"BONO PRODEST"

 

  Artículo de FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS en “El Mundo” del 12.06.2003


¿A quién beneficia el esperpento del socialismo madrileño? Cui prodest? Evidentemente, a casi tantos como perjudica. Pero en las distintas combinaciones de damnificados y agraciados con la lotería de la puñalada, que son bastantes, a mí me sale siempre el mismo nombre: Bono. Eso no quiere decir que sea Bono el Deux ex machina de la fechoría, por seguir con los latinajos que tanto le gustan, pero ayer extremó tanto las injurias contra sus aún compañeros de partido (la expulsión es evidentemente ilegal y antiestatutaria) que alentó todas las sospechas del respetable cuanto escamado público. Me recordó al entonces diputado y hoy cajero regional manchego Hernández Moltó, cuando tras la calcinación de la mano de González, que la puso públicamente a prueba en el caso Ibercorp, insultaba a Mariano Rubio en el Parlamento: «Míreme a los ojos, señor Rubio, míreme a los ojos», decía el otrora admirador del genio financiero del felipismo. Sólo la estolidez del difunto le impidió contestarle en público lo que decía en privado: «Te miro, te recuerdo y me das asco». En fin, la política. Raras veces noble.

Particularmente creo que la venganza, la estupidez y la codicia -de poder o de dinero, tanto da- han sido los motores del antiguo y siempre instructivo espectáculo del timador timado, en este caso por la tabla de sumar. Vamos a sumarlo todo para ganarle al PP, decían, aunque haya ganado las elecciones, callaban. Bueno, pues como no era sumar sino restar, no ha salido la suma. Las cuentas de la lechera. Pero mientras Blanco le explica a Zapatero lo que ya debía saber y que muy probablemente se resume en una frase -«estaba seguro de que no se atreverían»- acerquémonos al panorama político nacional después del chasco. Leguina -que todavía no se ha arrepentido públicamente de haber fletado el primer tránsfuga madrileño, el inolvidable aunque olvidado Piñeiro- dijo ya en el primer momento que estábamos ante la enésima jugarreta interna en el PSOE de Madrid y que Blanco era quien tenía que dar explicaciones sobre la naumaquia tamayesca. Las dará decapitado, como San Lamberto. Pero lo que ha fracasado, en muchos sitios a la vez y más estrepitosamente en Madrid, es la estrategia del todo vale y cualquier aliado es bueno para quitarle poder al PP, aunque renunciemos a la propia idea de España y a ser un partido nacional. González y Cebrián, que por rencor y sectarismo han escrito el guión de un Zapatero radical pero sin espina dorsal, han llevado al PSOE a esta ruina. Y como Bono, a quien ellos se cargaron, es quien viene denunciando que no se puede renunciar a la idea de España ni al voto moderado y los hechos le dan la razón, aún podría acabar a las puertas de La Moncloa. La posibilidad de que Zapatero no llegue a 2004 es evidente. Y entonces muchos dirán: Bono prodest.