YANKE LIMPIA  A  LA  DERECHA  DE  MITOS  PARA  DESACOMPLEJARLA

 

 

En "El Semanal Digital" (Elsemanaldigital.com) del 21.01.2004


La derecha es la única opción política que se avergüenza de su nombre. La última obra de Germán Yanke intenta cambiar ese hecho, como explica el autor a Elsemanaldigital.com.

21 de enero.  "Soy de derechas" es una frase que no todos se atreven a pronunciar, mientras que la persona de izquierdas está pronta a la autoafirmación contraria. ¿A qué se debe una distorsión política que –entre otras cosas– produce tantos disgustos a los institutos de sociometría cuando estudian la opinión pública y, en particular, el comportamiento electoral de los ciudadanos?

En su último libro, presentado ayer (Ser de derechas. Manifiesto para desmontar una leyenda negra, de Temas de Hoy y con prólogo de Federico Jiménez Losantos), Germán Yanke, uno de los columnistas más apreciados de la prensa nacional, ensaya una respuesta, y ha tenido la amabilidad de adelantárnosla: "La derecha es menos intelectual y más pragmática que la izquierda. Por eso ha reflexionado menos sobre sus fundamentos ideológicos. De esta suerte, se da la paradoja de que quien influye intelectualmente sobre ella es la izquierda, y utiliza unos mitos que la derecha no consigue sacudirse".

La leyenda negra de la derecha

Esos mitos configuran la "leyenda negra" a que se refiere el subtítulo de su obra. Capítulo a capítulo, el autor va exponiéndolos y refutándolos, hasta un total de veinte: el belicismo, la indiferencia ante los derechos humanos, el desinterés por el bienestar de los más desfavorecidos, el desprecio por la democracia, la globalización contraria al medio ambiente...

Cierto que él parte de los postulados de una corriente concreta de la derecha, la liberal: "La derecha conservadora defiende un status quo, considera que los cambios son peligrosos. La derecha liberal se halla más inclinada a cambiar la realidad social".

¿Cuál es entonces su género común, nos (y le) preguntamos? "El fomento de la iniciativa privada", asegura: "La derecha deposita mayor confianza en el ciudadano que en el poder público. Piensa que es imposible que el Estado disponga de toda la información precisa para adoptar las decisiones correctas, que es lo que cree la izquierda, y por tanto convierte a la Administración en motor del desarrollo. El hombre de derechas, más escéptico, sabe que las acciones políticas siempre benefician a unos e incomodan a otros: ¡no hay eunucos públicos, que no se casen con nadie! Son los individuos quienes deben decidir lo que les conviene, y de ahí surge un orden espontáneo cuyo principio fundamental es la libertad".

Yanke recuerda entonces el viejo dilema: ¿qué es mejor, el gobierno de los hombres, o el gobierno de las leyes? Este último, responde, y por eso "la derecha recela de la pretensión de los poderes públicos de interpretar la voluntad general".

El momento presente de la derecha española

Cuando sostenemos esta conversación, José María Aznar termina de recoger sus cosas en La Moncloa y otro líder de su partido, Mariano Rajoy, parece muy encaminado a gozar de su morada. "El mejor momento de la derecha española es el momento presente. Ése ha sido uno de los grandes logros de Aznar, pese a otras sombras de su Gobierno: demostrar que la derecha procede a su renovación sin autoritarismos, y que dispone de un concepto democrático de la nación... cosas que a la izquierda le parecían imposibles".

Pero, ¿por qué hablamos de derecha para hablar de Aznar, Rajoy o el Partido Popular, si ellos reclaman para sí una denominación centrista? "Se puede hablar de centro como una referencia geográfica, para dar a entender que uno se ubica menos a la derecha que otros partidos, y transmitir que tu partido puede disputar el sufragio del votante moderado. Lo absurdo es pretender convertir el centro en una ideología, y no he logrado nunca que nadie me convenza de tal cosa. Esa pretensión obedece al complejo de la derecha, que se siente identificada por la izquierda con el franquismo, el autoritarismo, etc."

Una psicología acomplejada

Hemos dado con la palabra clave: complejo. "Los complejos proceden de un debate propiciado por la izquierda con éxito, a base de atribuirle a su adversario los mitos antes mencionados. Por eso he escrito el libro. Si no se reivindica el papel de una derecha democrática, defensora de los derechos humanos y de una sociedad abierta, el debate político resultaría prostituido. De todas formas, el PSOE ya se va dando cuenta de que su estrategia de referencias a la guerra civil cada vez tiene menos éxito".

Yanke destaca (en referencia a la corrupción y el caso GAL) la importancia que ha tenido, para el momento "dulce" que vive la derecha española, la última etapa de Felipe González: "Se dio la aparente paradoja de que quien defendía el Estado de Derecho y las libertades era la derecha. Y es que la izquierda cree que la legitimidad para gobernar un país le corresponde en exclusiva, y que el triunfo del PP es un accidente que ha de ser corregido. Para lograrlo, convierte a la derecha en una caricatura: la que yo he intentado borrar, atacando en cada capítulo uno de los mitos ante los cuales la derecha se siente acomplejada".

El papel de Aznar

Aznar –le comentamos– ha ido a más a medida que se ha "derechizado", y su sucesor, un representante del "ala derecha" de su partido, parece afrontar las elecciones con expectativas de mayoría absoluta. En principio, y a la vista de los resultados ("veremos lo que dicen las elecciones", nos puntualiza) no parecería lógico ese resquemor a confesar lo que uno es. "Es que además José María Aznar no es sólo líder de la derecha española, sino también de la derecha mundial. No hay más que salir de nuestro país para advertir cómo, aunque no haya una identificación total con sus planteamientos, se guarda un gran respeto hacia su personalidad política. Ese patrimonio, unido al asentamiento de la democracia y de la economía de mercado, deberían ser suficientes para acabar con los complejos".

Mucho contribuirá a ello su libro, porque Germán Yanke, bilbaíno, de 49 años, vinculado al Foro de Ermua y a la Fundación para la Libertad, asiduo de la COPE, el ABC y Libertaddigital.com, aporta en él las claves para que se limpien de telarañas los miedos de algunos asesores. Sus tácticas futuras revelarán si han quedado convencidos. O no.