EL PRESIDENTE SACA PECHO POR IRAQ Y SEÑALA QUE LOS «PROGRES DE PACOTILLA» PONDRÁN ESPAÑA PATAS ARRIBA
C. M. - Madrid.- en “La Razón” del 16/02/2004
El presidente del Gobierno no ahorró ayer descalificaciones contra el PSOE, en
un discurso sostenido en el peligro que corre España, su estabilidad y su
prosperidad económica, si cae en manos de la coalición radical de socialistas
con «comunistas» y con quienes «quieren liquidar» el país. En el rosario de
andanadas, en el que le secundó Mariano Rajoy, situó la falta de un proyecto
claro, su pacto con «radicales», su acuerdo con «quien habla con organizaciones
terroristas» y que se extiende a concurrir con ellos al Senado y «pretender
incluso sentarles en el Gobierno de España»...: en suma, el PSOE no «es fiable»,
se mueve por un «electoralismo barato» y a partir de «ocurrencias ridículas». El
14-M se dilucidan, según su análisis, dos cuestiones esenciales: quién mantiene
la estabilidad institucional y quién garantiza la continuidad del progreso
económico.
«Si entregamos el Gobierno de España a una coalición radical de gente que
sabemos que es incompetente para gobernar y que, además de eso, pone en duda los
elementos básicos de la estabilidad institucional, en ese caso tendremos
problemas», advirtió, antes de llamar a los suyos a trabajar por aglutinar «esa
gran mayoría de españoles, que existe», y que rechaza ir a enfrentamientos que
lleven a poner el país «patas arriba».
El ejemplo catalán
No olvidó el capítulo de Cataluña, con el objetivo de resaltar lo que podría
traer para el conjunto de España la extrapolación al Palacio de la Moncloa de un
gobierno como el que dirige la Generalitat: «La coalición de socialistas,
comunistas e independentistas sólo puede presentar el escándalo del diálogo con
terroristas y una competencia por ver quién coloca a más hermanos».
Los veinticinco años de progreso bajo la égida de la Constitución no pueden
ponerse «patas arriba» porque así lo decidan unos «frívolos» e «irresponsables»,
insistió, reiterando la idea eje de su mensaje.
Mientras que la dirección del Partido Popular considera oportuno no entrar en
el debate de Iraq, por entender que no tiene nada que ganar en él, Aznar no lo
obvió, sino que, al contrario, sacó pecho por su posición: «Si ese gran
demócrata dechado de todas las virtudes de la civilización y la democracia que
sólo asesinaba a centenares de miles de compatriotas, llamado Sadam Husein,
siguiese en el poder como a algunos progres de pacotilla les gustaría, no
tendría nada que decir Rodríguez Zapatero en esta campaña».