EL REGRESO AL PASADO DEL PSOE

 

Artículo de GEES  (Grupo de Estudios Estratégicos) en "Libertad Digital" del 12-10-03.

 

El PSOE de Zapatero parece volver a las posiciones pacifistas, antimilitaristas y antiamericanas de la izquierda radical europea de hace unas décadas. Los socialistas, sin embargo, no se dan cuenta de que España ha cambiado mucho desde los años 80. Entonces los gritos de “OTAN no, bases fuera” podían tener algún eco. Hoy las propuestas del PSOE sobre recortes en el presupuesto de defensa, sobre el abandono inmediato Irak o sobre Estados Unidos como fuente de todos los males lo colocan en la marginalidad política.
 
El pacifismo del PSOE lo lleva al extremo de situarse fuera de la legalidad internacional y del sentido común. Durante la guerra ya dijeron que ellos estaban en contra del uso de la fuerza con o sin resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por un momento los socialistas españoles parecían miembros del partido Baas. Tampoco parece que la última resolución del Consejo legitimando la presencia de nuestras tropas les vaya a hacer cambiar su petición disparatada de que se vuelvan de forma inmediata.
 
En segundo término, su antimilitarismo les lleva a pedir nuevos recortes en el gasto en defensa cuando España es ya el país europeo que menor esfuerzo dedica a su defensa en términos de PIB. El colmo del disparate, sin embargo, es que al mismo tiempo que quieren reducir el gasto proponen incrementar drásticamente el número de mandos, hasta el 50% de los efectivos totales, y no sólo mantener las adquisiciones en curso sino dotarse de nuevos y más costosos sistemas. La política militar se sitúa así en el número uno de la larga y reñida lista de incoherencias que está fabricando el PSOE en los últimos meses.
 
Finalmente, el antiamericanismo socialista lleva a su Secretario General a quedarse sentado al paso de las banderas de nuestros aliados en una ofensa sin precedentes no a la Administración Bush, sino el conjunto del pueblo americano. Ni Chirac en un ataque de chauvinismo extremo se hubiera permitido tal imbecilidad.
 
El PSOE tiene un serio problema de credibilidad. Cada vez más sus propuestas son tomadas a broma por el conjunto de los ciudadanos. Incluso Izquierda Unida se va perfilando como un partido más moderado al lado de los desatinos socialistas. Pero entre los muchos campos que existen para el electoralismo y la demagogia, los socialistas deberían abstenerse al menos de jugar con nuestra seguridad y nuestra defensa. Son asuntos demasiado serios para frivolizar sobre ellos.