AL QAIDA AMENAZA A EUROPA CON ATENTADOS QUÍMICOS POR LA OCUPACIÓN MILITAR DE AFGANISTÁN

 

 Noticia en “La Razón” del 03/07/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Estado de máxima alerta en Francia e Italia después de que Ben Laden advierta que el 15 de julio expira el plazo para abandonar Iraq y Afganistán Exhorta a los musulmanes de Europa que acopien víveres en sus casas para resistir un mes

Al Qaida, a través de las brigadas de «Abu Hafs el Masri», que ya reivindicaron el 11-M, ha amenazado con atentados sin precedentes si los gobiernos europeos no retiran sus tropas de Iraq y Afganistán. El comunicado enviado al influyente periódico saudí editado en Londres, «Asharq Al Awsat», ha puesto en «niveles muy elevados de alerta» a los servicios de seguridad europeos, según reconocieron ayer los mandatarios francés e italiano, Jacques Chirac y Silvio Berlusconi, respectivamente. Al Qaida exhorta a los musulmanes en Europa a que abandonen el continente y si no pueden que «acopien alimentos» para resistir un mes. Los servicios de inteligencia estiman que puede tratarse de una consigna ante la utilización de armas químicas.

 

P. Canales / E. Montánchez
Rabat/Madrid- «Pueblo europeo, os queda por delante sólo quince días para aceptar la tregua ofrecida por Ben Laden; en caso contrario, la responsabilidad será sólo vuestra». Con estas desafiantes palabras se expresa el comunicado enviado ayer a la redacción del diario saudí «Asharq Al Awsat» editado en Londres, firmado por las Brigadas de «Abu Hafs el Masri», vinculada a Al Qaida. El mensaje advierte del fin de la tregua de tres meses dada por Ben Laden a los europeos el 15 de abril pasado y difundida entonces por la televisión árabe «Al Arabiya».
   La misiva instaba a que «Europa abandone los países musulmanes y deje de atacar a sus pueblos, como Afganistán, Iraq y la península arábiga, pues, en caso contrario, los europeos serán calificados de aliados de Estados Unidos en su agresión contra la Umma (nacion) islámica».
   
   Mensaje críptico. Lo más llamativo y preocupante del comunicado de ayer, la advertencia dirigida a los musulmanes residentes en Europa. «A los que puedan volver a los países islámicos, que lo hagan», afirma. «Quienes no puedan hacerlo, que tengan cautela y que se aprovisionen de alimentos y dinero suficiente para un mes o más». El llamamiento del grupo afín a Al Qaida, exhorta a los musulmanes presentes en el viejo continente a que dispongan «de algo con lo que poder defenderse», así como «rezar más a Dios y pedir su asistencia».
   Los servicios de inteligencia y seguridad europeos tomaron ayer «muy en serio» la amenaza de Ben Laden, sin descartar que el movimiento terrorista pueda recurrir, por primera vez, al uso de armas químicas y bacteriológicas. Los consejos dirigidos a la comunidad musulmana en Europa para que acopien víveres, indican, según fuentes próximas al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que puede tratarse también de una consigna para provocar inestabilidad social.
   En todo el mundo árabe el llamamiento a acumular alimentos se hace en caso de guerra civil, catástrofes naturales o situaciones de extrema emergencia. El director «Al Maqrizy», uno de los centros islamistas más conocidos de Londres, Henni el Sobei, ha declarado al diario árabe internacional «Al Hayat», que efectivamente teme que «suceda algo en Europa al expirar la tregua de tres meses dada por Ben Laden. Hasta el momento, las organizaciones terroristas islamistas que operan en los países occidentales no han utilizado armas químicas o bacteriológicas para atacar al «gran satán y sus aliados». Según la opinión más extendida entre los servicios de inteligencia occidentales, el motivo estriba en que no dispondrían de las mismas. Sin embargo, las agencias de espionaje norteamericanas insisten en que el núcleo duro de Al Qaida, «tiene acceso a las armas prohibidas y podría utilizarlas». Los servicios secretos occidentales, incluido el CNI, manejan desde hace meses un escenario que incluye la utilización por parte de Al Qaida de las llamadas «bombas nucleares sucias». Es decir, detonar un potente explosivo convencional junto a material radiactivo.
   
   Alerta máxima. En la cumbre bilateral franco-italiana celebrada ayer en París entre Silvio Berlusconi y Jacques Chirac, ambos mandatarios coincidieron en tomar «muy en serio» el comunicado de las «Brigadas de Abu Hafs el Masri». «Estamos en un grado de alerta muy importante» puntualizó Chirac, mientras que su invitado Berlusconi señaló que las fuerzas de seguridad en Italia vigilan 14.000 eventuales «objetivos».
   Éste será, posiblemente, uno de los puntos de la agenda que abordarán la próxima semana los ministros del Interior del llamado G-5 (Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y España), en Sheffield (Inglaterra), en la que tratarán de coordinar la lucha antiterrorista y los sistemas de seguridad colectiva en el continente.
   Iraq y Afganistán son, en estos momentos, los dos países musulmanes que enfrentan a Ben Laden contra Occidente. El primero al haberse convertido en el nuevo laboratorio de la «guerra santa» contra «la ocupación de los cruzados» (Estados Unidos y sus aliados), a través de los atentados suicidas dirigidos por Abu Musab al Zarqawi, jefe militar de Al Qaida en Oriente Medio, Europa y norte de África. El segundo porque Ben Laden logró montar con el gobierno Talibán su modelo de estado islámico que fue derrotado por Estados Unidos tras el 11-S.

 

 

LA CAUSA AFGANA DE AL QAIDA

 Editorial de  “La Razón” del 03/07/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

L a decisión del Gobierno, adoptada ayer por el Consejo de Ministros, de enviar más de un millar de soldados españoles a Afganistán para facilitar el proceso electoral, coincide en el tiempo con una nueva amenaza de la red terrorista de Al Qaida contra Europa, basada precisamente en su participación en su apoyo a los EE UU y el proceso de democratización del país donde tenía su base operativa la organización de Ben Laden.
   La amenaza de los terroristas, los mismos que reivindicaron la matanza del 11-M, es en esta ocasión desacostumbradamente inquietante. Además de avisar de nuevas matanzas en nuestro continente, concluída ya la «tregua» de tres meses que ellos autoconcedieron para que el último soldado occidental abandonase Afganistán, Iraq o cualquier otro país musulmán como Arabia Saudí, se recomienda a los musulmanes que viven en Europa que regresen a sus países de origen o, si deciden quedarse, que hagan acopio de alimentos en sus casas para más de un mes. Los presidentes de Francia e Italia han anunciado ya la realidad de la amenaza y que sus respectivos sistemas de seguridad permanecen en máxima alerta. También en España, aún reciente la matanza de Atocha, se reconoce la gravedad de la situación, se piensa que los terroristas hayan podido elegir el estrecho de Gibraltar como objetivo. Los servicios de inteligencia temen que, si se produce un nuevo ataque, pueda ser perpetrado con armas químicas o bacteriológicas. Así cabría interpretar el consejo a los musulmanes de almacenar alimentos para una larga temporada. De lo que no cabe duda es que España, desde el mismo momento en el que Ben Laden lanzó su primera proclama después del 11-S y nuestras tropas se desplegaron en Afganistán, es objetivo claro de esa franquicia del terror que es Al Qaida.
   No es una buena noticia cuando más militares españoles están dispuestos a partir para Kabul, pero su misión sí parece justificada. Sobre todo porque del comunicado se desprende que, después de la transferencia del poder en Iraq, el hecho de celebrar elecciones libres en Afganistán sería una clara derrota para Ben Laden y los talibanes.