EL CIS CALIENTA EL INICIO DEL CURSO

 

Editorial de  “El Mundo” del 29.08.2003

 

 

Coincidiendo con el comienzo de un curso político en el que figuran nada menos que cinco convocatorias electorales -madrileñas, catalanas, generales, andaluzas y europeas- el Gobierno hizo ayer pública la última encuesta del CIS que arroja unos resultados muy positivos para el PP. Si en el anterior sondeo -realizado, es verdad, en plena guerra- el PSOE aventajaba en 2,2 puntos al PP en intención de voto, en esta ocasión el partido en el Gobierno -41,2%- supera a los socialistas -35,2%- en seis puntos. Lo cual quiere decir que, de acuerdo con los cálculos del instituto oficial, los populares han remontado 8,2 puntos en tres meses.

La dirección socialista acusó al Gobierno de «aplicar la cocina cuartelera» para manipular los datos, por lo que restó credibilidad al sondeo, alegando que el PSOE gana al PP en voto directo y que Zapatero es el líder mejor valorado, por delante de Aznar.Son datos que sin duda pueden servir de consuelo a los atribulados dirigentes socialistas, aunque conviene aclararar que estos pronósticos electorales del CIS coinciden con los de otros sondeos de intención de voto, como el último publicado por EL MUNDO en julio, que otorgaba al PP una ventaja de 6,9 puntos sobre el PSOE.

La cuestión es si esta distancia que predicen las encuestas es o no insalvable de aquí a las elecciones generales de marzo de 2004. La lógica lleva a pensar que remontar seis o siete puntos si no imposible del todo, será muy difícil salvo que medie catástrofe.Es verdad que el PP se encuentra sumido en la incertidumbre de no saber quién será el sucesor de Aznar, pero no es menos cierto que el candidato, cuando sea designado, tendrá un plus de atención por parte de la opinión pública que beneficiará al partido. Las novedades siempre cotizan al alza en el mercado de los votos.Y tampoco cabe desdeñar la solidez y unidad que el PP está exhibiendo ante los ciudadanos, dos cualidades que el electorado siempre ha valorado.

En contraste, el PSOE parece sumido en el desasosiego interno.Las elecciones madrileñas, las primeras en el calendario, no pintan muy bien para las expectativas de Zapatero. El hecho de que el líder socialista sea mejor valorado que el presidente del Gobierno, según el CIS, indica que los ciudadanos aprecian sus esfuerzos al frente de un partido que, justo es reconocerlo, resulta difícil de dirigir con su coro de barones regionales.Ayer Pasqual Maragall volvió a poner a Zapatero en dificultades, al decir que él defiende unos intereses distintos a los del líder socialista y al calificar como «enferma» a la sociedad madrileña.Con estos amigos no necesita enemigos el secretario general del PSOE.