensiva del Partido Popular. Un plebiscito populista que instala en Catalunya la política de la confrontación abierta con Madrid.

No sé que salidas tiene esta crisis. La más inteligente sería que Carod abandonara la política activa y se convirtiera en un militante de base de ERC. La libertad y la democracia se miden también por la responsabilidad de los políticos que dirigen los destinos de un país. Carod-Rovira tiene muy difícil continuar como líder republicano. Sería perjudicial para su propio partido y para la estabilidad del gobierno catalán.

El president Maragall ha insistido que ni la tregua de ETA ni los resultados electorales condicionarán el gobierno tripartito. No puede pretender Maragall que aquí no ha pasado nada. Es muy difícil que el gobierno pueda seguir adelante si el líder del partido que le apoya sigue siendo Carod. El president no tuvo el coraje de cesar a su “conseller en cap” en cuanto se supo que Carod había celebrado la reunión con ETA en secreto y sin el conocimiento del presidente catalán. Intentó salvar a Carod y al tripartito y ha tenido que desprenderse del líder republicano dejando a un gobierno inestable.

Esta situación ha sido aprovechada por el Partido Popular que va metiendo votos en el talego aprovechando el error político de Carod. No es una novedad. Cuando se suscribió el pacto tripartito salió el portavoz Zaplana para denunciar la inconstitucionalidad del acuerdo. Luego vinieron los ataques por tierra, mar y aire contra el gobierno catalán. Sólo había que observar al presidente Aznar pidiendo que Maragall se desprendiera de sus socios de coalición al conocerse la tregua de ETA.

Si el PP ha levantado la bandera del terrorismo para fortalecer sus posiciones electorales, la crisis catalana es un vendaval que sopla a su favor. Rodríguez Zapatero está descolocado y tiene que reconstruir su discurso. Carod está políticamente amortizado. Pero Maragall tiene que tomar decisiones pensando en el bien y la estabilidad del país.