LLEGÓ EL MOMENTO DE DECIDIR

 

 Artículo de GEES  en “Libertad Digital” del 10/06/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Desde principios de año esperábamos la llegada del mes de junio con ansiedad. La agenda internacional apuntaba la posibilidad de discusiones importantes en el seno del Consejo de Seguridad ante la constitución del nuevo gobierno iraquí y señalaba tres cumbres importantes con un punto común en su orden del día: la Iniciativa para el Gran Oriente Medio. En Florida se reunirá el G-7 más Rusia. En Irlanda se celebrará la cumbre Estados Unidos - Unión Europea. En Estambul se convocará el Consejo Atlántico. En todos los casos los asistentes se encontrarán con propuestas concretas de Estados Unidos para comenzar a desarrollar su estrategia para “transformar” el Islam.

 

La clase política norteamericana tiene claro que no está luchando contra un grupo terrorista, sino contra el Terror. No basta con neutralizar células, hay que acabar con quienes les apoyan y evitar que accedan a armamentos de destrucción masiva. Sus raíces no están, como tantas veces se ha dicho, en la pobreza y en la marginalidad, sino en el sentimiento de frustración colectivo al que les ha llevado el fracaso de las estrategias de modernización seguidas hasta la fecha. El Mundo Árabe ha visto crecer la corrupción y las dictaduras pero no el nivel de vida o la educación. La derrota del islamismo pasa por el establecimiento de estados de derecho y economías abiertas y ese es el objetivo principal de la política exterior norteamericana, con republicanos o con demócratas en la Casa Blanca.

 

Tras la nueva Resolución del Consejo de Seguridad sobre Irak y las agendas de las tres cumbres se esconde el nuevo gran debate trasatlántico ¿Está Europa dispuesta a sumarse a esta Iniciativa o no? El miedo a las consecuencias del intervencionismo norteamericano; el rechazo a aceptar su liderazgo; el instinto de supervivencia a través de estrategias de pacificación... empujan a las naciones del Viejo Continente a tratar de frenar al coloso americano y buscar el entendimiento con los corruptos locales. Pero, al mismo tiempo, son conscientes de que con esta política no se producirán los cambios necesarios y que, en un tiempo breve, la situación en la región será insostenible.

 

No cabe considerar acuerdos importantes antes de las elecciones norteamericanas, pero los movimientos diplomáticos durante las próximas semanas serán de gran interés para vislumbrar hasta qué punto la Unión Europea es capaz de asumir los retos que tiene ante sí y su efecto sobre el futuro de las relaciones trasatlánticas.