CONTRA LA VERGÜENZA, RUIDO
Artículo de Germán Yanke en “Libertad Digital” del 17.06.2003
Reconozco que, tras el escándalo en la primera sesión de
la Asamblea de Madrid, me sentí impelido a la compasión. Veía los rostros entre
asombrados y doloridos del candidato Simancas, de Blanco, del propio secretario
general Rodríguez Zapatero y notaba cierta inclinación a darles una palmadita en
el hombro y lamentar que sus planes no salieran adelante precisamente por lo que
había pasado.
Pero después era necesario pensar en lo que había pasado: la “traición” de dos
diputados. Se nos dijo que eran unos malvados, más vinculados a los negocios
inmobiliarios que a la política. Y comenzó, para desviar el tema (la crisis en
el PSOE) con lo que llamé en este mismo diario la “retórica de la dignidad”:
pedir al PP, en base a una atrabiliaria concepción de la democracia, que se
uniera al PSOE a la hora de exigir (política, institucional o judicialmente) la
devolución de las actas de los dos diputados huidos y que se sumase, en el colmo
del absurdo, a la defensa, como si fuese una necesidad histórica, de esa absurda
“mayoría de progreso” (sic) que quieren formar PSOE e Izquierda Unida.
Al fondo se oía el eco de las tonterías de Llamazares y los suyos, hablando de
golpe, de vulneración de la democracia como en el tejerazo, de acusaciones al
PP, a la derecha, al capitalismo y a cualquier otra ocurrencia del discurso
descompuesto de Izquierda Unida. Se revelaba así el problema del PSOE con sus
pactos con una izquierda comunista que ideológica y políticamente está fuera del
mapa del parlamentarismo europeo actual, pero no esperaba que el mimetismo del
PSOE nos alcanzara tan pronto y tan intensamente.
Porque ahora estamos en el periodo de la estrategia de la indignidad. Los
diputados huidos siguen siendo unos malvados, siguen perteneciendo a “tramas”
inmobiliarias pero estas están “vinculadas al PP”. La ignominia antes del
elemental reconocimiento de los problemas propios. Sobre las “tramas” no hay
pruebas y las circunstancias, desvelando llamadas privadas, parecen más
delictivas que lo que se denuncia, que no se sabe lo que es. Y si hay
vinculación con empresarios inmobiliarios y de la construcción será, en todo
caso, del PSOE, de un grupo del PSOE enfrentado a otro grupo del PSOE que se
dedica a lo mismo, de un grupo de socialistas que son los artífices de que
Rodríguez Zapatero sea el actual secretario general, etc., etc.
Toda esta barahúnda para no entrar de lleno en el caos de la Federación
Socialista de Madrid (caos político y de financiación) y en la solución de los
problemas del PSOE. Porque gritando lo de Madrid culpando al PP se deja de
hablar de lo demás. Incluso dicen que se ha convocado a los secretarios
generales provinciales para hablar únicamente de “aquello”, es decir, obviando
el País Vasco, el PSC que no se considera PSOE, Cantabria, la vergüenza
democrática de Navarra, etc.