Después de tantas tensiones acumuladas, los tres ministros claves del Gobierno en la crisis vasca, José María Michavila, Mariano Rajoy y Ángel Acebes, siguen atentamente las indicaciones del presidente del Gobierno de cuidar los gestos y las palabras para evitar un encontronazo directo con el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe.

Una de las instituciones más mimadas por el nacionalismo ha sido la Ertzaintza. El encargado de su reclutamiento, el consejero Luis María Retolaza, reclutó a principios de los años 80 a "jóvenes descendientes de acrisoladas familias abertzales". Sin embargo, a medida que aumentaban las promociones, "hubo que abrir la policía autónoma a todo tipo de solicitantes, con lo que se colaron personas de pensamiento, incluso, antinacionalista". Algunos de los recién llegados --a la finca del PNV-- "han solicitado, con gran escándalo de los ‘puros’, que ondease la bandera española en las comisarías".

En las últimas elecciones internas en la Ertzainza, el sindicato independiente Erne recibió la mitad de los votos y superó al nacionalista ELA, que cuenta con menos de un tercio de la plantilla, compuesta por 7.500 agentes.

Pues bien, la manifestación del pasado sábado 14 de septiembre ha marcado la división definitiva entre ambos grupos sindicales: "los profesionales" y "los seguidores del PNV". Tanto es así que el enfrentamiento ha llegado a los tablones de las comisarías, lo que ha empeorado el ambiente. Los agentes que sólo quieren ejercer su profesión y liberarse de las consignas políticas no sólo son mayoría, sino que además parecen dispuestos a dar un puñetazo encima de la mesa.

Ambos sindicatos difunden sus opiniones a través de comunicados distribuidos en las comisarías. La sección sindical de ELA calificó de "improvisado" el dispositivo montado en Bilbao contra la manifestación de Batasuna y destacó que ese día faltaron de sus puestos de trabajo los responsables de la Ertzaintza de Vizcaya. Los sindicalistas "abertzales", de acuerdo con los dirigentes políticos nacionalistas, afirman que el papel del cuerpo es "la defensa y garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos sin excepción, y no el brazo ejecutor de estrategias contra estos derechos y libertades". "Somos la Policía del pueblo", resumen los sindicalistas, haciendo suyo el lema con que el PNV presentó la Ertzaintza. La identificación de ELA con el MLNV es tal que un alto cargo del sindicato declaró la semana pasada en Radio Euskadi que dudaba de que hubiera afiliados suyos entre los policías que reprimieron la manifestación, pero, que de haberlos, había muchos más entre los manifestantes.

La junta rectora de Erne, por su parte, replicó en otro comunicado que "seguro que muchos de los que asistieron a la manifestación jalearon y aplaudieron el asesinato de nuestros compañeros de Beasain, Hernani, Leaburu..." y recordó que ELA ha participado con LAB --sindicato del MLNV-- en los actos del Primero de Mayo en los que se gritó "Ertzaintza, pim, pam, pum".

El último párrafo del comunicado de Erne llega a decir: "Repiten hasta cansar --los de ELA-- que tienen un 30% de afiliación en la Ertzaintza. Parece ser que ésos son los buenos y los demás los malos. Lo que no está nada claro es si los buenos lo son por tibieza, por su permisividad con la izquierda abertzale o por cobardía. Ya va siendo hora de rechazar y defenestrar a los hipócritas de la Ertzaintza".