PACTAR CON LÍMITES

 Editorial de  “La Vanguardia” del 19.01.2004

 

EL PSOE reafirmaba ayer sus aspiraciones a gobernar España tras las próximas eleciones legislativas celebrando una convención política en la que su candidato y secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciaba que sólo formará gobierno si su partido es el más votado. Con ello cierra la puerta a un pacto similar al que se aplicó en Baleares o Aragón para desplazar al PP del poder, pese a que éste había sido el partido vencedor.

Las palabras de Rodríguez Zapatero adquieren su significado práctico si se tiene en cuenta que la ley Electoral vigente puede propiciar que un partido obtenga más votos que su inmediato rival sin obtener por ello más escaños de diputados ni la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Así ocurrió en Catalunya en las recientes elecciones autonómicas, donde el PSC fue el partido que obtuvo más votos, aunque CiU le superó en escaños. Fueron las alianzas postelectorales las que abrieron al candidato socialista, Pasqual Maragall, las puertas de la presidencia del Gobierno catalán.

Ésta es la hipótesis que parece considerar el líder socialista, confiando en que su amplia base electoral le dará ventaja en las urnas, pues resulta improbable que consiga la mayoría en escaños, donde el PP le aventaja en cincuenta y nueve diputados sobre un total de trescientos cincuenta. Si se produjera esa ventaja final en votos a la que el PSOE aspira, Rodríguez Zapatero se sentiría legitimado para negociar pactos con otros partidos o grupos parlamentarios, buscando arrebatarle el Gobierno al PP, que hoy cuenta con mayoría absoluta.

Para conseguir este objetivo, el PSOE precisaba también ofrecer una imagen de unidad, que algunos de sus dirigentes más destacados parecen empeñados en desmentir con tronantes declaraciones, y transmitir al electorado la idea de que cuenta con un equipo de candidatos preparados para gobernar, tras un traumático relevo generacional, con salidas tan significativas como las del ex presidente Felipe González, que no será candidato. La convención política clausurada ayer en Madrid era sólo una ceremonia obligada para dibujar el perfil electoral que el PSOE ofrecerá ante las urnas.