EL DEDO AMERICANO EN LA LLAGA EUROPEA

Noticia en "La Vanguardia" del 3-12-02. PLÀCID GARCIA-PLANAS

 

"¿Por qué están dispuestos a luchar los europeos? Es una pregunta que los europeos nunca se hacen"
EL NUEVO ESCENARIO BÉLICO El desencuentro transatlántico
Para Steven Erlanger, corresponsal de "The New York Times", el 11-S agranda la brecha entre EE.UU. y Europa



Tal vez el 11 de septiembre cambió el mundo. Pero una de las cosas que no ha cambiado es el espeso silencio con el que los políticos y diplomáticos occidentales cubren una realidad que les espanta: las grietas en las relaciones transatlánticas, la inquietante diferencia en cómo Europa y Estados Unidos ven el mundo. Por esta razón, mensajes como el que ayer dio el periodista Steven Erlanger en el Centre de Cultura Contemporània son una corriente de aire fresco, una brisa dura pero esencial para definir algo que no está nada claro: los valores por los que están dispuestos a luchar los ciudadanos de los diferentes países de la OTAN.

Erlanger se prepara para dirigir la sección cultural de "The New York Times" tras ejercer como corresponsal en Europa. Antes de regresar, describe en Barcelona cómo los norteamericanos ven a los europeos: "Como adolescentes que piden las llaves del coche". Su mensaje es pesimista: las relaciones entre las dos orillas del Atlántico son peores de lo que parecen. El sólido anillo forjado tras la II Guerra Mundial "se está rompiendo: esto puede ser inevitable y peligroso, pero es así".

Erlanger parte de un sentimiento inicial: tras el 11 de septiembre, "los norteamericanos sienten que están en guerra, y los europeos no". Recuerda que Al Qaeda no sólo hundió las Torres Gemelas: un avión se estrelló contra el Pentágono y un cuarto iba dirigido a la Casa Blanca. "Es un acto de guerra -afirma- y Estados Unidos respondió como un país atacado en situación de guerra." Y todo esto ha aportado más "dificultad e irritación" en las "diferencias naturales" que se abrieron entre Europa y Estados Unidos tras la caída del muro de Berlín.

La visión que Erlanger tiene de Europa es una visión muy berlinesa: su base como periodista ha estado en la capital de una Alemania que percibe el mundo dulce como la miel, "un lugar pacífico en el que nadie tiene conflictos con ellos -los alemanes- y que sólo espera de Europa bienestar y ecologismo". Y carga fuerte contra esa "presuposición tácita y no reflexionada de cómo es el mundo (...) Ver el mundo como un lugar benigno es extraño y absurdo, y le crea a Europa una dependencia no saludable con respecto a unos Estados Unidos que la protege".

Europa -asegura Erlanger- está habituada a un terrorismo por un territorio o soberanía -ETA, IRA- y "no entiende lo que ha sido el 11-S y lo que es Al Qaeda". Un "totalitarismo que promete un mundo transformado mediante la guerra, el sacrificio, la dictadura de una elite (...). Al Qaeda es algo más complicado que lo que percibe Bush y más duradero de lo que los europeos querrían".

El periodista lanza una flecha profunda: "No hay ninguna manera por la que un Mohamed Atta -uno de los pilotos suicidas- acabe sintiéndose un día identificado como alemán". Europa no integra a sus inmigrantes de primera o segunda generación. Ni quiere integrar a Turquía en la UE: algo esencial -dice- para legitimar el islamismo moderado como alternativa a la yihad islámica.

"Europa -insiste- es una tierra de fantasía, un paraíso burgués maravilloso que no piensa que lo que está creando valga la pena ser defendido. No entiende lo que es Al Qaeda." Para empezar, afirma, el Viejo Continente debería gastar más en defensa porque, como dijo Mark Twain, "combatir sin soldados es una orquesta sin instrumentos".

"Europa -sentencia Erlanger- debe tomarse en serio a si misma para que Estados Unidos la tome en serio a ella." Para que un día le deje las llaves del coche. La pregunta que inquieta a América y al periodista de "The New York Times", sin embargo, es si los europeos quieren conducir ese coche. "¿Por qué están dispuestos a luchar los europeos? Es una pregunta que los europeos nunca se hacen. Y esto me deja anonadado."