ENTREVISTA A COLIN POWELL - SECRETARIO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS

"El papel de la ONU es vital, pero no es el papel central"

GLOBAL VIEWPOINT

  en  “El País” del 14.04.2003

 

Colin Powell es el 65º secretario de Estado de Estados Unidos. Militar de carrera, llegó a general de cuatro estrellas y a ser el comandante en jefe del ejército estadounidense durante la anterior guerra del Golfo. Fue entrevistado para Global Viewpoint el 9 de abril, en Washington, por miembros de la oficina de Los Angeles Times en aquella ciudad (Doyle McManus, Robin Wright, Sonni Efron y Paul Richter).

Pregunta. Con la vista puesta en dentro de un año, ¿necesita Estados Unidos que haya una democracia totalmente reconocible y hayan salido todas sus tropas para poder declarar que la campaña de Irak ha sido un éxito?

Respuesta. No puedo poner fecha al éxito, pero el presidente Bush dejó claro desde el principio qué era lo que queríamos al emprender esta vía y usar la fuerza militar: una nación libre de armas de destrucción masiva; una nación con una forma representativa de Gobierno y que viva en paz con sus vecinos; una nación que deje de maltratar a su población y emplee la riqueza de Irak para su propio pueblo. Y, por último, una nación que siga siendo una sola nación y no se descomponga en distintas partes.

Es una labor difícil. Pero vamos bien encaminados hacia estos objetivos.

A pesar de la euforia de este momento, la Operación Libertad para Irak no ha terminado. Todavía quedan por delante días difíciles en el aspecto militar. También hay que llevar a cabo una gran tarea humanitaria. Debemos ayudar a los iraquíes a reconstruir su sociedad, no a causa de la campaña, sino de la destrucción provocada por el régimen durante varias décadas.

No obstante, es evidente que hoy ha sido un día histórico. Todo el mundo se preguntaba si se produciría lo que hemos visto hoy, la alegría de la gente. Seguro que algunos intentarán negar lo que vemos con nuestros propios ojos, pero ahí está. La gente da muestras de alivio por el final del régimen y lo expresan de muchas maneras, incluida la alegría.

P. ¿Cree que, un año después de que termine la resistencia organizada, seguirá habiendo tropas estadounidenses en Irak?

R. No nos quedaremos ni un día más de lo necesario. No tenemos ningún deseo de que haya una presencia estadounidense a largo plazo en Irak. Queremos entregar Irak al pueblo iraquí, pero queremos darles un Gobierno del que puedan fiarse.

Queremos que Irak sea un ejemplo para la región y el resto del mundo. Un Estado irresponsable menos. Un lugar que era fuente de tensión e inestabilidad dejará de ser un lugar de tensión e inestabilidad. Ése es nuestro objetivo, y nos quedaremos el tiempo que haga falta para lograrlo.

P. Veamos la siguiente fase, el siguiente paso inmediato de gobierno. ¿Quién escogerá a los delegados? ¿Cuánto durará el proceso? ¿Y qué papel va a desempeñar el resto de la comunidad internacional en este proceso?

R. El embajador Zalmay Khalizad viajará en los próximos días para hacerse cargo de esta tarea. Trabajará con el jefe de la coalición, el general Tommy Franks, que tiene la responsabilidad del país ahora que el régimen está perdiendo el control. Intentaremos encontrar a representantes de los distintos grupos, región por región, empezando por la zona en la que tenemos el mayor control y la parte del país en la que la gente tiene más libertad para expresar sus opiniones.

No puedo decir quiénes serán los delegados porque no lo sabemos todavía.

La comunidad internacional tendrá un papel. Pero nos parece que la coalición, que ha empeñado su capital político, su vida y su dinero en la empresa, va a desempeñar el papel fundamental durante un tiempo en la construcción del proceso. Creo que el pueblo de Irak confiará en nosotros porque sabe quiénes somos y lo que hemos hecho.

Ahora que ven a nuestros jóvenes soldados en su país, en acción, se dan cuenta de que hemos ido a ayudarles, no a hacerles daño.

Al mismo tiempo, no nos olvidamos de la contribución que puede hacer la comunidad internacional para la reconstrucción y la ayuda humanitaria; además, al final, si queremos que haya el tipo de Gobierno que he descrito, tendrá que contar con el respaldo internacional.

Ya hemos empezado a estudiar qué resoluciones de la ONU harán falta; quizá más de una. Es tal la complejidad del problema, que tengo que respirar hondo cuando pienso en ir a Nueva York (a Naciones Unidas) a intentar lograr todo de una vez. Así que tal vez sean varias resoluciones. Una de las primeras sería dar algún tipo de respaldo a una autoridad provisional que represente al pueblo iraquí.

Aunque estamos presentes en el país como fuerza de liberación, totalmente militar, queremos que la gente vea pronto que se va a poner en marcha un proceso político iraquí.

P. ¿Qué proporción habrá entre gente del exterior y del interior? ¿Cuántas personas habrá? ¿Cuántos kurdos y cuántos suníes? ¿Y cuántos shiíes?

R. Son preguntas muy importantes, pero todavía no tenemos las respuestas porque, en definitiva, serán los iraquíes quienes lo decidan.

P. Los franceses, alemanes y rusos se reúnen este fin de semana, y todos han dicho que, en su opinión, Naciones Unidas debería desempeñar el papel central, no sólo un papel "vital", como dijeron Bush y Blair en Belfast. ¿Qué cree que van a decir?

R. Estuve con ellos mucho tiempo el jueves de la semana pasada. Fue una jornada muy larga. Hablé con cada uno de los países mencionados y otros 17 o 18, y la palabra "central" surgió sin cesar. No supieron decirme con exactitud a qué se referían al hablar de un papel central, sobre todo cuando es el secretario general, Kofi Annan, el que ha dicho que no cree que Naciones Unidas vaya a asumir la responsabilidad esencial de todo este proceso. En la actualidad, su mandato comprende la ayuda humanitaria y otros asuntos relacionados con el Programa Mundial de Alimentos, Unicef y otros organismos.

Por tanto, si bien es cierto que algunos de mis colegas prefieren usar la palabra "central", no estoy muy seguro de qué quieren decir. Se limitan a decirlo y luego se van a otra reunión.

"Vital" es una palabra cuidadosamente escogida. Significa que Naciones Unidas es muy importante para el proceso. Necesitamos el respaldo a la nueva autoridad iraquí para poder empezar a vender petróleo, llegado el momento, y garantizar la llegada continua de suministros humanitarios dentro del programa Petróleo por Alimentos.

Es decir, Naciones Unidas sí tiene un papel vital. Ahora bien, la sugerencia de que, ahora que la coalición ha liberado Irak, se le den las gracias, se aparte y deje que el Consejo de Seguridad se haga responsable de todo, se equivoca. Ellos (franceses, alemanes y rusos) lo saben, se lo dijimos.

(Están todos en San Petersburgo porque el canciller Gerhard Schroeder recibe un título honoris causa de una universidad de allí. Me encanta que todos deseen compartir con él ese momento).

P. ¿Cree que habrá otro enfrentamiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la cuestión del mandato de la ONU?

R. Desde luego que habrá un debate en el Consejo de Seguridad. Se aportarán distintos puntos de vista y tendremos discusiones y debates.

P. El presidente francés, Jacques Chirac, dijo que nunca votaría a favor de una resolución que diera legitimidad a la acción militar.

R. No necesitamos la legitimidad.

P. ¿Le han dicho los franceses que están dispuestos a apoyar una resolución de respaldo a la nueva autoridad iraquí?

R. No les he pedido que apoyen nada porque no hemos presentado ninguna resolución ante el Consejo. Nunca pedimos al presidente Chirac ni a nadie que dieran legitimidad a la Operación Libertad para Irak porque ya lo hicieron en las resoluciones 678, 687 y 1441. Consideramos que la 1441 era suficiente. No obtuvimos una segunda resolución por la amenaza de veto francés, pero no fue un fracaso diplomático. Al final conseguimos lo que necesitábamos.

P. ¿Cuál es la estructura apropiada o la autoridad apropiada para suministrar tropas de pacificación y mantenimiento del orden en Irak?

R. Varios países se han ofrecido ya a enviar tropas allí. De hecho, hoy se está desembarcando un hospital español, y España ha suministrado agua a granel y alimentos. Otros países han empezado a aproximarse para decir: "Vamos a aportar fuerzas de pacificación, fuerzas de policía, fuerzas encargadas de infraestructura", etcétera.

No puedo responder en concreto a su pregunta porque depende mucho de la situación. ¿Qué vamos a necesitar? ¿Qué necesitarán el general Franks y el general retirado Garner, qué necesitará la autoridad provisional iraquí a medida que avancemos? Es un análisis que habrá que ir haciendo.

Me satisface que, en las reuniones que mantuve con la OTAN la semana pasada, hablamos de este asunto concreto con bastante detalle. En la reunión del Consejo Atlántico, con los 19 miembros de la OTAN presentes, varias personas tocaron este aspecto y ni un solo miembro se pronunció en contra de que la OTAN participe, en principio.

Ello no quiere decir que la OTAN vaya a tener un papel determinado. Depende mucho de lo que decidamos que se necesita y lo que la OTAN esté dispuesta a hacer cuando sepan en qué consiste la petición. Pero me pareció muy interesante -voilà- que ninguno de los 19 miembros del Consejo dijera: "No, no vemos que haya un papel para la OTAN".

P. ¿Y cuál es el papel de CENTCOM [Mando Central militar] en todo esto?

R. En estos momentos, CENTCOM tiene el papel principal. No puede ser de otra forma. El jefe militar tiene que disponer de plena autoridad. ¿A quién puede entregársela ahora? Necesita estabilizar la situación, asegurar el país, desarmar al ejército, buscar las armas de destrucción masiva, empezar a ocuparse de la gente. Para eso es precisa una autoridad militar, y eso es lo que está pasando.

Pero también tenemos que empezar a formar una autoridad provisional, empezar a involucrar a las organizaciones internacionales, introducir al grupo del general Garner para empezar a dar un rostro civil a esas funciones, colaborar con los ministerios del antiguo Gobierno iraquí, depurar a los que no puedan formar parte del futuro Irak, y encontrar -con toda la gente que recorre ahora las calles dando vítores y que desea formar parte de ese futuro Irak- a los que puedan llevar al país en la dirección que nos parece que debería avanzar.

Es decir, va a ser un proceso por etapas, en una secuencia.

P. Pero hay un vacío que se ha desarrollado en el sur y, cada vez más, en Bagdad. Hay enormes presiones para que no se permita el aumento de los saqueos y el caos político.

¿Cuándo le gustaría ver una autoridad provisional, una conferencia de Bagdad o una conferencia regional? ¿Pueden permitirse el lujo de esperar todo un mes?

R. Si mañana celebráramos una conferencia y formáramos una autoridad provisional, ¿sobre qué iba a ejercer esa autoridad? Las instituciones se han desintegrado. El partido Baaz está hecho trizas. Así que, para empezar, va a ser el general Franks el responsable de trabajar con las organizaciones militares, civiles y humanitarias.

Dispongo de equipos de AID (el organismo estadounidense para Ayuda al Desarrollo Internacional) por todo el país. Tenemos toneladas de comida, miles de toneladas de comida que llegan desde Turquía, como consecuencia de la visita que hice allí la semana pasada. El general Garner va a contar, en la etapa inmediatamente posterior al derrumbe de la administración civil, con muchos elementos que le permitirán empezar a reconstruir las cosas.

Nuestros coroneles están empezando a identificar a los dirigentes tradicionales dentro de cada comunidad. ¿A quién acude la gente? A los jefes tribales y los dirigentes religiosos.

Con su ayuda conseguiremos controlar los disturbios.

P. Acaba usted de sugerir que los coroneles van a encargarse verdaderamente de identificar a los dirigentes locales.

R. Las personas que están sobre el terreno y pertenecen al Mando Central van a ser los responsables iniciales. Hay una historia que ha causado gran revuelo, la del coronel que apuntó sus armas al suelo y mostró su respeto por la mezquita y el jeque de dicha mezquita (en Najaf). La gente dijo: "Ah, no vienen a amenazarnos. Vienen a ayudarnos".

P. ¿Cómo calificaría su relación actual con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld?

R. Nos vemos constantemente. Nos llevamos muy bien. ¿De vez en cuando tenemos discusiones y discrepancias? Por supuesto. Nunca he estado en un Gobierno en el que no las hubiera, pero las resolvemos como dos personas que están al servicio de un pueblo y un presidente. No quiero alimentar más esas historias que a menudo no son más que tonterías.

P. ¿Cuál es la situación ahora en el frente de Corea del Norte?

R. Queremos emprender un diálogo multilateral con Corea del Norte y otros países interesados. Es un asunto que no afecta sólo a Estados Unidos. Corea del Sur, Japón y China corren más peligro con los progresos nucleares de Corea del Norte. Corea del Sur tiene un acuerdo con Corea del Norte de no proliferación nuclear en la península. China tiene una firme política de no nuclearización de la península coreana. Japón opina lo mismo. Nosotros también. Y Rusia. Por consiguiente, el señor Multilateral quiere abordar todo esto en un ámbito multilateral.

Hay quienes dicen: "Olvídense de todo eso. Estamos tan preocupados por Corea del Norte, por esta situación, que deberíamos entablar inmediatamente una discusión bilateral con ellos".

Estamos vigilando con gran atención lo que hacen los norcoreanos. Tenemos contactos regulares con ellos a través de varios canales. Conocen nuestras opiniones. Vamos a mantenernos firmes en nuestra política.

P. ¿Le ha sorprendido la escasa oposición de los iraquíes? ¿No parecía como si se hubieran desintegrado su mando y su control?

R. Lo que más me llamó la atención en los primeros días, cuando las tropas estadounidenses emprendieron la marcha hacia el norte, fue la velocidad del avance, porque no había ninguna defensa consistente. No había continuidad ni coherencia. Los iraquíes llevaban a cabo una serie de "combates imprevistos" y tenían "fuerte actividad defensiva" en algunos puntos, pero no existía un frente que se opusiera al avance de los británicos y los estadounidenses. Se adentraron a la velocidad que quisieron. Al acabar la primera semana, tenía la impresión de que, tal vez, la victoria estaba predestinada.

P. ¿Ha ayudado de alguna forma a Estados Unidos durante esta campaña Irán, el tercer punto del eje del mal?

R. Irán ha sido Irán. No puedo decir que su conducta o su actitud hayan cambiado significativamente en un sentido u otro durante las tres últimas semanas.

P. ¿Ahora le toca a Irán o a Siria recibir presiones para que cambie de comportamiento?

R. Todos estos países -Siria, Irán, otros- deben darse cuenta de que el deseo de tener armas de destrucción masiva o el apoyo al terrorismo no son cosas que les convengan. Eso no significa que vayamos a librar una guerra contra ellos. Sólo que, si la guerra está cambiando en un nuevo siglo en el que tenemos que hacer frente a este tipo de amenazas, sobre todo tras el 11 de septiembre, entonces tienen que comprender que ese tipo de comportamiento tiene unas consecuencias determinadas. Pero eso no quiere decir que la única consecuencia que se le ocurra al presidente de Estados Unidos sea buscar en la caja de herramientas para recurrir al ejército. Tenemos muchas formas de abordar los retos a los que nos enfrentamos.