ENTREVISTA A NICOLAS REDONDO TERREROS,

 

  Ex secretario general del PSE-EE, en “El Mundo” del 05.09.2003

 

«El PSOE no ganará mientras ofrezca dudas sobre lo que hacer en Euskadi»

 

 

CAYETANO GONZALEZ

«Todo lo que hago, lo hago porque mi padre y mi abuelo me enseñaron que hay que estar con los mas débiles, y en el País Vasco, además, a los mas débiles los matan». Nicolás Redondo Terreros (Barakaldo, 1958) define su actual estatus como militante de base en la Agrupación Socialista de Portugalete, donde se afilió cuando tenía 18 años con el aval del histórico Eduardo López Albizu, Lalo, padre del actual secretario general del PSE-EE, Patxi López.

Víctima de una de las mas brutales campañas de acoso y derribo, dirigida y consentida por algunos de sus compañeros de partido y por sectores mediáticos afines al PSOE, Redondo tuvo que renunciar a seguir dirigiendo el PSE-EE siete meses después de que su formación, junto con el PP, quedara a tan sólo 24.000 votos de lograr que la opción constitucionalista gobernara en el País Vasco. Hoy sigue trabajando por la paz y los valores estatutarios desde plataformas como el Foro de Ermua o la Fundación para la Libertad.

Pregunta.- ¿Cómo ve la situación actual de su partido?

Respuesta.- El PSOE obtuvo un malísimo resultado en las generales de 2000. No es sólo que el PP ganara por mayoría absoluta, sino que además se nos rompió un mito: que sólo se podían conseguir mayorías absolutas al comienzo de un mandato, con un partido muy fuerte y con un dirigente con el carisma de Felipe González.José María Aznar hizo lo contrario: ganar las primeras elecciones sin mayoría absoluta y conseguirla en las segundas.

P.- Lo que dice no parece que sirva para explicar la situación actual.

R.- Algunos creyeron hace unos meses que podíamos ganar las generales de 2004 y, desde que eso se introduce como pensamiento general, empieza a resquebrajarse la consolidación que conseguimos al principio. El PSOE tiene que encarar algunos aspectos esenciales, como la política exterior, donde tenemos que poder decir algo más de lo que dice IU. Me preocupa que lo que aparezca en los medios de comunicación sea nuestra unidad de acción con IU en política internacional.

P.- ¿Y sobre el modelo de Estado?

R.- Hemos estado acomplejados en la política en relación con el País Vasco. Ahora mismo, el PSOE está diciendo que se podrán modificar los estatutos si nos ponemos de acuerdo con el PP.Si eso es así, ¿no es razonable que nos pongamos antes de acuerdo en defender la Constitución y el Estatuto ante el plan Ibarretxe? ¿Por qué esa negativa? Los españoles quieren que los dos grandes partidos nacionales defiendan lo que nos ha venido a dar un grado de bienestar y libertad como nunca pudimos soñar, y quien se aleje de la defensa conjunta de esos valores constitucionales y estatutarios lo terminará pagando electoralmente.

P.- Deduzco que entonces no estará muy contento con el documento aprobado en Santillana del Mar por el Consejo Territorial de su partido.

R.- Un debate sobre modificaciones constitucionales o estatutarias no es un buen debate para el PSOE, porque no es un buen debate para España. Detrás de él hay recelo, desconfianza hacia la realidad actual de España y, además, no forma parte de las necesidades de los ciudadanos.

P.- ¿Por qué lo hace el PSOE?

R.- Porque en mi partido ha ganado la voluntad de alejarnos en todo del PP, lo que en mi opinión es un error. Hay un campo inmenso para establecer las propias posiciones, pero no sobre lo sustancial.

P.- ¿Y las propuestas de Pasqual Maragall?

R.- El gran problema de la política en Cataluña es que todos quieren ser como Jordi Pujol. Nadie quiere ser una alternativa a él, sino que le quieren heredar, lo cual provoca un cierto absentismo político. Hay tres aspectos en la propuesta de Maragall que a mí me preocupan y que deberían discutirse. Primero y fundamental: la búsqueda de un modelo de financiación parecido al del País Vasco. Si se lograra, saldrían perjudicadas las regiones más pobres de España. En segundo lugar, la participación en Europa.Detrás de ello hay un gran recelo a la realidad de España. Las comunidades que forman parte del Estado pueden ayudar a definir la voluntad del Estado, pero quien está en Europa es el Estado.En tercer lugar, creo que Cataluña forma parte de España, como también el País Vasco. España no es la suma de las comunidades autónomas. España es las comunidades autónomas y algo más que ellas. La historia nos ha llevado a que esto sea así, y probablemente habría un futuro peor si esto no fuera así.

P.- ¿Cómo ve el liderazgo del secretario general ahora con respecto a cuando salió del Congreso?

R.- Veo un cambio que no es bueno. No sé lo que ha pasado. Creo que nos hemos equivocado colectivamente, aunque quien está al frente es José Luis Rodríguez Zapatero y la responsabilidad se concita en él. Lo que tiene que pensar Zapatero es en volver al primer año, el no tener prisas, el definir un proyecto político propio, autónomo, que no necesite a ningún otro partido. Por ejemplo, esa sensación que damos de todos contra el PP fortalece al PP.

P.- Parece que da por perdidas las próximas elecciones generales

R.- No lo sé. Hace poco, todo el mundo pensaba que el PP iba a perder, y en mayo perdió en número de votos, pero mantuvo muy bien sus posiciones. Veo al PP muy bien, muy fuerte, muy sólido.Para ganarle hay que analizarle bien, como hicieron ellos con nosotros cuando ganaron. Además, Aznar ha tenido el gesto de irse desde la mayoría absoluta en un país donde nunca se va nadie.

P.- Dijo hace poco estar convencido de que el PSE-EE «estará donde tiene que estar; lo que no sé es cuanto tiempo tardará en llegar al sitio en que tiene que estar». ¿Dónde tiene que estar el PSE-EE?

R.- Donde estuvo en las autonómicas de mayo de 2001, en lo que entonces defendimos. Y en aquellas elecciones, estando donde estuvimos, obtuvimos un magnífico resultado; los socialistas en concreto y los constitucionalistas en general, porque, junto con el PP, por primera vez estuvimos a punto de ganar en número de votos. Fue un momento en el que hubo ilusión por ganar al nacionalismo vasco.

P.- No parece que los actuales líderes del PSE-EE estén por la labor

R.- Lo malo es que tardemos mucho en llegar a esa posición. No sé por qué, habiendo firmado con el PP el Acuerdo por las Libertades, no estamos luego dispuestos a hacer una defensa conjunta de la Constitución y del Estatuto. ¿Por qué no nos vamos a poner de acuerdo ahora cuando tenemos un reto tan claro como es el plan Ibarretxe? El PSOE no ganará en el resto de España mientras ofrezca dudas sobre lo que hay que hacer en el País Vasco.

P.- ¿Se siente engañado por el nacionalismo?

R.- Por supuesto. Durante muchos años, los no nacionalistas hemos vivido casi en una permanente equivocación con los nacionalistas.Por ejemplo, hace poco hubo una información en la que se decía que el lehendakari había tenido una reunión a finales de julio en Ajuria-Enea con ex consejeros nacionalistas del Gobierno vasco.Los que más animaron a seguir adelante a Juan José Ibarretxe con su plan independentista y secesionista fueron Pedro Luis Uriarte y Mario Fernández, casualmente dos ex altos cargos del BBV. ¿No demuestra esto la gran mentira en la que hemos vivido con respecto al nacionalismo vasco? Por cierto, quiero salvar la dignidad con la que siempre se comportó conmigo el ex presidente del BBV, Emilio Ybarra.

P.- ¿Se arrepiente de la famosa foto del apretón de manos con Jaime Mayor y Fernando Savater en el Kursaal de San Sebastián, durante aquella campaña electoral de mayo del 2001? ¿Lo volvería a hacer?

R.- Por supuesto. Fue una foto histórica, representa la posibilidad de que nos entendamos de verdad dos formaciones muy diferentes.

P.- Si las cosas entre el PP y el PSOE están como están, ¿qué esperanza pueden tener los que se sienten constitucionalistas en el País Vasco?

R.- La ventaja es que no dependemos estrictamente de los partidos.Hay una dinámica constitucionalista por encima de ellos. Por eso, me enfado mucho cuando algunos en Madrid hablan de crispación.Esos que hablan de crispación lo que querrían es que estuviéramos doblegados, que no protestáramos ante el nacionalismo vasco.Querrían que fuéramos el pobre en la mesa del rico en Navidad.Aquí la única que crispa es ETA, porque nos mata. Que yo quiera ganar al PNV no crispa nada.

P.- Desde que usted dejó la Secretaria General del PSE-EE, ha tenido alguna conversación a fondo con su sustituto, Patxi López?

R.- No, a mí no me ha llamado nunca. Me lo encontré un día en un ascensor y me dijo que me iba a llamar; le respondí que cuando quisiera, sabiendo que no lo iba a hacer.