LOS 'TENIENTES' DEL SOCIALISMO CATALÁN

 

  Informe de FRANCESC VALLS -  Barcelona en “El País” del 06.07.2003


Jóvenes cuadros del PSC crean un foro de debate para modernizar el mensaje del partido y acabar con las cuotas de poder

 

Tienen una media de edad de 30 años y son triunfadores. Ocupan puestos de responsabilidad en ayuntamientos, son alcaldes o concejales, o están entre bambalinas, en el aparato del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). Ahora quieren agruparse en torno a una asociación para el debate llamada Ítaca. Son los tenientes del socialismo catalán. Están, en lo que a graduación se refiere, por debajo de sus padrinos los capitanes -los barones territoriales del partido- y pretenden como Ulises -pero con más ímpetu juvenil- encontrar el camino de regreso a las esencias entre los cantos de sirena de la globalización.

"Hoy en día todos nosotros hablamos más de gestión que de política y es preciso insistir en los principios", explica Carles Prieto, de 27 años, coordinador del departamento de comunicación y elecciones del PSC y secretario de Ítaca. La iniciativa salió a la luz esta semana, en una cena en la que participaron unos 300 jóvenes, precisamente cuando desde el terreno del nacionalismo catalán de Convergència i Unió están arreciando las críticas a los socialistas por no haber realizado el relevo generacional.

Los de Ítaca quieren cambiar la situación. Son agitadores que, no obstante, cuentan con la autorización de los guardianes de la ortodoxia -la cúpula del partido- y sus textos soportan el más exigente nihil obstat de la dirección. No podría ser de otra manera pues en muchos casos -y no en sentido metafórico- son los hermanos pequeños de la actual cúpula del socialismo catalán que dirige con mano de hierro el cordobés José Montilla.

Los tenientes no pretenden revoluciones culturales en el partido ni ser una corriente organizada. Pero sí actuar, aseguran, de revulsivo contra lo viejo, contra viejas formas, contra la política de cuotas y equilibrios que, como asegura uno de los integrantes del colectivo, "tan pésimo espectáculo está dando ahora mismo en la Asamblea de Madrid con los casos de los traidores Tamayo y Sáez".

Miquel Iceta, portavoz del PSC, quiso poner de relieve la importancia de los nuevos cuadros en su intervención ante los miembros de la asociación: "Cuando veo tanta gente y tan cualificada como vosotros siempre pienso lo mismo: ¿cómo es posible que no influyáis más? ¿Porqué no tenéis más poder? ¿Es un exceso de respeto a la gente mayor o falta de ambición? Hoy es muy difícil para mucha gente joven hacerse un espacio para la acción política".

Y es que la dirección socialista parece dispuesta a dar alas políticas a una joven generación que apenas conoció el franquismo y que cuenta, aisladamente, con una notable cuota de poder político.

En la nueva asociación figura Daniel Fernández, jefe de gabinete de Montilla, Francisco Bustos, hermano del alcalde de Sabadell (alrededor de 200.000 habitantes), Teo Romero, alcalde de Santa Margarida de Montbui por mayoría absoluta; o Juanma Jaime, de 29 años, secretario general de las Joventuts Socialistes de Catalunya y diputado autonómico que recientemente se dio a conocer con una camiseta que llevaba estampado el rostro del Che Guevara. Porque como jóvenes, son deudores de la iconografía izquierdista y, quizá por eso, junto al rótulo de Ítaca aparece una estrella de cinco puntas.

Pero al lado del romanticismo de los símbolos, los jóvenes socialistas de Ítaca no sólo no rehúyen sino que buscan la solidez de la institución. "La idea de crear la asociación nació hace dos años; luego, más recientemente, organizamos un curso piloto en la escuela de formación permanente del partido en el que participaron como conferenciantes los diputados José Borrell y Alfredo Pérez Rubalcaba, Miquel Iceta, o José Zaragoza [primer secretario del PSC en el Baix Llobregat]", explica Prieto.

Los jóvenes cuadros que se agrupan en torno a Ítaca afirman en su manifiesto fundacional que "el socialismo y la izquierda en general están en pleno proceso de redefinición y el colectivo Ítaca renace con el triple objetivo de convertirse en un punto de encuentro de una generación que ha crecido y se ha formado en democracia, de ser un ámbito de formación y discursión y, al tiempo, una caja de resonancia de propuestas".

"Los hombres y mujeres del colectivo partimos de un análisis y de unos valores comunes. Somos conscientes de que la definición de lo que debe ser la izquierda pasará por determinar las fronteras entre mercado, estado y sociedad, que hace falta un mercado dinámico y sostenible, un estado fuerte de base redistribuitiva y una sociedad activa y autónoma", afirman en el manifiesto.

Los jóvenes socialistas mantienen su fe, aseguran, en "la cultura de la paz y del diálogo", defienden viejos valores de la izquierda como la igualdad. Pero junto a todo ello reivindican el valor de "la autonomía personal". Es decir que el Estado y la sociedad respeten el proyecto de vida de los ciudadanos, sus prácticas religiosas o las diferenres formas de familia que decidan adoptar.

 

La escala de mando

 

El IX congreso del PSC -en junio de 2000- consagró la entrada de los capitanes en el círculo del poder del socialismo catalán, hasta aquellos momentos coto prácticamente exclusivo de apellidos ilustres. Fue entonces cuando un cordobés como José Montilla logró la primera secretaría del partido. Allí se selló lo que Pasqual Maragall ha denominado el gran pacto entre los catalanes de origen y de adopción y que en la práctica ha supuesto el reconomiento del poder territorial del partido.

Los dirigentes actuales del PSC proceden mayoritariamente de la comarca del Baix Llobregat, donde gobiernan la práctica totalidad de los ayuntamientos. También hay muchos de la zona del Vallès, como Manuel Bustos, alcalde de Sabadell, otro de los pesos pesados que apoyan el foro Ítaca.

Todos ellos forman parte de lo que se ha dado en llamar capitanes del PSC, que ahora no ponen reparo a la hora de potenciar a los jóvenes sucesores del colectivo Ítaca. La tarjeta de presentación de los capitanes tiene entre otras las siguientes señas de identidad: en las primarias del PSOE fueron quienes lanzaron la candidatura de José Borrell frente a Joaquín Almunia. Y en el último congreso del PSOE apoyaron a José Luis Rodríguez Zapatero frente a José Bono.

Ante todo son pragmáticos y profundos conocedores de cómo organizar y dirigir el aparato del partido.

Las cifras les dan la razón. En las municipales han retrocedido porcentualmente, aunque han logrado aumentar el número de alcaldías en toda Cataluña. Pero un partido debe ser algo más que una máquina de ganar comicios. Quizás por ello, los capitanes han decidido dar la alternativa en la escala de mando a los tenientes, sus jóvenes pupilos, crecidos en la política muchos de ellos a la sombra del poder.