¿DÓNDE ESTÁN LAS MENTIRAS?

 

 Artículo de Ignacio Villa en “Libertad Digital” del 09/07/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Este jueves se ha cerrado la primera semana de comparecencias y declaraciones en la comisión parlamentaria sobre los atentados del 11-M. Y desde luego como simple espectador de esos testimonios, se mantiene en el aire una pregunta sin contestar: ¿Donde están las mentiras? Una pregunta que deberán responder los socialistas, con Alfredo Pérez Rubalcaba a la cabeza. El Partido Socialista y a sus socios parlamentarios han sido incapaces de demostrar ninguna de esas mentiras tan cacareadas del Partido Popular, lo que sus altavoces mediáticos repetían como las manipulaciones y mentiras del Ejecutivo de Aznar. Más bien lo contrario. Con la penosa ¿gestión? con el portero de Alcalá han despejado cualquier duda sobre la calaña y la forma de actuación de esta gente.

 

Lo cierto es que después de tres días de eternas y larguísimas declaraciones la tortilla ha comenzado a darse la vuelta. Inicialmente, gracias a los aparatos de propaganda del PSOE, parecía que era el Gobierno del Partido Popular quién debía de demostrar que actuó rectamente durante aquellos días. La realidad ahora es bien diferente, comienza a ser inevitable y obligatorio que los socialistas expliquen sus mentiras, sus apaños y sus mezquindades. El PSOE, antes o después, visto lo visto terminará empujado por los acontecimientos, y deberá buscar explicaciones y justificaciones sobre la utilización del dolor ajeno y del terrorismo para sacar partido político. Por ello habrá que estar preparados. Va a ser inevitable que los socialistas enciendan el ventilador.

 

Sólo tres días de comisión parlamentaria han servido para señalar donde está la mentira y donde está la verdad. El Gobierno del Partido Popular pudo gestionar mal políticamente la crisis surgida del 11 de marzo. Pero el Ejecutivo de Aznar no mintió como arma política para salir del paso. La mentira no se utilizó para amortiguar la crisis desde el Gobierno. Lo que ocurrió fue algo muy diferente. Desde el Partido Socialista ayudado por todos los apoyos mediáticos habituales se orquestó una gran campaña contra el Gobierno desde el infundio, el insulto y la calumnia. Una campaña que tuvo su momento decisivo en la violación ilegal de la jornada de reflexión. Y es que el termómetro de la utilidad real de esta comisión de investigación será la clarificación de lo ocurrido en aquella lamentable tarde. Saber como se maquinó todo desde los despachos socialistas y como se diseñó la intervención -sin precedentes en la democracia- de Pérez Rubalcaba. Decían que las mentiras estaban en la calle Génova, tres días de comisión parlamentaria y ya tenemos una conclusión: las mentiras vienen de la calle Ferraz.