LA CUESTIÓN IRANÍ

 

 

  Artículo de FLORENTINO PORTERO en “ABC” del 17.06.2003

Desde hace tiempo se vienen haciendo públicas las sospechas de que el régimen de los ayatolás está desarrollando un programa nuclear militar, apoyado en el programa civil que realiza con la colaboración de Rusia. Tanto la Agencia Internacional para el control de la Energía Atómica como la Unión Europea han manifestado su preocupación, haciéndose eco de declaraciones previas de dirigentes norteamericanos.

Los ayatolás han aprendido la lección de la Guerra de Iraq. Saben que Estados Unidos tiene la capacidad militar para actuar con éxito y a bajo coste en cualquier parte del planeta y el convencimiento de que sólo la instauración generalizada de regímenes democráticos puede garantizar la paz. Para evitar la coacción de Washington tratan de incorporarse al selecto club nuclear lo antes posible. Creen que sólo entonces podrán garantizar su independencia. Sus nuevos misiles Shahab III, realizados a partir de la tecnología y la colaboración de Rusia y Corea del Norte, les permitirán generar una disuasión muy superior a la de sus actuales Fuerzas Armadas. Para Israel un Irán dotado de armamento nuclear implicaría un cambio estratégico regional inaceptable. De la misma forma en que se adelantó al programa iraquí, bombardeando sus instalaciones, tratará por todos los medios de impedir la culminación del iraní. Junto con Siria, este régimen representa la principal amenaza para su seguridad, al apoyar al grupo terrorista chiita libanés Hizbolá, a los islamistas palestinos de Hamás y Yihad e incluso a Al Fatah. Ambos estados son el principal obstáculo para el Itinerario del Cuarteto de Madrid y, por lo tanto, para la paz que tantos israelíes y palestinos ansían.

Estados Unidos ve cómo el pantano de Oriente Medio le va succionando más y más energías: las reconstrucciones de Afganistán e Iraq, la cuestión israelo-palestina, Irán y Siria, el peligroso aliado saudí... y como trasfondo el terrorismo islamista y la crisis social provocada por una demografía en expansión y unos estados corruptos e incompetentes. Estamos ante uno de los grandes temas de nuestro tiempo.