ENTREVISTA A CRISTINA ALBERDI,
EX PRESIDENTA DE LA FSM-PSOE
en “La Razón” del 04.09.2003
«El PSOE parece más un partido estalinista que democrático»
Mucha democracia interna y, al final, invitación amable a abandonar el PSOE. Cristina Alberdi pagó ayer un alto precio a su ejercicio de autocrítica. Empieza la purga
Esther L. Palomera
Hace ya más de cinco semanas que Cristina Alberdi, ex ministra del PSOE,
feminista declarada y primera mujer que llegó a una vocalía del Consejo General
del Poder Judicial, decidió hacer un serio ejercicio de autocrítica. Lo hizo,
primero, en los órganos internos del partido y, después, sintiendo que clamaba
en el desierto, cogió el altavoz mediático. La hazaña le ha costado cara: una
invitación amable a la salida. Se va de la dirección de la Federación Socialista
Madrileña, pero no abandonará el escaño del Congreso de los Diputados hasta que
no concluya la legislatura. Obvio es que la cruz ya la tiene puesta. Pero,
advierte: «No me van a callar».
¬Su portavoz parlamentario le recomienda que se afilie al PP.
¬Pues, yo le puedo contestar a él que se afilie a IU porque quien se ha
radicalizado ha sido la dirección del PSOE, no yo. El Partido Socialista ha
gobernado durante catorce años y ha tenido posiciones ponderadas que ahora no
hay.
¬Este PSOE también quiere que abandone usted el
escaño, dicen que es propiedad de los electores.
¬No pienso abandonar el escaño, aunque ya he
comunicado oficialmente mi renuncia a seguir en la Ejecutiva regional de la FSM.
Si mi escaño es de los electores, me debo a ellos porque votaron un PSOE con un
programa, que no se cumple. ¿O es que me van a decir que en nuestro programa iba
el cambio del modelo territorial o la reforma de los Estatutos de los que ahora
hablan? No dejaré mi escaño porque tengo el derecho y el deber de decir lo que
pienso. Me parece una posición autoritaria decir a alguien que no está de
acuerdo con una determinada línea que se vaya. La política de Almunia, aun
habiendo ido en las elecciones de la mano de IU, era más moderada que la de la
dirección actual. El PSOE se ha radicalizado. Lo ocurrido es más propio de un
partido estalinista que democrático.
¬¿Hay poco futuro, pues, en el PSOE para quienes
discrepen?
¬Hasta hoy yo he sentido libertad para decir lo
que pensaba. Es la primera vez que me piden que abandone el escaño por defender
lo que creo. Creo que Jesús Caldera se ha precipitado y ha adelantado una
decisión que no es de partido.
¬Quiere decir que Zapatero está al margen de
todo esto.
¬ Pues no lo sé.
¬¿Qué futuro le augura a esta dirección federal?
¬Dependerá de cómo actúen los próximos meses. He
confiando siempre mucho en Zapatero, tiene buenas maneras, pero debe mostrarse
más fuerte y firme y no navegar siempre en un mar de dudas.
¬Dígame, ¿quiénes dentro del PSOE ha tenido a su
lado en estos meses y no se han atrevido a dar el paso públicamente?
¬No puedo darle nombres porque muchos creen que
la crítica hacia afuera hace daño al partido. Pero ha habido personalidades de
la talla de José Bono ¬no olvidemos que fue de los primeros que pidió
responsabilidades políticas por lo de Madrid y que levantó la voz contra el
nuevo modelo territorial¬, de Nicolás Redondo Terreros o Rosa Díez se han
manifestado en contra de la reforma de los Estatutos que ahora se abandera. Sin
habernos puesto de acuerdo, ha habido muchas voces alzadas en la misma
dirección. Y en este sentido me siento arropada.
¬ ¿Qué la parece la apertura del expediente
disciplinario?
¬Es llamativo que en un partido que se llama
democrático se abra un expediente por el ejercicio de la libertad de expresión.
Ahora, habría que poner pie en pared.
¬¿Se atreve a aventurar un resultado electoral
para la Comunidad de Madrid, después del culebrón al que los ciudadanos han
asistido este verano en la Asamblea de Madrid?
¬No, no me atrevo. Es imprevisible, dependerá de
la campaña electoral, de los términos en los que se plantee y de la elaboración
de las listas.
¬¿Sigue pensando que es Simancas el mejor
candidato?
¬Sigo pensando que, después de lo ocurrido y a
pesar de todo, debe ser él el cabeza de lista. Además, lo ratificará el Comité
Federal del próximo viernes.
¬Y en clave nacional, ¿es usted de las que
piensa que Bono debe cruzar ya el Tajo y tomar las riendas del PSOE?
¬Quizá sea prematuro porque, de momento, hay un
líder, que es José Luis Rodríguez Zapatero, que tiene que luchar por llevar a
cabo un proyecto y un éxito electoral. Debe seguir y hacerlo bien. Además, Bono
también lo cree así.
¬¿No sería mejor convocar un congreso
extraordinario para definir el camino que quiere seguir el PSOE?
¬Pues la verdad es que ahora se habla de unas
reformas estatutarias con las que no concurrimos a las elecciones. Sí entraba en
nuestra oferta programática la conferencia de presidentes, el incremento de la
presencia autonómica en Europa, pero no la modificación estatutaria, que en
algunos casos puede implicar una reforma constitucional y eso no es un problema
que hoy preocupe a los españoles. También se habla de que en Cataluña hay que
romper la unidad jurisdiccional y eso es más una reivindicación nacionalista,
pero no un planteamiento programático histórico del PSOE. Pero, volviendo a lo
del congreso extraordinario con cinco citas electorales tan próximas, no parece
el momento adecuado. Pero tampoco lo es para plantear modificaciones del calado
de las reformas estatutarias, cuando todavía estamos en fase de consolidación de
competencias.
Posiciones nacionalistas
¬¿Cree, entonces, que Maragall ha sido una mala
influencia para Zapatero y que le puede llevar al fracaso electoral?
¬Bueno, pues, según parece, a cambio de su apoyo
a Zapatero en el XXXV Congreso Federal le ha exigido que le responda en sus
planteamientos. Existió un compromiso no escrito de que le respaldaría.
¬Echando la vista atrás y teniendo en cuenta que
su incorporación al PSOE fue tardía (1995), ¿ha sido su militancia un mal sueño?
¬No, he tenido muchas responsabilidades tanto en
el ámbito del Gobierno como en el aparato del partido y siempre he intentado
trabajar lo mejor posible. Ahora bien, no le oculto que he pasado muy malos
ratos en el ámbito orgánico, que el PSOE tiene muchos defectos y se producen
demasiadas luchas cainitas.
¬¿Mejor con González que con Zapatero?
¬González tenía autoridad, era respetado, tenía
liderazgo muy fuerte y mucha experiencia; Zapatero tiene el cariño de la gente,
aunque espero que vaya avanzando hacia un liderazgo más consolidado. Pero uno no
debe llenarse la boca todo el día de partido democrático y no serlo. Hay que
escuchar las críticas.
¬Imagino que será consciente de que no repetirá
como diputada.
¬Es que no me lo planteaba. Dos mandatos son
suficientes y siempre he sido partidaria de la limitación de mandatos.