OCCIDENTE BAJO AMENAZA 

Artículo de Peggy Marshall en “El Norte” (México D.F., México) del  4/22/2004

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Las vacaciones de Pascua las pasé en Barcelona, España, a donde llegué dos semanas después del ataque terrorista en la estación Atocha del metro en Madrid, el 11 de marzo, y de las elecciones presidenciales, el 14 de marzo.

Los medios no hablaban de otra cosa y parecía que todos los días los policías habían capturado a alguien involucrado en este acto de terrorismo. La primera víctima de esta barbarie fue el resultado de las elecciones. Un pequeño porcentaje de los votantes, por miedo, por nuevas dudas, por reacciones espontáneas, cambió su voto, según las encuestas, y votó por el candidato socialista Rodríguez Zapatero.

Las preguntas abundaban: ¿qué hacer frente a esta barbarie?, ¿se equivocó Aznar en su política exterior?, ¿fue Iraq la causa de este ataque?, ¿habrá otro atentado?, ¿de dónde provienen los recursos de financiamiento de Al-Qaeda?, ¿es posible ganar la guerra al terrorismo?

El filósofo francés y experto en la violencia André Glucksmann estuvo en Madrid para presentar su nuevo libro: "Occidente contra Occidente". Al preguntarle si la alianza de Aznar con Estados Unidos fue la razón del atentado, Glucksmann opinó que pensar así es dimitir ante el terrorismo, darle la palabra y la razón al terrorista, y eso es precisamente lo que no debemos hacer. Dice que, en este momento, Francia está bajo la amenaza del terrorismo por la decisión del Presidente Chirac de prohibir el uso del velo a las niñas musulmanas en las escuelas públicas. Señala que, si llega a haber un gigantesco atentado al comenzar el ciclo escolar en agosto, sería igual de injusto culpar a Chirac por la maldad de los fanáticos islámicos.

El filósofo francés cree que el ataque a la estación de Atocha difunde, a nivel mundial, la campaña que está realizando Al-Qaeda para conseguir el fracaso en Iraq y deja muy claro que hoy en día el terror no tiene fronteras.

Además, el terrorismo no es nada nuevo en España, en donde los gobernantes y la población han sufrido los actos de violencia de ETA. Al mismo tiempo, las células de Al-Qaeda han estado operando en el país mucho antes de la guerra en Iraq y del apoyo de Aznar a EU. Mohammed Atta, el líder y piloto de uno de los aviones que derrumbaron las Torres Gemelas, salió de la última reunión de planeación en España justo antes de viajar a EU.

La pregunta de si habrá otro ataque la contesta Rohan Gunaratna, originario de Sri-Lanka y el hombre que más sabe de Al-Qaeda. Tiene más de cinco años investigando el grupo y sus miembros y es autor del libro "Inside Al Qaeda". Fue entrevistado por la revista El Semanal. Dijo que, antes del 11 de septiembre, Al-Qaeda actuaba una vez al año, pero después se reforzó para poder actuar cada tres meses.

Explicó Gunaratna que la organización tiene éxito debido a su descentralización y a que está dividida en dos tipos de células: las de apoyo que distribuyen propaganda, recaudan fondos, buscan tecnología, reclutan, alquilan vehículos y teléfonos móviles y encuentran casas seguras; y las ejecutoras, que llegan cuando ya está listo el objetivo final y ejecutan la operación, sea bomba, ataque suicida o asesinatos.

Gunaratna explica que la clave está en el control de estas células y cree, igual que André Glucksmann, que los países occidentales tienen que infiltrar espías en Al-Qaeda. Vigilar las fuentes de financiamiento es de igual importancia. Gunaratna dice que los terroristas cuentan con el apoyo de algunos regímenes y de sus propios negocios. España ha sido clave como centro de operaciones de apoyo donde los terroristas se dedican a clonar tarjetas de crédito.

En EU, los musulmanes han infiltrado a las organizaciones islamistas que gozan de fondos públicos y se aprovechan desviando grandes cantidades de dinero para sus fines terroristas. Las mezquitas también son un punto de controversia; como no se permite la entrada a los no creyentes, los imanes operan con toda libertad para enseñar el odio y la violencia, aprovechándose de la libertad, la protección religiosa y los beneficios del país que los ha acogido. Es políticamente incorrecto hablar en contra del islam en EU, ni siquiera insinuar que algo siniestro pudiera estar pasando detrás de los muros de las mezquitas.

Con esta candidez y aversión a reconocer la realidad de una religión violenta que busca la destrucción del Occidente, EU está destinado a prolongar la agonía de esta guerra contra el terrorismo islámico. Glucksmann y Gunaratna concuerdan en que Europa también ha sido demasiado tolerante con estas células terroristas de apoyo.

El filósofo francés dice que "en cierta medida, la peste intelectual, hoy, es aliarse contra los estadounidenses, para intentar favorecer alguna forma de derrota... Si Occidente continúa luchando contra Occidente, si continúan gustándonos los fracasos de EU.... caeremos en un gigantesco caos".

"La peste intelectual" de la que habla Glucksmann fue tema de un editorialista, César Alonso de los Ríos, en el periódico ABC. Comenta que no hay mayor hipocresía en estos momentos que la de ciertos escritores, que "comen de la mano del poder industrial/cultural" y, al mismo tiempo, atribuyen todos los males al capitalismo, sobre todo al de EU. Por eso, no debe sorprendernos que estos intelectuales desprecien la amenaza real que supone el terrorismo islamista. Menciona a la revista Autodafé, en la cual Carlos Fuentes asegura que "los ataques a Nueva York y Washington habrían sido la respuesta a la política de Bush" (estando sólo 8 meses en el poder).

Dice que de todos los colaboradores de Autodafé, "el más desvergonzadamente caprichoso es Carlos Fuentes... Intenta demostrar que la dictadura americana es una forma más insidiosa y moderna que el estalinismo y el nazismo juntos y, por supuesto, más hábil". Opina el editorialista que "hay que ser un trasto intelectual para concebir que el sistema totalitario más peligroso que conocieron los siglos tiene elecciones libres, oposición democrática y alternancia".

Estas ideas torcidas se escuchan y se leen en todas partes, en Europa, en EU y en México por supuestos "intelectuales". Al no reconocer la amenaza mundial de "la peste terrorista islámica", el Occidente y todo lo que representa, la libertad y la democracia, están en peligro de desaparecer.

Esa amenaza requiere visión, perseverancia y lucha constante y en nada ayudan los intelectuales histriones.